Cómo dejar de hablar demasiado de uno mismo

Cómo dejar de hablar demasiado de uno mismo
Matthew Goodman

Cada vez que hablo con alguien y me menciona algo que me gusta, me emociono. Empiezo a compartir mi propia experiencia, pero cuando acaba la conversación, pienso que he dominado la conversación hablando de mí mismo. No acabamos hablando del tema original. Me siento mal. No quiero que la gente con la que hablo sienta que no me importa. ¿Cómo puedo curarme de esta forma de hablar?trastorno "sobre mí mismo"?

¿Te suena?

Una buena conversación es un ir y venir entre las partes implicadas. En la práctica, sin embargo, no acaban siendo un reparto al 50%. A veces es normal que una persona hable más que la otra, dependiendo de la situación. Si alguien está pasando por un mal momento o está explicando algo, puede que ocupe más espacio en la conversación.

Es difícil saber si estás hablando demasiado de ti mismo. Puede que nos preocupemos por haber compartido más de la cuenta, pero nuestros interlocutores no nos han percibido así en absoluto. Tu inseguridad puede estar haciéndote pensar demasiado en tus conversaciones y juzgarte duramente.

Sin embargo, si habitualmente tiene la sensación de que habla más de sí mismo que su interlocutor, puede que tenga algo que ver. Merece la pena aprender a dejar de hablar demasiado de uno mismo y, en su lugar, mantener conversaciones más equilibradas.

¿Cómo puedo saber si hablo demasiado de mí mismo?

Algunas señales de que hablas demasiado pueden ayudarte a determinar si realmente hablas demasiado de ti mismo:

1. Tus amigos saben más de ti que tú de ellos

Puede que te des cuenta de que no sabes mucho de lo que pasa en la vida de tus amigos, compañeros de trabajo, familiares o conocidos, mientras que ellos sí saben de la tuya. Ésa es una buena señal de que estás dominando las conversaciones.

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2. Te sientes aliviado después de tus conversaciones

Si siempre te sientes así, puede ser señal de que las conversaciones son más un confesionario que una discusión.

3. Te han dicho que no sabes escuchar

Si alguien te ha comentado que hablas demasiado de ti mismo o que no sabes escuchar, puede que haya algo de cierto.

4. Cuando alguien habla, usted se concentra en lo que va a decir.

Si estás demasiado ocupado pensando en lo que vas a decir, te perderás cosas esenciales que tu interlocutor está compartiendo.

5. Tu instinto es defenderte cuando te sientes incomprendido

Es normal querer defendernos, pero a menudo nos lleva a una posición en la que estamos haciendo algo sobre nosotros mismos cuando no debería ser así.

6. Te arrepientes de cosas que has dicho

Si a menudo sales de las conversaciones arrepintiéndote de las cosas que has compartido, puede que estés compartiendo más de la cuenta por nerviosismo o por un intento de conectar.

¿Te encuentras en estas situaciones? Pueden ser un buen indicio de que tus conversaciones están desequilibradas.

El primer paso para crear conversaciones equitativas es comprender las razones por las que, en primer lugar, hablas demasiado de ti mismo.

¿Por qué hablo tanto de mí mismo?

Algunas de las razones por las que las personas pueden llegar a hablar demasiado de sí mismas son:

1. Se sienten nerviosos cuando hablan con otras personas

"Motormouth" es un hábito nervioso común, en el que es difícil parar una vez que se empieza. La divagación puede ser especialmente común en personas con TDAH, debido al comportamiento impulsivo.[] Alguien podría preguntarte cómo estás, y te encuentras con que la breve historia que querías compartir se convirtió en un monólogo aparentemente sin parar. Alguien que es tímido o nervioso al hablar con otras personas podría entonces, paradójicamente, encontrar quehablar demasiado en las conversaciones.

2. Se sienten demasiado tímidos para hacer preguntas

Algunas personas no se sienten cómodas haciendo preguntas a los demás. Puede ser por miedo al rechazo, a parecer entrometidos o a que la otra persona se sienta incómoda o enfadada. Por eso hablan de sí mismos en lugar de hacer preguntas que puedan parecer demasiado personales.

Ver también: Cómo mantener una conversación con un chico (para chicas)

3. No tienen otras salidas para sus emociones

A veces, cuando nos pasan muchas cosas y no tenemos a nadie con quien hablar, podemos sentir que estamos compartiendo demasiado cuando alguien nos pregunta qué nos pasa. Es como si alguien hubiera abierto las compuertas y la corriente fuera demasiado fuerte para detenerse. Es normal querer compartir nuestra vida con los demás, y puede que nos encontremos saltando ante las pocas oportunidades que se nos presentan.

4. Quieren conectar a través de experiencias compartidas

Las personas tendemos a estrechar lazos por cosas que tenemos en común. Cuando la persona con la que hablamos nos cuenta un momento difícil por el que ha pasado, es posible que le ofrezcamos una experiencia similar para demostrarle que empatizamos con ella. Se trata de una táctica bienintencionada, pero a veces puede resultar contraproducente.

5. Quieren parecer bien informados o interesantes

Todos queremos gustar, sobre todo a alguien con quien queremos conectar. Algunas personas hablan mucho de sí mismas por el deseo de parecer interesantes. Este afán por impresionar puede llevar a dominar la conversación sin querer.

