Cómo ser más extrovertido (si no eres sociable)

Cómo ser más extrovertido (si no eres sociable)
Matthew Goodman

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"Me encantaría ser más extrovertida y segura de mí misma, pero a menudo no me apetece socializar. Cuando lo hago, me pongo nerviosa y no sé qué decir".

Soy introvertida y pasé la mayor parte de mi infancia sola. Durante años me sentí incómoda, nerviosa y tímida con la gente. Más adelante aprendí a superar mi torpeza y a ser más extrovertida:

Para ser más extrovertido, practique ser amable y relajado. Eso hace que la gente se sienta cómoda y amable a cambio. Recuérdese a sí mismo que todo el mundo tiene inseguridades. Hacerlo puede ayudarle a sentirse más a gusto. Tome iniciativas para quedar y sienta curiosidad por la gente. Eso le ayudará a establecer vínculos más rápidamente.

Pero, ¿cómo hacerlo en la práctica? Eso es lo que trataremos en esta guía.

Cómo ser más extrovertido

He aquí cómo ser más extrovertido:

1. Recuerda que todo el mundo tiene inseguridades

Solía sentir que todo el mundo se fijaba en mí cada vez que entraba en una habitación, como si me juzgaran por ser nerviosa y torpe.

En realidad, Los introvertidos tienden a sobrestimar la atención que les prestan los demás. Darte cuenta de esto puede ayudarte a ser más extrovertido porque no estarás tan preocupado por lo que los demás piensen de ti.

Los científicos lo denominan efecto foco:[]

El efecto foco nos hace sentir que destacamos. En realidad, no es así.

Todo el mundo está ocupado pensando en sí mismo. Puede parecer que hay un foco de atención sobre ti en todo momento, pero no es así.

Te sorprenderá saber que muchas otras personas comparten tus inseguridades. Mira este gráfico:

  • 1 de cada 10 personas ha padecido ansiedad social en algún momento de su vida[].
  • 1 de cada 3 millennials afirma no tener amigos íntimos[].
  • 5 de cada 10 se consideran tímidos[, ].
  • A 5 de cada 10 mujeres no les gusta su aspecto.[] (Sólo el 4% de las mujeres se sienten cómodas describiéndose a sí mismas como bellas.[])
  • 8 de cada 10 se sienten incómodos siendo el centro de atención[].

A menudo asumimos que somos más nerviosos y torpes que los demás. El problema es que juzgamos a la gente por su comportamiento observable. Si otra persona parece tranquila, es fácil concluir que está relajada. Pero no puedes saber cómo se siente por dentro, así que hacer este tipo de comparaciones no es útil.

Echa un vistazo a esta foto:

Algunas personas de la foto parecen seguras de sí mismas, pero todas tienen inseguridades, aunque sepan disimularlas bien. Igual que tú, a veces tienen días malos o momentos de duda.

Cambiar de perspectiva puede ayudarte a ver el mundo de forma más realista. Yo llamo a esto recalibración La recalibración también nos muestra cuándo nuestras creencias incorrectas y poco útiles no son ciertas. En este caso, podemos ver que creencias como "Todo el mundo está más relajado que yo" simplemente no son correctas. Adoptar una visión más realista hace que el mundo sea menos amenazador.

Cada vez que entre en una habitación, recuerde que, bajo la calma superficial, la mayoría de la gente esconde algún tipo de inseguridad. Muchos de ellos se sentirán socialmente incómodos. Recordar esto puede aliviar parte de la presión que usted mismo se impone, lo que a su vez le ayudará a ser más sociable.

Si te sientes nervioso o tímido, lee esta guía que te explica cómo tener más confianza en ti mismo.

2. Practicar la curiosidad por la gente

A menudo tengo problemas para elegir un tema del que hablar porque siempre me pasan muchas cosas por la cabeza.

Mira esta foto:

Imagina que dices, "Hola, ¿cómo estás?" y ella responde:

"Estoy bien, aunque ayer tuve una fiesta enorme, así que hoy tengo un poco de resaca".

Estos son los pensamientos que pueden pasar por tu cabeza si eres de los que piensan demasiado:

"Uh oh, probablemente sea mucho más sociable que yo, y se dará cuenta de que no soy tan extrovertido como ella. Y además parece que tiene un montón de amigos. ¿Qué le digo? ¡No quiero quedar como un perdedor!".

Este tipo de discurso negativo no te ayudará a ser más extrovertido.

En lugar de preocuparte por cómo suenas o por lo que los demás piensan de ti, concéntrese en conocer a su interlocutor Cuando haces esto, tu cerebro empieza a idear preguntas útiles que pueden mantener una conversación. Te vuelves más hablador. Por ejemplo:

"¿Cómo es que estaba dando una fiesta?"

"¿Qué estaba celebrando?"

"¿Estaba en la fiesta con sus amigos, compañeros de trabajo o familia?"

