La risa nerviosa: sus causas y cómo superarla

La risa nerviosa: sus causas y cómo superarla
Matthew Goodman

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"¿Por qué me río cuando las cosas son claramente incómodas? ¿O sonrío en momentos inapropiados? Es embarazoso y molesto. Es como si no pudiera parar. Parece que ocurre de forma tan automática, y siento que no puedo evitarlo. ¿Qué debo hacer?".

Este artículo le enseñará qué es la risa nerviosa y cuáles son sus causas más comunes. También hablaremos de algunas estrategias que puede utilizar para dejar de sonreír o reír en momentos inadecuados.

Para obtener consejos sobre cómo actuar adecuadamente en situaciones sociales, consulte nuestra guía sobre cómo mejorar su inteligencia social.

¿Qué es la risa nerviosa?

La risa nerviosa se produce cuando empiezas a reír o a sonreír en una situación inapropiada. Por ejemplo, alguien puede estar llorando cuando te cuenta que alguien ha muerto o puede estar hablando de lo asustado que se siente ante un próximo proyecto. En estos casos, está claro que la risa no es la forma adecuada de conectar con alguien.

La risa nerviosa le ocurre a casi todo el mundo en algún momento. Pero si parece incontrolable o afecta a sus relaciones, podría ser señal de un problema más profundo.

Causas de la risa nerviosa

Son muchas las causas que provocan la sonrisa o la risa nerviosas. Éstas son algunas de las más comunes.

Causas psicológicas

La mayoría de las veces, la risa nerviosa se debe a motivos emocionales o psicológicos.

Sensación de ansiedad

Cuando nos sentimos ansiosos, nuestros pensamientos y acciones no siempre coinciden. Por eso a veces sonreímos o nos reímos en momentos inadecuados. Es la forma que tiene el cuerpo de hacer frente a la situación o de pasar rápidamente del malestar. A veces, también es una forma de "convencernos" de que el problema no es tan grave.

Hablar del trauma

La risa puede ser a veces un mecanismo de defensa. Cuando te ríes, puede ser una forma de distraerte para no sentirte incómodo. Si no has procesado del todo las cosas que te ocurrieron en el pasado, tiene sentido que quieras evitarlas.

En estos casos, la risa nerviosa suele ser automática. Te sientes incómodo, así que la risa disipa la tensión. Este fenómeno también puede explicar por qué algunas personas tienden a gastar bromas durante situaciones muy serias. No saben cómo sobrellevar el malestar, así que recurren al humor.

Sentirse incómodo

Es posible que sientas el impulso de reírte en situaciones incómodas, como cuando la gente está callada o cuando acabas de conocer a alguien. Como ya hemos dicho, reírse es una forma de intentar disipar la incomodidad, así que cuando te sientas incómodo, la risa puede ser un instinto natural.

Otras personas se ríen nerviosamente

La risa puede ser contagiosa, aunque sea inapropiada. Si alguien del grupo empieza a reírse en un momento incómodo, es posible que te unas, aunque no quieras. Esto puede ser un intento subconsciente de intentar conectar con otra persona.

Ser testigo del dolor ajeno

¿Por qué nos reímos cuando otras personas tropiezan y se caen, o cuando es evidente que tienen dificultades con algo? Parece cruel, pero es algo que muchos de nosotros hacemos de forma natural.

Algunas investigaciones sugieren que nos reímos como mecanismo de defensa. Es una forma subconsciente de reducir nuestro propio sufrimiento al dolor ajeno.

En los famosos experimentos de Milgram, se ordenó a los participantes que dieran descargas eléctricas a desconocidos de hasta 450 voltios. Aunque los desconocidos no recibían descargas, los participantes tendían a reírse más con voltajes más altos[].

Es dudoso que estos participantes se rieran porque la situación les pareciera graciosa, sino porque probablemente se sentían muy incómodos y así lo expresaron con su risa.

Hábito de larga duración

Si siempre respondes a la incomodidad sonriendo o riéndote, empieza a convertirse en un hábito. Al cabo de un tiempo, puede que ni siquiera reconozcas que está ocurriendo.

A la señal de cualquier tensión, así es como puede reaccionar su cuerpo. Con el tiempo, sin embargo, casi cualquier cosa puede desencadenar este tipo de reacción, que puede ser problemática.

Causas médicas o psicológicas

En algunos casos, la risa nerviosa puede ser un síntoma de una enfermedad subyacente. Por lo general, no es el único síntoma, sino sólo uno de un grupo de muchos otros.

