Razones para evitar a la gente y qué hacer al respecto

Razones para evitar a la gente y qué hacer al respecto
Matthew Goodman

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Este artículo es para ti, que instintivamente te escondes cuando ves a alguien conocido en público. Tal vez te sientes solo pero odias estar rodeado de gente. O puede que sientas que no puedes iniciar una conversación porque te preocupa el rechazo y, como resultado, evitas a la gente.

¿Por qué evito a la gente?

Puede que evites a la gente que conoces porque prefieres tu propia compañía, no sabes cómo entablar una conversación trivial o te asusta sentirte vulnerable o expuesto ante los demás. Algunas personas también se ven limitadas por trastornos del estado de ánimo, timidez o experiencias negativas anteriores.

¿Por qué evito a la gente que conozco?

Puede que evites a tus conocidos porque no estás seguro de lo que se espera de ti y de que pueda resultar incómodo. Puede que no sepas en qué momento de la amistad te encuentras o qué decirles. También puede que sientas que tienes que mostrarte enérgico y amistoso cuando no quieres.

Esta guía abordará las razones por las que puede sentirse incómodo con otras personas, así como la forma de superar su torpeza social.

Para más consejos, consulta nuestro artículo sobre qué hacer si no te gusta estar rodeado de gente.

He aquí varias razones comunes para evitar a la gente:

1. Ansiedad social

Solía preocuparme de que los demás me juzgaran, y esto hacía que evitara a la gente porque me hacían sentir nerviosa, tensa e incómoda.

La ansiedad social provoca creencias distorsionadas a la hora de juzgar tus relaciones con los demás, y acabé teniendo pensamientos ilógicos como:

"No soy lo suficientemente interesante como para mantener una conversación".

"La gente debe pensar que soy idiota cuando hablo".

"No soy importante, ¿por qué querría alguien hablar conmigo?".

Como consecuencia de estos pensamientos, a veces me comportaba de un modo que esperaba que redujera mi ansiedad, y me alejaba de otras personas. Por desgracia, la evitación sólo empeoraba mis preocupaciones, ya que no podía evitar el contacto social para siempre.

Estas son algunas de las cosas que hice para controlar mi ansiedad social:

Recuerde que la anticipación es peor que la realidad

Nuestra preocupación por un acontecimiento social próximo suele ser peor que el propio acontecimiento.

Intenté prepararme mentalmente de antemano anticipándome a mis pensamientos ansiosos más frecuentes y escribiéndolos. Luego desafié estos pensamientos examinando las pruebas en contrario.

Por ejemplo, podría pensar algo parecido a:

Pensamiento: "No soy lo suficientemente interesante como para mantener una conversación con alguien".

Piensa en algún momento en el que hayas sido capaz de mantener una conversación satisfactoria. ¿Fue en el trabajo? ¿Cuando ibas al colegio? No importa cuánto tiempo haya pasado: sigue siendo una prueba de que eres capaz de hacerlo. Así, tu pensamiento desafiante puede sonar algo así;

Desafío: "He llevado conversaciones con éxito en el pasado. Sé que puedo hacerlo de nuevo".

Cuando me reintegraba socialmente, llevaba conmigo mi "chuleta" de pensamientos negativos y retos para recordarme mis éxitos pasados cuando lo necesitaba.

Buscar ayuda

Si siente que su ansiedad social está fuera de control, puede que sea el momento de plantearse buscar ayuda. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es la más reconocida para el tratamiento de la ansiedad. Se centra en el presente para proporcionarle las herramientas que necesita para progresar hacia sus objetivos sociales.

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2. Baja autoestima

Es posible que evites a otras personas si tienes baja autoestima, ya que puedes tener una autoconfianza frágil y ser muy sensible a las opiniones de los demás.

Además, las personas con baja autoestima suelen compararse desfavorablemente con los demás, y la influencia de plataformas de redes sociales como Instagram hace que seamos más propensos a evaluarnos a nosotros mismos basándonos en los momentos perfectos de otras personas en lugar de en sus realidades más empañadas.

En lugar de preocuparte por cómo te comparas con los demás, piensa en lo que te importa, como tus sueños y objetivos, y emprende acciones que te ayuden a alcanzarlos. Notarás cómo aumenta tu confianza a medida que alcanzas el crecimiento personal.

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3. Introversión

"Como introvertido, odio estar rodeado de gente"

Si eres introvertido, puede que sientas que no te gusta la gente, pero la verdad puede estar más cerca de que no te guste estar cerca de los demás. lotes de personas.

Los introvertidos suelen preferir pasar tiempo de calidad con amigos íntimos en lugar de estar rodeados de grandes grupos, ya que éstos pueden agotar sus reservas de energía y dejarles exhaustos.