Este ejemplo muestra lo que ocurre cuando dejamos de compararnos con otra persona e intentamos aprender más sobre ella.

Cuando nos centramos en conocer a alguien, nos entra la curiosidad. Las preguntas empiezan a surgir de forma natural. Piensa en lo que ocurre cuando te quedas absorto en una película. Empiezas a hacerte preguntas como: "¿Es ella la verdadera criminal?" o "¿Es realmente su padre?".

Así que si estuviera hablando con la chica de arriba, podría hacerle preguntas como "¿Qué estabas celebrando?" o "¿Con quién lo estabas celebrando?".

Si tienes problemas para iniciar una conversación con alguien, puedes leer esta guía.

3. Haz preguntas y comparte algo sobre ti

Es importante hacer preguntas, pero para mantener una conversación equilibrada y de ida y vuelta, también hay que compartir un poco de información sobre uno mismo.

Puede que tengas muchas cosas interesantes que decir, pero si no te relacionas con nadie durante una conversación, la gente se aburrirá. Por otro lado, si haces demasiadas preguntas a alguien, sentirá que le están interrogando.

¿Cómo se consigue el equilibrio? Utilizando el método "IFR":

  1. I nquire
  2. F ollow-up
  3. R elate

Pregunta:

Tú: "¿Qué has hecho hoy?"

Ellos: "He dormido hasta las 2 de la tarde, así que en realidad no he hecho nada".

Seguimiento:

Tú: "Jaja, oh. ¿Cómo es que te has levantado tan tarde?".

Ellos: "Estuve despierto toda la noche preparando una presentación para el trabajo".

Relacionarse:

Tú: "Ya veo. Hace unos años pasaba la noche en vela".

Ahora puedes volver a empezar el ciclo:

Pregunta:

Usted: "¿De qué trataba la presentación?"

Ellos: "Era sobre un estudio sobre el medio ambiente que acabo de terminar".

Seguimiento :

Usted: "Interesante, ¿cuál fue su conclusión?".

Siempre que prestes atención a lo que dice la otra persona, tu curiosidad natural se activará y serás capaz de formular suficientes preguntas.

Utilizando un bucle IFR-IFR-IFR, puedes hacer que tus conversaciones sean más interesantes. Vas y vienes, conociendo a la otra persona y compartiendo un poco sobre ti. Los científicos del comportamiento llaman a esto un conversación de ida y vuelta.

4. Acepta quién eres y asume tus defectos

En el colegio me acosaban por cualquier cosa. Mi cerebro "aprendió" que la gente me juzgaría. Aunque no me acosaron cuando dejé el colegio, seguía teniendo el mismo miedo de adulto.

Intenté ser perfecta para que nadie se metiera conmigo, pero esta estrategia no me hizo sentir más segura ni más extrovertida, sino más cohibida. Al fin y al cabo, es difícil ser sociable cuando tienes miedo a que te juzguen.

Con el tiempo, un amigo me enseñó una valiosa lección.

En lugar de intentar ser perfecto, había empezado a ser completamente abierto sobre todos sus defectos. Era virgen desde hacía más tiempo que la mayoría de los chicos, y siempre le petrificaba que la gente lo descubriera. Finalmente, decidió dejar de preocuparse por si lo sabían.

Era como si dijera: "Vale, me rindo, aquí están mis defectos. Ahora que lo sabes, haz lo que quieras con ello".

Ver también: Cómo ser tú mismo (15 consejos prácticos)

La voz crítica de su cabeza desapareció. No tenía por qué temer que los demás descubrieran su secreto, así que ya no le asustaba su reacción.

Eso no significa que mi amigo empezara a decirle a todo el mundo que era virgen. Lo importante es que su mentalidad había cambiado. Su nueva actitud era, "Si alguien me preguntara si soy virgen, se lo diría en lugar de ocultarlo".

Personalmente, estaba obsesionada con el tamaño de mi nariz. Pensaba que era demasiado grande. A medida que me obsesionaba más, empecé a intentar angularme de tal forma que la gente nunca viera mi perfil.

Cada vez que entraba en una habitación, daba por sentado que todo el mundo se fijaba en mi nariz (ahora sé que esto sólo estaba en mi cabeza, pero en aquel momento me parecía muy real).

No estoy sugiriendo que intentes convencerte de que no tienes defectos. Yo no intenté hacerme creer que tenía una nariz pequeña. Se trata de que asumir tus defectos .

Todo el mundo anda comparándose con los demás, aunque sólo pueda ver lo que hay en la superficie.

Ser dueño de tus defectos es darte cuenta de que todo ser humano tiene imperfecciones y que no tiene sentido intentar ocultar las tuyas. Debemos seguir trabajando para mejorar, pero no hay necesidad de ocultar quiénes somos.

Puede que te guste este artículo sobre la autoaceptación.