Afecto pseudobulbar

El afecto pseudobulbar (PBA) consiste en episodios de risa o llanto incontrolados. Esta afección suele ser consecuencia de problemas neurológicos como accidentes cerebrovasculares, lesiones cerebrales traumáticas, enfermedad de Alzheimer o enfermedad de Parkison.

A menudo, la PBA no se diagnostica. A veces, la gente la confunde con un problema de salud mental, como la depresión o la ansiedad. Si cree que puede estar padeciendo esta enfermedad, es importante que consulte a su médico, quien le remitirá a un neurólogo que podrá realizarle un examen. Si padece PBA, la medicación recetada puede ayudarle[].

Kuru (enfermedad priónica)

El kuru es una enfermedad extremadamente rara que se produce cuando la proteína prión infecta el cerebro. Está estrechamente relacionada con el canibalismo, de ahí que sea tan poco frecuente.

Con el tiempo, el prión se acumula, afectando al cerebro para que no haga su trabajo de forma eficiente[]. Este proceso puede dañar la regulación del estado de ánimo y las emociones, lo que puede provocar risa nerviosa.

Hipertiroidismo

El hipertiroidismo se produce cuando el cuerpo produce demasiadas hormonas tiroideas. Estas hormonas afectan al modo en que el cuerpo utiliza la energía y pueden controlarlo todo, desde la respiración y la frecuencia cardiaca hasta el estado de ánimo y las emociones[].

En algunos casos, la risa nerviosa puede ser un síntoma de hipertiroidismo. Consulte a su médico sobre la posibilidad de hacerse una prueba de tiroides. Existen terapias y medicación que pueden ayudarle con sus síntomas.

Enfermedad de Graves

La enfermedad de Graves se produce cuando el sistema inmunitario del organismo produce demasiados anticuerpos conectados a las células tiroideas. Este proceso puede sobreestimular la glándula tiroides, lo que hace que produzca demasiadas hormonas tiroideas[].

Como ya se ha mencionado, tener demasiadas hormonas tiroideas puede provocar risa nerviosa.

Autismo o trastorno de Asperger

Las personas con autismo o trastorno de Asperger tienen problemas para leer las señales sociales. Pueden reírse en momentos inadecuados sin darse cuenta de que es inapropiado. También pueden pensar que algo es gracioso, aunque otras personas no estén de acuerdo.

Psicosis

La psicosis puede producirse cuando una persona ve, siente u oye algo que no existe. Como consecuencia, puede reírse de forma nerviosa o inapropiada. La psicosis es un síntoma asociado a enfermedades como la esquizofrenia y el trastorno bipolar grave. También puede ser consecuencia del abuso de drogas o alcohol.

Superar la risa nerviosa

Sea cual sea la causa, es importante aprender a dejar de sonreír o reírse en momentos inadecuados. A continuación te ofrecemos algunas estrategias que puedes probar.

Concéntrese en la persona con la que habla

Cuando centramos nuestra atención en alguien o en algo en lugar de en nosotros mismos, tendemos a sentirnos menos cohibidos y nerviosos. Esto se debe a dos razones: en primer lugar, nos implicamos más en la conversación o en lo que ocurre a nuestro alrededor; en segundo lugar, nos olvidamos de nosotros mismos durante un rato.

Esto puede hacernos menos propensos a empezar a sonreír o reír cuando no es apropiado.

Consulte nuestra guía sobre más consejos para dejar de sentirse nervioso al hablar con la gente.

Piensa en las veces que te ríes nerviosamente

Es importante conocer tus patrones si quieres cambiar tus hábitos. Empieza por pensar en las situaciones que desencadenan tu risa nerviosa. ¿Con quién estás? ¿Qué estás haciendo? ¿Qué otros pensamientos o sentimientos estás teniendo?

Dedica un mes a registrar cada vez que te ríes nerviosamente. Utiliza un diario o una aplicación para el teléfono. Responde a estas preguntas:

  • ¿Qué causó mi risa nerviosa?
  • ¿Qué hice para intentar detenerme?

En esta fase, estás actuando como un investigador y recopilando datos. Estás obteniendo información sobre tus patrones. Necesitas esta información si quieres hacer los cambios adecuados.