Éstas son sólo algunas de las razones por las que alguien puede estar hablando demasiado.

Puede que ahora te preguntes: "Todo eso está muy bien, pero ¿cómo puedo dejar de hablar demasiado de mí mismo?" Tomar conciencia es el primer paso. A continuación, puedes empezar a actuar.

Cómo conectar sin hablar demasiado de uno mismo

1. Recuerda que a la gente le gusta hablar de sí misma

Cuando te sientas incómodo haciendo preguntas, recuerda que no pasa nada. Es probable que la persona con la que estás hablando aprecie tu interés. Si hay algo que le incomoda compartir, te lo dirá. Ten en cuenta tu inseguridad, pero no dejes que dicte tus acciones.

2. Piense en las preguntas que le gustaría hacer

Si sabes que vas a quedar con alguien, piensa en lo que te gustaría saber de él. No lo veas como una entrevista: una vez que responda a una de tus preguntas, deja que eso fluya en una nueva conversación.

Por ejemplo, digamos que has decidido preguntarle a tu compañero de clase si tiene hermanos y qué tipo de música le gusta. No tienes por qué hacer las dos preguntas seguidas en la misma conversación. Si te dice que tiene hermanos, puedes hacer preguntas complementarias, como "¿son mayores o menores? ¿Estás muy unido a ellos?" Si es hijo único, puedes preguntarle si le gusta, o si le hubiera gustado tener un hijo mayor.hermano o hermana.

3. Preste atención a los detalles que faltan

Cuando un compañero de trabajo te cuenta un problema que está teniendo con su perro, puedes sentir la tentación de decir: "¡oh, mi perro solía hacer eso!" Aunque esa es una respuesta normal, puedes hacer preguntas para conectar más. En lugar de seguir con lo que pasó con tu perro, puedes decir en su lugar: "mi perro solía hacer eso, era muy duro. ¿Cómo lo llevas?" Mantén la curiosidad y pide más detalles.En este ejemplo, puede preguntar a su compañero cuánto tiempo hace que tiene el perro o de qué raza es.

4. Demuestra que escuchas y recuerdas

Sacar a colación algo que tu interlocutor ha mencionado anteriormente probablemente hará que se sienta escuchado y validado. Digamos que la última vez que hablasteis, tu amigo dijo que había estado muy ocupado estudiando para un examen. Preguntarle "¿cómo te fue en el examen?" le demostrará que le escuchaste y que te preocupaste lo suficiente como para recordarlo. Es probable que entonces entre en detalles y comparta si ono sienten que lo han hecho bien.

5. Practica las pausas antes de hablar

Es fácil enredarse en una conversación y dejar que una frase lleve a otra sin pensar demasiado. Antes de que nos demos cuenta, llevamos hablando varios minutos. Practica las pausas y la respiración mientras hablas. Hacer pausas evitará que te concentres demasiado en lo que estás diciendo. Respirar hondo durante la conversación te ayudará a mantener la calma y a evitar divagar debido al nerviosismo.

6. Hacer cumplidos

Presta atención a las cosas que aprecias de la otra persona y házselo saber. Si te pareció que hablaba con confianza en clase, díselo. Dile que el color de su camiseta le sienta bien. Felicítale por marcar un gol en el partido o por acertar una respuesta en clase. A la gente le gusta que le hagan cumplidos y es probable que se sienta mejor.Apreciamos a la gente que nos aprecia. Asegúrate de ser sincero con tus cumplidos. No digas algo porque sí.

7. Diario, ver a un terapeuta, o ambos

Si crees que la falta de salidas emocionales te lleva a compartir más de la cuenta en las conversaciones, intenta encontrar otros lugares donde puedas desahogarte. Lleva un diario con regularidad en el que escribas sobre lo que te ocurre en tu vida diaria y habla con un profesional para procesar los acontecimientos difíciles. Esto evitará que compartas más de la cuenta en una conversación cuando sólo estás intentando conectar.

8. Pídales su opinión

Si te das cuenta de que llevas un rato hablando de ti mismo, puedes hacer una pausa y preguntar a tu interlocutor qué opina. Si has estado hablando de una experiencia que has tenido, puedes preguntarle: "¿te ha pasado algo parecido alguna vez?" En su lugar, dale la oportunidad de compartir su propia experiencia. Puede que sea demasiado tímido para hacerlo por sí mismo y esté esperando a queuna invitación.

9. Practica algunas respuestas preparadas

Si te encuentras compartiendo más de la cuenta y no puedes parar, piensa en algunas respuestas y temas "seguros" de antemano. Si estás pasando por un momento difícil y alguien te pregunta: "¿qué te ha pasado últimamente?", podrías sentirte en un aprieto y decir: "mi perro está enfermo y no sé cómo pagar la operación. Mi hermano no quiere ayudar, y estoy tan estresado que no puedo dormir, así que mis notas están bajando..." Podrías salir de dudasSi la persona con la que hablas está interesada y te sientes cómodo, puedes compartir más cosas a medida que avance la conversación.

Puedes pensar de antemano en cosas generales que puedes compartir. Por ejemplo, quizá no quieras contarles a tus padres que estás intentando tener una cita. Si te preguntan qué hay de nuevo, quizá te sientas cómodo compartiendo que tienes una nueva planta o sobre el libro que estás leyendo. Haz una lista de temas "seguros" que puedas mencionar sin entrar en un largo desahogo.




Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.