5. Practicar el rechazo

Mis amigos con éxito social me han dicho que se enfrentan al rechazo todo el tiempo, y que les gusta.

Al principio me costaba creerlo. Yo veía el rechazo como una señal de fracaso que había que evitar a toda costa, pero ellos siempre lo vieron como una señal de crecimiento personal. Para ellos, ser rechazado significa que aprovechas las oportunidades que te da la vida. Si te pones en situaciones en las que te pueden rechazar, estás viviendo la vida al máximo.

Me costó un poco hacerme a la idea, pero tiene sentido. Una vida vivida en plenitud está llena de rechazos, porque la única forma de no ser rechazado es no arriesgarse.

Incluso hay juegos con los que puedes practicar cómo afrontar el rechazo.

Esto es lo que hago:

Si quiero quedar con alguien, ya sea una chica que me atrae o un nuevo conocido, le envío un mensaje:

"Fue un placer hablar contigo. ¿Quieres tomar un café la próxima semana?"

Pueden pasar dos cosas. Si me dicen que sí, ¡genial! He hecho un nuevo amigo. Si me rechazan, también es genial. He crecido como persona. Y, lo mejor de todo, sé que no he perdido una oportunidad.

La próxima vez que te encuentres en una situación en la que te puedan rechazar, recuérdate que es una señal de que vives la vida al máximo.

6. Atrévete a ser cálido con la gente desde el primer momento

Solía tener la fuerte sensación de que no le caía bien a la gente. Creo que provenía de mi época en la escuela primaria, donde algunos de los otros niños solían acosarme. Pero el problema era que, mucho después de la escuela, seguía teniendo miedo de que la gente no quisiera ser mi amiga.

También tenía la convicción de que no caía bien a la gente por mi nariz grande. Como defensa contra futuros rechazos, esperaba a que los demás fueran amables conmigo antes de atreverme a serlo con ellos.

Este diagrama ilustra el problema:

Como esperaba a que los demás fueran amables conmigo primero, parecía distante. La gente respondía siendo distante a mi vez. Supuse que era por mi nariz.

En retrospectiva, esto era ilógico. Un día, a modo de experimento, intenté ser cálido con la gente primero. No pensé que funcionaría, pero el resultado me sorprendió. Cuando me atreví a ser cálido primero, ¡la gente fue cálida de vuelta!

Esto supuso un gran salto en mi búsqueda personal de ser más extrovertido.

Ten en cuenta que ser cariñoso no es lo mismo que ser necesitado; la calidez es una cualidad atractiva, pero ser demasiado necesitado puede ser contraproducente.

7. Da pequeños pasos

Nunca tuve problemas para ser yo misma cuando estaba con mis amigos íntimos, pero con los desconocidos, sobre todo con los que me intimidaban, me paralizaba. Por "intimidante" me refiero a cualquiera que fuera alto, guapo, ruidoso o seguro de sí mismo. Mis niveles de adrenalina se disparaban y entraba en modo de lucha o huida.

Incluso recuerdo haberme preguntado: "¿Por qué no puedo relajarme y ser normal?".

Un amigo mío, Nils, tenía el mismo problema. Intentó superarlo haciendo locuras fuera de su zona de confort.

He aquí algunos ejemplos:

Acostado en una calle concurrida

Hablar ante una gran multitud

Hacer stand-up en el metro

Hablando con todas las chicas de la calle que le parecían atractivas

Estos experimentos demuestran que se puede aprender a ser más extrovertido rápidamente. Por desgracia, Nils no podía seguir haciendo estas acrobacias con regularidad, era demasiado agotador.

Para ser más extrovertido y salir definitivamente de tu zona de confort, tienes que adoptar un enfoque más sostenible. Prueba a fijarte pequeñas metas que vayan aumentando gradualmente en dificultad.

Por ejemplo, tu primer objetivo podría ser establecer contacto visual con el camarero de tu cafetería favorita la próxima vez que entres. Cuando lo hayas conseguido, puedes fijarte el nuevo objetivo de sonreír y decir "Hola". El siguiente paso podría ser hacer un simple comentario o una pregunta educada como "¿Cómo estás esta mañana?" o "Vaya, qué calor hace hoy, ¿verdad?".

8. Permanecer más tiempo en situaciones incómodas

Por ejemplo, si te sientes incómodo cuando hablas con un desconocido, probablemente intentes zanjar la conversación lo antes posible. En lugar de eso, intenta mantener la conversación un poco más, aunque te resulte incómodo[].

Cuantas más horas pasemos en situaciones incómodas, menos nos afectarán.

Cada vez que te sientas nervioso, intenta quedarte donde estás. Cuanto más tiempo te permitas sentirte nervioso, más se vaciará tu cubo de nerviosismo y más cómodo te sentirás.