Sin embargo, el hecho de que su idea de un buen momento sea una noche tranquila disfrutando de sus intereses y aficiones, probablemente no significa que quiera estar solo todo el tiempo; puede que sólo necesite reflexionar y recargar pilas después de haber sido sociable.

Si eres introvertido pero quieres ser más extrovertido, es importante que vayas ampliando poco a poco tu zona de confort social; intenta no lanzarte a lo más hondo demasiado rápido, o podrías agotarte.

Piensa qué es lo que te agota de la vida social; a menudo no es hablar y escuchar a los demás lo que agota a los introvertidos, sino la falta de conversaciones, que les resulta estimulante.

El truco consiste en desviar la conversación hacia un tema que te resulte naturalmente más energizante. Pero la cuestión es ¿Cómo?

Intenta hacer una pregunta que se centre en la experiencia única que la otra persona tiene del mundo, en lugar de centrarte en los detalles de una actividad o acontecimiento. Esto podría sonar así:

  • "Esa clase suena muy interesante. ¿Qué te hizo querer participar?".
  • "¿Qué le interesa de este tipo de música?".
  • "¿Qué tiene de importante para ti el voluntariado?".

Rápidamente descubrirá que sus conversaciones con los demás se vuelven más amenas y estimulantes, e incluso puede que descubra que tiene algo en común con la otra persona, lo que podría desembocar en una gratificante amistad.

Además, es importante recordar que las necesidades de una persona introvertida son tan válidas como las de las personas más sociables; para una persona introvertida, la soledad es tan nutritiva como el agua y la comida: mejora su estado de ánimo y su energía y le recarga para una mayor interacción social. Por lo tanto, si después de un acontecimiento se siente agotado por las relaciones sociales, puede que necesite pasar algún tiempo a solas en un espacio tranquilo y sosegado.

Consulte nuestra guía sobre cómo ser más extrovertido cuando lo desee.

4. Evitar a alguien que te atrae

Es totalmente normal evitar a alguien de quien estás enamorado.

Las emociones exacerbadas, así como la ansiedad y el nerviosismo, pueden hacer que pienses cosas como:

" Seguro que meto la pata y digo alguna estupidez cerca de ellos".

Ver también: 10 señales de que eres amigo de la comodidad

"Están tan fuera de mi alcance".

"¿Y si descubren que me gustan? Me daría mucha vergüenza".

Sin embargo, si evitas por completo a la persona que te atrae, no puedes estar seguro de que tus sentimientos no sean recíprocos. Al fin y al cabo, como dijo Wayne Gretzky; "Fallas el cien por cien de los tiros que no haces".

Intenta ser realista con la persona que te gusta y recuérdate que no es perfecta recordando alguna vez que hizo algo mal: ¿se avergonzó de sí misma o se equivocó en algún dato o hizo algo mal?

Hacerlo puede ayudarte a verlos como más humanos, lo que puede contribuir a reducir tus nervios y a que te resulte más fácil estar cerca de ellos.

Además, hablar de tus sentimientos con alguien de confianza, como un amigo o un familiar, puede permitirte procesarlos y relajar un poco la mente y el cuerpo.

Esto puede ayudarte a estar cerca de tu enamorado sin sentirte totalmente abrumado por los nervios.

5. Depresión

La depresión varía de una persona a otra, pero el retraimiento social es uno de los signos reveladores más comunes[].

La depresión puede hacer que no quieras salir de casa, que evites a la gente que conoces o con la que tienes amistad y que te dé ansiedad estar rodeado de gente. Esencialmente, la depresión puede convertirte en un ermitaño.

Además, es difícil mantener las amistades cuando se está deprimido: puede que sientas que no tienes la energía o la iniciativa para acercarte a los demás, o puede que sientas que no eres buena compañía a causa de tu depresión.

Sin embargo, socializar con la gente que te gusta puede mejorar tu estado de ánimo, por lo que es importante que no te alejes por completo de la vida[].

Por ejemplo, ver a una o dos personas a la vez en una tranquila noche de cine le resultará más llevadero que enfrentarse a una ruidosa sala llena de gente en una fiesta.

Si salir de casa te parece demasiado, mantén el contacto con familiares y amigos a través de llamadas telefónicas, mensajes de texto o llamadas con Zoom; nuestras relaciones nos aportan significado, así que conectar con alguien a quien aprecies te ayudará a sentirte menos solo en tu depresión.

Consulta nuestra guía anterior sobre cómo hacer amigos cuando estás deprimido.

