¿Hablar demasiado? ¿Por qué y qué hacer al respecto?

¿Hablar demasiado? ¿Por qué y qué hacer al respecto?
Matthew Goodman

"A veces tengo la sensación de no poder callarme. Siempre que hablo con alguien y hay un momento de silencio, siento que tengo que llenarlo. Y una vez que empiezo, ¡no puedo parar de hablar! No quiero parecer una sabelotodo molesta o una bocazas, pero no sé cómo dejar de hacerlo. ¡Ayuda!".

Una de las principales barreras que podemos encontrar en nuestro camino para hacer amigos es hablar demasiado. Cuando una persona domina una conversación, la otra suele acabar sintiéndose agotada o molesta. Asumen que la persona que no puede parar de hablar no se preocupa por ellos. Si no, escucharían, ¿no?

Según un estudio, las personas se sienten más comprendidas por las respuestas de escucha activa que por los simples agradecimientos o consejos[]. Sentirse comprendido puede ser incluso más importante que sentirse querido[].

Si quieres aprender a hacer que la gente se sienta escuchada y comprendida, el primer paso es comprender las razones por las que puedes estar hablando demasiado. Entonces, podrás tomar las medidas y acciones adecuadas.

Ver también: El dolor de ser un fantasma

¿Por qué algunas personas hablan demasiado?

Las personas pueden hablar demasiado por dos motivos contradictorios: creerse más importantes que la otra persona o sentirse nerviosas y ansiosas. La hiperactividad es otro motivo por el que alguien puede hablar demasiado.

¿Hablo demasiado?

Si al salir de una conversación sientes que no has aprendido nada de la otra persona, es posible que estés hablando demasiado. Otros signos de que hablas demasiado son que tus interlocutores intentan poner fin a la conversación o parecen incómodos o molestos. Aquí tienes una lista de los signos más comunes de que hablas demasiado.

Razones por las que puede estar hablando demasiado

TDAH o hiperactividad

Hablar en exceso e interrumpir las conversaciones pueden ser signos de TDAH en adultos. La hiperactividad y la inquietud pueden manifestarse hablando en exceso, especialmente en el trabajo o en otras situaciones en las que no hay una salida física para el exceso de energía.

Este vínculo entre hiperactividad, hablar en exceso y problemas sociales empieza de pequeños. Un estudio comparó a 99 niños con y sin TDAH. De los niños a los que siguieron, los que tenían falta de atención cognitiva eran más propensos a hablar en exceso, lo que les llevaba a tener problemas con sus compañeros[].

El ejercicio, la medicación y la meditación pueden ayudarte a reducir la hiperactividad. También puedes aprender métodos para conectarte a tierra cuando te sientas demasiado inquieto o "levantado" durante las interacciones sociales. Los ejercicios de conexión a tierra pueden ayudarte a permanecer en el momento presente cuando sientas que tienes la cabeza en otra parte.

Aspergers o pertenecer al espectro autista

Pertenecer al espectro autista puede dificultar la comprensión de las situaciones sociales. Si perteneces a este espectro, puede resultarte difícil captar las pistas que alguien te está enviando. Como consecuencia, puede que no entiendas si están interesados en lo que dices o no. Puede que te resulte difícil saber cuánto hablar o cuándo dejar de hacerlo.

Aprender a captar y comprender las señales sociales puede ayudarle a saber cuándo hablar y cuándo escuchar.

También tenemos un artículo con consejos dedicados a hacer amigos cuando se tiene Asperger.

Ser inseguro

La necesidad de impresionar a los demás puede estar impulsando tu exceso de conversación. Puede que estés dominando las conversaciones por la presión de parecer una persona guay o interesante. Puede que sientas que necesitas contar historias divertidas para que la gente quiera hablar más contigo. Quieres que te "sientan" y te recuerden en la conversación.

La verdad es que no hace falta entretener a nadie para que quiera pasar tiempo contigo. Para eso tenemos las películas, los libros, la música, el arte y los programas de televisión. En cambio, la gente busca otras cualidades en sus amigos, como saber escuchar, ser amable y solidario. Por suerte, son habilidades que podemos aprender y mejorar.

Sentirse incómodo con el silencio

Si no te sientes cómodo con el silencio, puede que estés intentando rellenar los huecos de la conversación de cualquier manera. Puede que creas que la otra persona te juzgará o pensará que no eres interesante si hay huecos en la conversación. O puede que te sientas incómodo con el silencio en general.

La verdad es que a veces la gente necesita unos segundos para ordenar sus pensamientos antes de responder. Los momentos de silencio no son malos: ocurren de forma natural y a veces son esenciales para una conversación.

Sentirse incómodo haciendo preguntas a la gente

A veces, no queremos hacer preguntas porque pensamos que enfadaremos o incomodaremos a nuestro interlocutor. Creemos que nos juzgará por cotillas o entrometidos. Tal vez creamos que si quisiera compartir algo con nosotros, lo haría sin necesidad de que le preguntemos.