Antes veía el nerviosismo como algo malo e intentaba evitarlo. Pero cuando empecé a permanecer más tiempo en situaciones sociales, incluso empecé a sentirme bien estando nerviosa. Estar nerviosa era una señal de que mi cubo se estaba vaciando.

Cuando ese cubo esté completamente vacío, te sentirás realmente relajado con la gente y dejarás de congelarte. Utilizando este método, puedes entrenarte para sentirte menos incómodo.

9. Identifica y cuestiona tus creencias autolimitantes

Si tu voz interior es como un crítico que te menosprecia y señala tus defectos, puedes sentirte cohibido y cohibida. Es difícil ser extrovertido y tener confianza cuando piensas mal de ti mismo.

Por ejemplo, puedes tener pensamientos como:

  • "Siempre seré tímido".
  • "No soy una persona extrovertida, y nunca lo seré".
  • "Odio mi personalidad".

Estos pensamientos reflejan tus creencias autolimitantes. Es importante cuestionar estas creencias porque pueden impedirte hacer cambios positivos. Por ejemplo, si crees que no eres capaz de hablar con la gente o de ser sociable, probablemente no harás ningún progreso porque dejarás de molestarte en intentarlo.

Un buen terapeuta también puede ayudarle a identificar y reelaborar creencias autolimitantes.

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10. Cambia tu forma de hablar

Aprender a hablar consigo mismo de forma amable y compasiva puede ayudarle a desafiar estos pensamientos inútiles, mejorar su confianza y ser más extrovertido.

No des por sentado que tus autocríticas son ciertas. Cuando surja una creencia poco útil, hazte algunas preguntas: []

  • ¿De dónde viene esta creencia?
  • ¿Es útil esta creencia?
  • ¿Cómo me frena esta creencia?
  • ¿Me hace actuar desde el miedo?
  • ¿Puedo sustituirla por una creencia más productiva?

También puede preguntarse si existen pruebas de que una creencia es falsa.

Muchas de nuestras creencias tienen sus raíces en la infancia, y no es fácil sustituirlas. Pero si consigues adquirir el hábito de evaluar críticamente tus pensamientos en lugar de tomarlos al pie de la letra, empezarás a desarrollar una imagen más realista de ti mismo.

Por ejemplo, digamos que piensas: "Nunca tengo nada interesante que decir".

Después de hacerte las preguntas anteriores, puede que te des cuenta de que esa creencia tiene su origen en tu infancia y adolescencia, cuando la gente comentaba lo callado que eras.

No es una creencia útil y te frena, porque te hace sentir como una persona aburrida, lo que te cohíbe. Te hace operar desde el miedo, porque a menudo te preocupa que alguien te llame "soso" o te insulte por ser poco interesante.

Cuando piensas en las pruebas en contra de esta creencia, te das cuenta de que has tenido varios buenos amigos a lo largo de los años que han disfrutado de tu compañía.

Con estas respuestas en mente, una creencia más productiva podría ser: "La gente ha dicho que soy callado, pero he disfrutado de algunas conversaciones estimulantes a lo largo de los años, y tendré muchas más en el futuro."

11. Hacer preguntas ligeramente personales

Si sólo hablas de hechos, tus conversaciones serán aburridas. Hacer preguntas que animen a la otra persona a contarte algo sobre sí misma hará que la conversación sea más atractiva.

He aquí un truco que utilizo para hacer interesante esta conversación: Haz una pregunta que contenga la palabra "Tú".

Por ejemplo, si estuviera hablando con alguien sobre el aumento de las cifras del paro y la conversación se estuviera volviendo aburrida, podría decir:

"Sí, espero que más gente no pierda su trabajo. ¿Qué tipo de trabajo podría usted si cambiaras completamente de trabajo".

O

"Did usted ¿Soñabas con hacer algún trabajo en particular cuando eras niño?".

Después de que me hayan contestado, les contaré algunos de mis sueños laborales, utilizando el método IFR que he descrito antes. De este modo, la conversación se volverá más personal e interesante y llegaremos a conocernos en lugar de intercambiar datos.

Esta es mi guía para no ser aburrido.

12. Comparte pequeñas cosas sobre ti

Para ser accesibles y extrovertidos, necesitamos compartir cosas sobre nosotros mismos cuando hablamos con alguien. Yo siempre solía sentirme incómodo haciendo esto. Me sentía más cómodo haciendo preguntas y conociendo a los demás.

Pero para que la gente confíe en ti y te quiera, necesita saber un poco quién eres

No hace falta que compartas tus secretos más íntimos, pero deja que los demás vean tu verdadero yo.

He aquí algunos ejemplos:

A lo mejor estás hablando de plantas. Podrías decir: "Recuerdo cultivar tomates cuando era niño. ¿También cultivabas cosas?".

No hace falta que compartas algo delicado, sólo demuestra que eres humano.

Si está hablando de Juego de Tronos, podrías decir: "Por alguna razón, nunca he llegado a verla, pero leí la serie de Narnia hace algunos años. ¿Te gusta la fantasía?".