6. Amistades tóxicas

Los amigos nos ayudan a mantenernos física y mentalmente fuertes; nos sirven de andamio cuando estamos estresados, nos orientan para tomar mejores decisiones en nuestro estilo de vida, nos ayudan cuando nos recuperamos de una enfermedad y mejoran nuestra calidad de vida en general.

Sin embargo, no todas las amistades son positivas. De hecho, algunas pueden incluso tener un impacto tóxico en tu bienestar. Esto puede hacer que evites a las personas que conoces, ya que es una reacción habitual alejarse de alguien que hiere tus sentimientos.

Todo el mundo tiene sus altibajos, así que es importante reconocer la diferencia entre cuándo estás siendo demasiado sensible a las acciones y opiniones de alguien, y cuándo tu amistad te está causando potencialmente más daño que felicidad.

Piensa en cómo actúan a tu alrededor y cómo te hacen sentir contigo mismo.

Si es así, es probable que tu amistad no esté teniendo un impacto positivo en tu vida.

Esta guía de Helpline te ayudará a identificar una amistad tóxica.

7. Miedo al rechazo

"Evito a la gente para que no me hagan daño".

Si experimentas pensamientos como éste, es posible que tengas miedo al rechazo.

Ya sea con amigos, en el trabajo o en una cita, el dolor que experimentamos después de ser rechazados es similar al dolor físico, incluso activa las mismas zonas del cerebro. . []

Por eso el miedo al rechazo puede llegar a ser paralizante: el temor a que te vuelvan a hacer daño te impide exponerte y puede frenarte en todo lo que la vida puede ofrecerte, como relaciones sentimentales, amistades y metas profesionales.

Las siguientes acciones pueden ayudarte a gestionar tu miedo al rechazo:

Expóngase a su miedo

Exponerse puede dar miedo, pero también te dará la oportunidad de alcanzar tus objetivos.

Por ejemplo, si temes que te rechacen románticamente, puedes probar a crearte un perfil de citas en línea en un sitio como Tinder, pero sin intención de utilizarlo todavía. Con el tiempo, cuando te sientas lo suficientemente cómodo, podrías iniciar una conversación con alguien y, con el tiempo, incluso concertar una cita.

Reconstruye tu autoestima

El rechazo puede dañar la confianza en uno mismo, sobre todo si te obsesionas con las razones. Es importante recordar que probablemente el rechazo se debió a una razón lógica; tal vez hubo un desajuste de personalidades o aptitudes. En cualquier caso, lo más probable es que no fuera algo personal.

Para reconstruir tu autoestima, intenta hacer una lista de cinco cosas que te gusten de ti mismo, o bien recuérdate a ti mismo los éxitos pasados en el área en la que fuiste rechazado. Esto podría ser algo parecido a esto:

1. "Mi aportación siempre ha sido valorada en el trabajo/por los amigos".

2. "Mis acciones han contribuido al éxito de mi lugar de trabajo".

3. "Soy resistente y seguí adelante incluso cuando las circunstancias eran difíciles".

4. "Mis compañeros/amigos siempre me demuestran cuánto me respetan".

5. "He alcanzado los objetivos personales que me propuse".

Ver también: Lucha contra la soledad: organizaciones que dan una respuesta sólida

Recordarse a uno mismo las cosas que ha conseguido puede ser muy útil para volver a presentarse en el futuro.

8. Evitar a los colegas

Tanto si no ves el lugar de trabajo como un sitio para hacer amigos, como si te sientes incómodo con tus compañeros, no socializar en el trabajo puede crear tensiones, ya que la gente puede pensar que no te caen bien.

Sin embargo, hacer el esfuerzo de establecer un nivel de cordialidad con sus compañeros puede reducir los niveles de estrés, aumentar su productividad y reforzar las conexiones dentro de su equipo.

Pasas la mayor parte del día en la oficina con tus compañeros, así que intenta sacar tiempo de tu apretada agenda para socializar con ellos.

Proponga una pausa para el café e intente no hablar de trabajo, no vuelva corriendo inmediatamente a su mesa después de comer y asista a eventos internos como cumpleaños o celebraciones de la oficina.

Rompe las barreras de la comunicación haciendo a tus colegas preguntas para romper el hielo sobre ellos mismos, esto podría sonar como:

  • "Vi una foto de su hija en su escritorio. ¿En qué grado está?"
  • "¿Hiciste algo agradable el fin de semana?"
  • "Estoy pensando en llevar a mi madre a un restaurante este fin de semana, ¿has estado en algún sitio bueno últimamente?".

Salir con los compañeros fuera de la oficina también tiene sus ventajas.

Esto no significa que tengas que pasar todos los fines de semana con las personas con las que trabajas, pero sí que tienes que decir "sí" a alguna que otra invitación para tomar algo después del trabajo o comer un trozo de pizza.




Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.