Aprender a sentirse cómodo haciendo preguntas a los demás puede ayudarte a hablar menos y escuchar más. Recuerda que a la gente le suele encantar hablar de sí misma.

Ser obstinado

Tener opiniones es excelente. Es importante saber quién eres y en qué crees. El problema surge cuando sentimos continuamente la necesidad de "corregir" a otras personas, decirles cuándo se equivocan o hablar por encima de ellas. Si nuestras opiniones nos impiden conectar con otras personas, se convierten en un problema.

Al mismo tiempo, recuérdate a ti mismo que todo el mundo es diferente y que el hecho de que alguien opine de forma distinta a la tuya no significa que sea malo o esté equivocado.

Si necesitas más ayuda, lee nuestro artículo sobre cómo ser agradable.

Pensar en voz alta

Algunas personas dedican tiempo a pensar a solas, otras escriben un diario y otras piensan hablando con los demás.

Si tu estilo es pensar en voz alta, haz saber a la gente que eso es lo que estás haciendo. Incluso puedes preguntar a la gente si les parece bien que pienses en voz alta. Otro consejo es pensar de antemano las cosas importantes que quieres decir, para no perderte en tus pensamientos.

Intentar forzar la intimidad o la cercanía

Cuando conocemos a alguien que nos gusta, naturalmente queremos acercarnos a él. En un intento de "acelerar" nuestra relación, puede que acabemos hablando mucho. Es como si intentáramos encajar varios días de conversación en uno.

Otra razón relacionada es que intentamos revelar todas nuestras "cosas malas" al principio. Subconscientemente pensamos, "No sé si esta relación va a funcionar. No quiero esforzarme tanto sólo para que mis amigos desaparezcan en cuanto se enteren de mis problemas. Así que se lo contaré todo ahora y a ver si se quedan".

Es posible que nuestros nuevos amigos no tengan ningún problema con los temas que les planteamos, pero primero necesitan tiempo para conocernos.

Recuérdate a ti mismo que las buenas relaciones tardan en formarse. No puedes precipitarte. Dale tiempo a la gente para que te conozca poco a poco. Y si sigues teniendo problemas para compartir más de la cuenta, lee nuestro artículo "Hablo demasiado de mí".

Cómo hablar menos y escuchar más

Decide aprender algo nuevo en cada conversación

Intenta salir de cada conversación habiendo aprendido algo nuevo. Para ello, tienes que dejar hablar a la gente.

Es normal pensar en cómo vamos a responder cuando estamos escuchando hablar a alguien. Todos vemos el mundo con nuestro filtro personal y relacionamos las experiencias de los demás con nosotros mismos. No te juzgues por ello, todo el mundo lo hace.

En cambio, si te das cuenta de que sólo estás esperando tu turno para hablar, vuelve a prestar atención a lo que están diciendo e intenta interesarte por lo que dicen. Si hay algo que no has oído o entendido, pregunta.

Practicar la lectura del lenguaje corporal

Suele haber señales en la otra persona cuando hablamos demasiado. Puede cruzarse de brazos, empezar a mirar a su alrededor buscando una salida a la conversación o mostrar algún otro signo de que la conversación le resulta abrumadora. Puede intentar hablar varias veces pero detenerse si ve que no podemos parar de hablar.

Para más consejos sobre lenguaje corporal, lea nuestro artículo "Entender si la gente quiere hablar con usted" o consulte nuestras recomendaciones sobre libros sobre lenguaje corporal.

Controlarse durante la conversación

Acostúmbrate a preguntarte: "¿Siento que no puedo parar de hablar?".

Si la respuesta es afirmativa, no te juzgues. Intenta prestar atención a lo que sientes: ¿estás ansioso? ¿Intentas distraerte de las sensaciones incómodas? Después, pasa al siguiente paso: tranquilizarte y volver a centrarte en la conversación.

Practicar la calma en las conversaciones

Como ya se ha dicho, la gente suele hablar demasiado por nerviosismo, ansiedad o hiperactividad.

Respirar hondo y con calma durante la conversación puede ayudarle a mantenerse relajado.

Prestar atención a los sentidos es una forma excelente de permanecer en el presente en lugar de estar en la cabeza. Fíjate en lo que ves, sientes y oyes a tu alrededor. Éste es un tipo de ejercicio de conexión a tierra del que ya hemos hablado.

Jugar con un juguete inquieto también puede ayudarte a sentirte menos ansioso o hiperactivo durante la conversación.

Déles tiempo para responder

Cuando terminamos de hablar, puede cundir el pánico si no recibimos una respuesta de inmediato.

Los pensamientos autocríticos pueden llenar nuestra mente: "Oh no, he dicho una estupidez", "Les he molestado", "Creen que soy maleducado".

Como respuesta a nuestra confusión interior, es posible que soltemos una disculpa o sigamos hablando para intentar desviar su atención -y la nuestra- de la incomodidad.

La verdad es que, a veces, la gente necesita unos segundos para pensar lo que quiere decir. Algunas personas se toman más tiempo que otras.