Si te refieres a los precios de los alquileres de pisos, podrías decir: "Mi sueño es vivir algún día en un rascacielos con unas vistas estupendas. ¿Dónde querrías vivir si pudieras vivir en cualquier sitio?".

Como puede ver, el principio funciona incluso para temas que podrían parecer aburridos.

Fíjate en que todos estos ejemplos fomentan una conversación de ida y vuelta. Las preguntas meditadas y un intercambio cuidadoso te ayudan a conocer a otra persona y le dan la oportunidad de aprender más sobre ti.

Ser extrovertido y seguro de sí mismo

Las personas extrovertidas utilizan su lenguaje corporal y sus expresiones faciales para comunicar su interés por los demás y mostrar que son amables.

A continuación te explicamos cómo puedes hacer tú lo mismo:

1. Mantener el contacto visual

Mantener el contacto visual comunica que estás abierto y receptivo a los demás. Como alguien que era nervioso y torpe cuando crecía, sé que puede ser difícil.

Estos son mis trucos para mantener el contacto visual:

  1. El truco del color de ojos: Intenta determinar el color de los ojos de la persona con la que hablas. Cuando lo haces, te preocupas por intentar averiguar el color y te resulta más natural mirarla a los ojos.
  2. El truco del rabillo del ojo: Si te parece demasiado intenso mirar a alguien a los ojos, mírale al rabillo del ojo. O, si estáis a un metro de distancia, puedes mirarle a las cejas.
  3. El método de cambio de enfoque: Concentre toda su atención en lo que dice alguien cuando está hablando. Si lo hace, le resultará más natural mantener el contacto visual. Esta técnica requiere práctica.

Tienes que apartar tu atención de ti mismo y volver a centrarte en lo que dice la otra persona. Esto lleva tiempo dominarlo, pero es la forma más eficaz de mantener el contacto visual porque te hace estar más relajado.

Haga clic aquí para leer más sobre cómo sentirse más cómodo haciendo contacto visual.

2. Sonríe con el método de las patas de gallo

Si no sonreímos, las situaciones sociales se vuelven más difíciles de manejar. Los humanos sonreímos para mostrar que tenemos intenciones positivas. Es una de las técnicas más antiguas que utilizamos para hacer saber a los demás que somos amables.

Cuando me sentía incómodo, utilizaba una sonrisa falsa o me olvidaba por completo de sonreír. Pero las personas extrovertidas tienen sonrisas naturales, así que hay que aprender a sonreír de forma auténtica y natural.

Si una sonrisa no es genuina, parece rara. ¿Por qué? Porque nos olvidamos activar nuestros ojos .

Aquí tienes un ejercicio para probar:

Acérquese a un espejo e intente producir una sonrisa genuina. Deberían aparecer pequeñas "patas de gallo" en las esquinas exteriores de los ojos. Preste atención a lo que se siente con una sonrisa genuina. Cuando necesite parecer cálido y amable, sabrá si su sonrisa parece genuina porque sabrá cómo debe sentirse.

3. Utilizar un lenguaje corporal abierto

Intente evitar el lenguaje corporal cerrado, como cruzarse de brazos o sujetarse algo sobre el estómago. Estos gestos indican que se siente nervioso, molesto o vulnerable.

Para parecer más accesible:

  • Trabaja tu postura para parecer seguro pero no rígido. Este vídeo te ayudará a desarrollar una buena postura.
  • Deja que los brazos cuelguen sueltos a los lados cuando estés de pie.
  • Colóquese de pie con los pies separados a la altura de los hombros y manténgalos firmes en el suelo para evitar el balanceo nervioso. Mantenga las piernas sin cruzar.
  • Mantenga las manos visibles y no apriete los puños.
  • Manténgase a una distancia adecuada de los demás. Si se acerca demasiado, puede hacer que se sientan incómodos; si se aleja demasiado, puede parecer distante. Por regla general, acérquese lo suficiente como para estrecharles la mano, pero no más.
  • Guarda el teléfono en el bolsillo. Esconderse detrás de una pantalla puede hacer que parezcas nervioso o aburrido.

Para más consejos, consulta esta guía sobre el lenguaje corporal de confianza.

Aumentar su nivel de energía

Las personas con mucha energía parecen más seguras de sí mismas, dinámicas, cálidas y atractivas. Si quieres parecer y sentirte más extrovertido, intenta aumentar tu energía.

He aquí cómo:

1. Empieza a pensar en ti mismo como una persona enérgica

¿Conoces a alguien que irradie energía positiva? ¿De qué tipo de cosas hablan? ¿Cómo se mueven? Visualízate comportándote de forma similar y experimenta interpretando ese papel en entornos sociales. No pasa nada por fingir hasta que te resulte más natural.