Da prioridad a la atención plena en tu vida

Cuando estás atento, estás en el momento presente. No estás centrado en lo que ocurrió en el pasado ni en lo que te espera en el futuro. Si consigues estar presente, podrás prestar atención a tus emociones con más facilidad. Así te resultará más fácil controlarlas, en lugar de que ellas te controlen a ti.

Hay formas de practicar la atención plena. Aquí tienes algunas técnicas que puedes probar:

  • Practica haciendo una tarea sin ninguna otra distracción.
  • Dedica diez minutos al día a dejar que tu mente divague libremente.
  • Practica observando y mirando a la gente a tu alrededor mientras esperas en la cola.

También puede plantearse incorporar a su vida una meditación más formal. La meditación puede ayudarle a mejorar su bienestar general, ya que reduce el estrés y mejora la regulación emocional.

Si quieres aprender a meditar, consulta esta guía para principiantes de Headspace.

Respire hondo antes de las interacciones sociales

La respiración profunda es una de las mejores y más fáciles formas de practicar la atención plena.

Empiece por respirar profundamente antes de cualquier interacción social. Póngase la mano en el vientre para practicar esta habilidad. Inspire profundamente por la nariz y aguante la respiración cinco veces. A continuación, espire cinco veces. Practique al menos cinco veces.

Acostúmbrese a respirar así siempre que pueda. Le ayudará a ralentizar su mente, lo que le ayudará a sentirse menos ansioso e incómodo.

Practicar más la empatía

Algunas personas son empáticas por naturaleza. Si tienes problemas con la empatía, aún puedes trabajar para cultivar esta habilidad. Requiere tiempo, práctica y voluntad.

Ver también: Cómo actuar con normalidad ante la gente (y no ser raro)

Si un amigo te cuenta que ha suspendido un examen, dedica un momento a imaginar cómo se debe sentir.

La empatía empieza con la escucha activa. No te distraigas cuando otra persona habla. Presta atención a su lenguaje corporal. Si no entiendes muy bien este tema, consulta nuestra guía sobre los mejores libros de lenguaje corporal.

Intenta evitar hacer suposiciones o juicios de valor. Cuanto más te imagines cómo puede sentirse alguien, menos probable será que sonrías o te rías cuando no sea apropiado hacerlo.

Socializar con más frecuencia

Si no pasa mucho tiempo con gente, puede sentirse incómodo o nervioso durante las interacciones sociales. Esta incomodidad puede llevarle a responder de forma inadecuada.

Haz el esfuerzo de salir al mundo. Di sí a las invitaciones sociales. Prueba un nuevo Meetup. Si no estás seguro de por dónde empezar, consulta nuestra guía principal sobre los mejores pasatiempos sociales para conocer gente nueva y nuestra guía sobre cómo ser más sociable.

Aunque las cosas no siempre salgan bien, cuanto más practiques la socialización, más fácil te resultará. A través de la socialización, aprenderás más sobre el lenguaje corporal y las conversaciones triviales. A medida que seas más consciente de cómo se comunica la gente, te resultará más intuitivo.

Practicar el autocuidado a lo largo del día

El autocuidado es cualquier acto deliberado de autocompasión. Cuando se practica con constancia, el autocuidado puede ayudar a regular las emociones.

Empieza poco a poco. Piensa en añadir 30 minutos más de autocuidado a tu día. Si estás muy ocupado, divide estos 30 minutos en trozos de 10. Intenta que el autocuidado sea una parte no negociable de tu día. Cuanto más lo priorices, más te darás cuenta de su importancia.

Aquí tienes algunos ejercicios sencillos de autocuidado que puedes hacer en cualquier sitio:

  • Escribe un diario sobre tus sentimientos o tu día.
  • Da un paseo.
  • Escucha tu música favorita.
  • Llama o envía un mensaje de texto a un ser querido.
  • Acurrúcate con una mascota.
  • Piensa en tu gratitud y escríbela.
  • Practica un hobby.
  • Date un baño o una ducha caliente.

El autocuidado por sí mismo no detendrá la risa nerviosa. Pero si tu risa nerviosa proviene de la ansiedad o el malestar, el autocuidado es una parte integral de la gestión de estas emociones. Cuanto más amable seas contigo mismo, más probable es que te sientas seguro con los demás.

Ver también: Nadie me habla - SOLVED

Pídele a un amigo que te haga responsable

Puedes hablar de tus dificultades con un amigo íntimo. Hazle saber que quieres mejorar tus habilidades sociales y que quieres dejar de reírte en momentos inadecuados.