Cuando termines de hablar, espera un momento. Respira hondo. Cuenta hasta cinco mentalmente, si te ayuda.

Recuerda que el silencio no es malo

Deja que la conversación se desarrolle con naturalidad en lugar de intentar controlarla.

A veces habrá momentos de silencio.

De hecho, a menudo construimos las partes más profundas de una amistad durante los momentos tranquilos.

Todos queremos amigos que nos hagan sentir cómodos. Eso ocurre cuando sentimos que podemos ser nosotros mismos con alguien y ser aceptados tal y como somos.

Es posible que nuestro interlocutor esté tan estresado como nosotros a la hora de entablar conversación. Si nos permitimos sentirnos cómodos con momentos de silencio, le enviaremos una señal para que también se sienta cómodo.

Haga preguntas

Deja que tus preguntas surjan de forma natural. Para reducir la sensación de "entrevista", añade reacciones a tus preguntas. Por ejemplo:

"Bien por ti. ¿Cómo respondieron a eso?"

"Vaya, debe haber sido difícil. ¿Qué hiciste?"

"A mí también me encanta esa serie. ¿Cuál fue tu episodio favorito?"

Este tipo de reflexión y formulación de preguntas hará que su interlocutor se sienta escuchado.

Intente hacer preguntas que sean relevantes para lo que su interlocutor le ha contado.

Por ejemplo, si les hablan de trabajo y les preguntan por su familia, el cambio puede parecer demasiado brusco.

Prepárese para conversaciones importantes

Podemos ponernos nerviosos en grupos, en situaciones de trabajo o cuando tenemos que hablar de un tema difícil. Este nerviosismo puede llevarnos a divagar, a dar vueltas a lo que queremos decir o a pensar en voz alta.

Si hay algo concreto que quieras decir en una conversación, te puede ayudar pensarlo de antemano e incluso escribirlo. Pregúntate: ¿cuál es el punto más importante que quieres decir? También puedes pensar en algunas reacciones diferentes que podrías recibir y considerar cómo responderías a cada una. Este método te ayudará a transmitir tu punto de vista sin hablar en círculos.

Cómo tratar a las personas que hablan demasiado

A veces, cuando intentamos practicar nuestra capacidad de escucha, nuestras conversaciones se inclinan en otra dirección.

¿Qué puedes hacer si te encuentras al otro lado de personas que hablan demasiado?

Pregúntate por qué la otra persona habla demasiado

Mientras hablan, trata de entender las emociones que hay detrás de sus palabras. ¿Están divagando de forma hiperactiva, con una historia que les recuerda a otra? ¿Están tratando de evitar sus sentimientos, o tal vez están tratando de impresionarte?

Pregúntales si puedes interrumpir

A veces la gente no sabe cómo parar de hablar. Puede que reaccionen bien si les dices algo como "¿puedo interrumpir?" o quizás "¿quieres mi opinión?".

Haz un chiste de ello

"Hola, ¿te acuerdas de mí? Todavía estoy aquí."

Este método es especialmente útil si la persona que habla más de la cuenta es un buen amigo o alguien con quien tienes buenas intenciones.

Si se sienten avergonzados y se disculpan, sonríe y asegúrales que no hay problema, siempre que no sea algo que ocurra constantemente.

Diles que te molesta

¿Te parece que hay una persona en tu vida que domina tus conversaciones? ¿Te dan ganas de evitarla?

Si alguien en tu vida habla demasiado, plantéatelo.

Una vez finalizada la conversación, considera la posibilidad de enviar un mensaje en el que compartas tus sentimientos.

Puedes escribir algo como:

"Me gusta hablar contigo y me encantaría que conectáramos más. A veces me cuesta sentirme escuchada en nuestras conversaciones. Me encantaría que encontráramos una solución para que nuestras conversaciones fueran más equilibradas."

Saber cuándo alejarse

A veces, simplemente no puedes articular palabra y la persona con la que hablas no quiere enterarse. Puede que se ponga a la defensiva cuando se le advierte del hecho de que ha estado dominando la conversacin, o puede que no vea ningn problema. En estos casos, puede que tengas que poner fin a la conversacin, minimizar la cantidad de tiempo que pasas con esa personaת o incluso plantearte poner fin a la relacin.

Poner fin a una relación siempre es difícil, pero en algunos casos, es necesario. Poner fin a esas relaciones puede liberar tu tiempo y energía para forjar nuevas conexiones con personas que estén más disponibles para satisfacer tus necesidades. Recuerda que, a veces, alguien es incapaz de darnos lo que buscamos en una relación. No significa que sea una mala persona, puede tratarse de un problema de compatibilidad. Aun así, debesmerecen sentirse escuchados y respetados.

Ver también: Amigos que no contestan: razones y qué hacer

Si quieres más consejos sobre cómo tratar a las personas que hablan demasiado, consulta nuestra guía sobre cómo tratar a los amigos que sólo hablan de sí mismos y de sus problemas.




Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.