2. Evite hablar en un tono monótono

Escucha a algunas personas carismáticas. Te darás cuenta de que incluso cuando hablan de temas mundanos, sus voces las hacen parecer interesantes. Las voces monótonas son aburridas y agotadoras para el oído, así que varía el tono y el volumen en la conversación.

3. Utilizar un lenguaje asertivo

Por ejemplo, en lugar de decir "Oh, no estoy seguro de eso" con voz vacilante cuando no estás de acuerdo con alguien, di "Entiendo lo que dices, pero no estoy de acuerdo. Creo que..." Puedes ser respetuoso sin dejar de defenderte.

4. Aprovechar la comunicación no verbal

Exprésate con el cuerpo, no sólo con las palabras. Las personas con mucha energía tienden a parecer animadas. Dejan que sus caras muestren sus emociones y utilizan gestos con las manos para enfatizar sus puntos. Ten cuidado de no exagerar, o parecerás maníaco. Practica tus gestos en un espejo para conseguir el equilibrio adecuado.

5. Mantenerse físicamente activo y sano

Es difícil ser optimista cuando te sientes decaído. Intenta hacer algo de ejercicio cada día y seguir una dieta equilibrada que te haga sentir con energía.

6. Termina tus interacciones sociales con una nota positiva

Termina la conversación mientras la energía en la habitación sigue siendo alta. Haz que la otra persona se sienta bien consigo misma. Esto no requiere mucho esfuerzo. Simplemente sonreír y decir algo como: "¡Fue genial verte! Te enviaré un mensaje pronto" funciona bien.

Ser sociable y extrovertido

1. Conéctese con personas a las que ya ve todos los días

Aproveche todas las oportunidades posibles para practicar las habilidades sociales básicas, como la charla trivial y el uso de un lenguaje corporal abierto. Practique con compañeros de trabajo, vecinos y cualquier otra persona a la que vea con regularidad. Con el tiempo, podrían convertirse en amigos.

2. Conviértete en un asiduo de los lugares de tu barrio

Los parques para perros, las cafeterías, los gimnasios, las bibliotecas y las lavanderías son lugares excelentes para conocer gente nueva. Todo el mundo está allí con un propósito concreto, así que ya tienes algo en común. Por ejemplo, si estás en una biblioteca, es bastante seguro que a ti y a los demás os guste leer.

3. Encontrar un nuevo grupo o club

Busca en meetup.com o en tu periódico o revista local clases y grupos permanentes que te ayuden a conocer gente nueva. No esperes hacer amigos después de una sola reunión, pero con el tiempo puedes establecer contactos significativos.

4. Mantener vivas las amistades

Mantenga sus amistades y conozca a gente nueva. Póngase en contacto cada pocas semanas con amigos y familiares a los que no ve desde hace tiempo. Atrévase a ser el primero en dar el primer paso. Pregúnteles qué han estado haciendo y si les gustaría quedar pronto.

5. Di "Sí" a todas las invitaciones

A menos que haya una buena razón por la que no puedas asistir, acepta todas las invitaciones. Probablemente no siempre te lo pasarás bien, pero cada ocasión es una oportunidad para practicar la sociabilidad. Si no puedes asistir, ofrécete para cambiar la fecha.

6. Utiliza los recados cotidianos para practicar tus habilidades sociales

Por ejemplo, en lugar de pedir la compra online, ve a la tienda y aprovecha para entablar conversación con la cajera. O en lugar de escribir un correo electrónico o utilizar un chatbot para contactar con el servicio de atención al cliente de una empresa, coge el teléfono y habla con una persona.

7. Aproveche sus contactos

Pide a tus amigos y compañeros que te presenten a otras personas con intereses similares. A medida que adquieras confianza, también puedes convertirte en un conector. Si existe la posibilidad de que dos personas que conoces se gusten mutuamente, ofrécete a hacer una presentación. Este puede ser el primer paso para crear un grupo de amigos.

Aquí tienes nuestra guía detallada sobre cómo ser más social.

Ser más divertido

1. Evita los chistes y las frases hechas

Los graciosos suelen ser observadores agudos del mundo que les rodea. Señalan contradicciones y absurdos que hacen que todo el mundo vea las cosas de otra manera. Los comentarios más graciosos suelen ser espontáneos y surgen de forma natural a partir de una situación.

2. Contar historias cercanas

Las anécdotas breves sobre situaciones incómodas en las que te has encontrado pueden ser divertidas y hacerte parecer más simpático.

3. Estudiar la comedia

Vea películas y programas de televisión divertidos. No copie los chistes ni las historias, pero observe cómo los personajes pronuncian las grandes frases y por qué son efectivas. Si los chistes caen en saco roto, pregúntese por qué. Intente aprender de los errores de los demás.

4. Experimentar con varios estilos

Rellena este Cuestionario de Estilos de Humor para averiguar qué tipo de humor tiendes a utilizar. El cuestionario también te dirá cómo pueden percibir tus chistes los demás.