Pregúntales si están dispuestos a llamarte la atención cuando noten la risa. Una "llamada de atención" puede ser una palabra clave o la mano en el hombro.

Aunque te sientas avergonzado, tu amigo está ahí para apoyarte.

Crea un mantra positivo

Los mantras positivos pueden ayudarte a poner los pies en la tierra cuando te sientas impulsado a reír. Los mejores mantras son breves, fáciles de recordar y creíbles. Aquí tienes algunos ejemplos que puedes probar:

  • Puedo gestionar mis emociones con eficacia.
  • Hoy voy a tener interacciones positivas.
  • Estoy dispuesto a tener una experiencia positiva hoy.
  • Puedo responder adecuadamente a todas las situaciones.

Recuerda que un mantra no pretende "avergonzarte" para que te comportes de una determinada manera, sino que puede servirte para recordarte que eres capaz de cambiar y crecer.

Cómo afrontar la risa nerviosa cuando ya te estás riendo

A veces, a pesar de los mejores trucos mentales, es posible que empieces a reírte en momentos inadecuados. Aquí tienes algunas cosas que puedes hacer si esto ocurre.

Piensa en algo absolutamente horrible

Este truco mental puede funcionar en algunos casos. Cuando sientas que te entra la risa floja, haz una pausa y piensa en algo terrorífico. La "visualización terrorífica" de cada persona será diferente, pero lo más probable es que tengas algo que me viene a la mente.

La próxima vez que notes que te ríes (o que quieres reírte), imagina que ocurre esa cosa horrible. Puede ayudarte a cambiar de mentalidad.

Piensa en hechos aburridos

Si la visualización de "algo horrible" no funciona, puedes intentar adoptar el enfoque opuesto. Con esta estrategia, vas a centrarte en neutralizar tus emociones. En lugar de pensar en tus sentimientos, vas a centrarte en los hechos.

Empieza a repasar los hechos que conoces: tu estatura, tu nombre, la fecha, el color de las paredes de la habitación. Lo ideal es que sean hechos que no te emocionen ni te alteren. Concéntrate en estos hechos cuando empieces a reírte. Puede que así consigas volver al momento presente.

Distraerse físicamente

La risa puede ser una descarga de energía física. En su lugar, intenta concentrarte en diferentes sensaciones físicas. Por ejemplo, puedes probar a mover una goma elástica en la muñeca. También puedes practicar literalmente morderte la lengua.

Por supuesto, estas distracciones no deben ser un acto de castigo, son más bien una distracción. Si tienes antecedentes de autolesiones como cortarte o quemarte, esta técnica no es recomendable.

Discúlpate para ir a reír

Si te entra un ataque de risa, intentar parar a veces puede empeorar las cosas. En lugar de eso, sal rápidamente de la habitación y desahógate. Aunque te resulte embarazoso, es mejor que reír incontroladamente durante una situación seria.

Si alguien te pregunta por qué te has marchado, puedes decir simplemente que querías respetar al orador y no interrumpirle.

Discúlpate cuando te rías de forma inapropiada

Si acabas riéndote en un momento inadecuado, reconoce el comportamiento. Es mucho más incómodo para todos si lo ignoras. Alguien podría creer que te estás riendo de él y otras personas podrían pensar que estás actuando de forma insensible o grosera.

Tu disculpa no tiene por qué ser exagerada. Puedes decir, "Sé que no es gracioso. A veces, me río cuando estoy nervioso. Pido disculpas".

Pedir disculpas demuestra que respetas a la otra persona y que estás dispuesto a responsabilizarte de tus actos.

¿Y si no puede contener la risa nerviosa?

En algunos casos, estas estrategias de autoayuda pueden no ser suficientes. A continuación se ofrecen otras sugerencias en las que merece la pena pensar.

Hable con su médico

Como ya se ha dicho, la risa nerviosa puede ser síntoma de una enfermedad. Es conveniente hacerse un chequeo médico todos los años. Hable con su médico sobre lo que le ocurre y él podrá remitirle a las pruebas y revisiones adecuadas.

Los médicos también pueden remitirle a psiquiatras. A veces, la medicación puede ayudar con la risa nerviosa, sobre todo si la risa se debe a la ansiedad.

Prueba la terapia

La terapia puede ayudar con las habilidades sociales y la autoestima. La mayoría de las veces, la risa nerviosa proviene de sentirse incómodo o ansioso. Es importante aprender a manejar estas emociones de forma productiva.

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Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.