5. Piénsatelo bien antes de menospreciarte

El humor autodespreciativo es eficaz con moderación, pero si te menosprecias con demasiada frecuencia, los demás pueden pensar que tienes baja autoestima. También pueden sentirse incómodos porque has dejado al descubierto tus profundas inseguridades personales.

6. Aprender de los errores

Por ejemplo, si crees que tu chiste ha sido demasiado autodespreciativo y ha incomodado a la gente, no seas tan duro contigo mismo en el futuro. O si has malinterpretado a tu público y parece ligeramente ofendido, quizá sea mejor que evites utilizar un humor similar la próxima vez.

7. Recuerda que cada persona tiene una respuesta única

No todo el mundo disfruta bromeando, y algunas personas sólo responden a tipos de humor muy concretos. No te lo tomes como algo personal si alguien nunca se ríe de ninguno de tus chistes o comentarios ingeniosos.

8. Sé amable

Aparte de las bromas ligeras con gente que conoces bien, no hagas bromas a costa de otra persona. Puede convertirse fácilmente en acoso, y puedes dar sin querer en una de sus inseguridades más profundas.

9. Discúlpate si causas ofensa

Si accidentalmente te pasas de la raya y molestas a alguien, discúlpate rápidamente y cambia de tema. Ten en cuenta que no siempre es posible predecir qué temas ofenderán a la gente.

Puede que también te guste este artículo con más consejos sobre cómo ser gracioso.

Ser extrovertido en la universidad

1. Deje la puerta abierta

Sólo con decir: "Hola, ¿qué tal?" es suficiente para indicar que te gustaría conocerles.

2. Pasar el rato en zonas comunes

Sonríe y establece contacto visual con otros estudiantes que estén cerca, y luego pasa a la conversación trivial si parecen dispuestos a conversar. Si tienes pensado salir, aunque sólo sea a la biblioteca, pregúntales si quieren acompañarte.

3. Charla con tus compañeros

No hace falta que digas nada profundo. Unos simples comentarios sobre el material de clase, un próximo examen o por qué te gusta el profesor son suficientes para iniciar una conversación.

4. Apúntate a sociedades y clubes

Las fiestas y los eventos puntuales pueden ser muy divertidos, pero hay más posibilidades de desarrollar amistades significativas con personas afines a las que ves con regularidad.

5. Consigue un trabajo a tiempo parcial o haz voluntariado

Elige un puesto que implique contacto directo con clientes o usuarios de servicios. Tus habilidades sociales se desarrollarán rápidamente porque conocerás a mucha gente.

6. Formular y responder preguntas en clase

Es una oportunidad para practicar el habla con alguien a quien no conoces muy bien, una habilidad muy útil si quieres hacer nuevos amigos.

7. Procura no someterte a demasiada presión

Si no eras muy extrovertido en el instituto, la universidad puede parecerte una oportunidad para reinventarte, pero no esperes que tu personalidad cambie de la noche a la mañana. Da pequeños pasos sostenibles a tu propio ritmo.

Ser extrovertido y tener confianza en el trabajo

1. Busque a sus colegas

Encuentre el lugar al que la gente suele ir durante sus descansos. Cuando tenga algo de tiempo libre, vaya allí también. Cuando vea a un compañero, establezca contacto visual, sonría y diga "Hola". Si parece simpático, intente entablar una pequeña conversación. Empezará a ver a las mismas personas con regularidad y le resultará más fácil mantener conversaciones.

2. Invita a tus compañeros de trabajo

Diles adónde vas y "¿quieres venir también?" Mantén un tono informal y parecerás seguro.

3. Preparar las respuestas a las preguntas más frecuentes

Por ejemplo, es casi inevitable que tus compañeros de trabajo te pregunten en algún momento: "¿Has pasado un buen fin de semana?" o "¿Cómo te ha ido la mañana?".

Ofrezca algo más que una respuesta de una sola palabra; dé una respuesta que invite a la conversación. Por ejemplo, en lugar de decir "Bien", diga: "He pasado un buen fin de semana, gracias. He ido a la nueva galería de arte que acaban de abrir en la ciudad. ¿Habéis hecho algo divertido?" Muestre un interés genuino por la vida de sus compañeros fuera del trabajo. Cambiar de actitud le hará más curioso y extrovertido de forma natural.

4. Ven preparado

Escribe una lista de ideas y puntos que quieras plantear. Te sentirás más seguro si tienes delante unas notas claras.

5. No hables mal de nadie a sus espaldas

En lugar de eso, haz cumplidos sinceros, céntrate en lo que va bien en el trabajo y anima a los demás. Tus compañeros se sentirán atraídos por tu energía positiva, que a su vez te ayudará a sentirte más seguro de ti mismo.

6. Acepta todas las invitaciones que puedas

No tienes por qué quedarte hasta el final. Incluso media hora es mejor que no ir; puedes tener una gran conversación en 30 minutos. A medida que te sientas más cómodo con tus compañeros, puedes intentar quedarte más tiempo cada vez.

Ser extrovertido en las fiestas

1. Prepárese

Saber qué esperar te ayudará a tener más confianza. Pregunta al organizador:

  • ¿Cuántas personas asistirán a la fiesta?
  • ¿Quiénes son los otros invitados? Esto no significa una lista de nombres completos y ocupaciones. Sólo necesitas una idea general. Por ejemplo, ¿ha invitado el organizador a sus amigos, parientes, colegas, vecinos, o una mezcla?
  • ¿Es probable que la fiesta sea ruidosa, civilizada o algo intermedio?
  • ¿Habrá actividades especiales, como juegos?

Estas respuestas le ayudarán a preparar buenas preguntas y temas de conversación. Por ejemplo, si el organizador trabaja para una empresa tecnológica y ha invitado a algunos colegas, puede ser una buena idea hojear algunas de las últimas noticias relacionadas con la tecnología en su sitio web de noticias favorito.

2. Aclare su intención

Antes de salir de fiesta, decide qué quieres conseguir. Tener un objetivo te mantiene centrado en los demás y en tu entorno. Sé específico.

He aquí algunos ejemplos:

  • Me presentaré a tres personas nuevas y practicaré la conversación trivial.
  • Me pondré al día con mis amigos del instituto a los que no veo desde hace cinco años. Averiguaré a qué se dedican y si están casados. Anuncios
  • Me presentaré y mantendré una conversación con los colegas de mi nuevo amigo que sé que estarán allí.

3. Utiliza la visualización para calmar tus inseguridades

Pregúntate qué es lo que temes y visualízate superándolo con éxito.

Por ejemplo, supongamos que tiene miedo de que no se le ocurra nada que decir. ¿Cuál es el peor escenario realista? Puede que la persona con la que está hablando parezca un poco aburrida, se excuse y se vaya a hablar con otra persona.

Sea cual sea tu miedo, imagina cómo se desarrollaría la situación.

El siguiente paso es identificar cómo podrías responder si tu miedo se hiciera realidad. Siguiendo con el ejemplo anterior, podrías tomarte unos momentos para respirar, beber algo fresco y luego buscar a otra persona con la que hablar. Puede que te sientas avergonzado durante un rato, pero no es el fin del mundo. Si puedes imaginar cómo te enfrentarías a una situación social potencialmente difícil, te sentirás más seguro.

4. Mantén conversaciones ligeras

Por regla general, la mayoría de la gente va a las fiestas para desconectar y divertirse. Es poco probable (pero no imposible) que mantengas conversaciones en profundidad sobre temas serios. Limítate a temas seguros.

Cuando conozcas a alguien nuevo, pregúntale de qué conoce al anfitrión y luego céntrate en aprender más sobre él. Evita entrar en debates acalorados y mantente alejado de temas potencialmente controvertidos.

Si quieres más inspiración, consulta esta lista de 105 preguntas para hacer en las fiestas.

5. Intenta participar en una conversación de grupo

Las personas extrovertidas tienden a unirse a las conversaciones de grupo si creen que el tema es interesante. Para ello, empiece situándose en el borde del grupo. Antes de decir nada, escuche atentamente durante unos minutos para calibrar el estado de ánimo del grupo.

Si parecen abiertos y amistosos, haz contacto visual con quien esté hablando y sonríe. Entonces podrás contribuir a la discusión. Para llamar la atención de todos, utiliza primero un gesto con la mano, como se muestra en este artículo sobre cómo participar en conversaciones de grupo.

6. Evita utilizar el alcohol como muleta

El alcohol es un lubricante social muy popular en las fiestas. Unas copas pueden hacer que te sientas más extrovertido y seguro de ti mismo[]. Sin embargo, no puedes recurrir al alcohol en todos los actos sociales, así que lo mejor es aprender a ser extrovertido estando sobrio.

Cuando empieces a poner en práctica los consejos de esta guía, te darás cuenta de que no necesitas el alcohol para disfrutar de un acto social. Puede que también descubras que las conexiones que estableces con otras personas son más significativas y auténticas cuando bebes con moderación.

Ser extrovertido siendo introvertido

"Como introvertida, me cuesta ser extrovertida. Algunas situaciones son más difíciles que otras. Por ejemplo, no sé cómo ser amable cuando socializo en un grupo grande: mi energía se agota muy rápido."

En comparación con los extrovertidos, los introvertidos prefieren entornos menos estimulantes y los actos sociales les resultan más agotadores. Tienden a centrarse en sus pensamientos y sentimientos internos en lugar de buscar estímulos externos. Los introvertidos se conforman con pasar tiempo a solas y suelen ser muy conscientes de sí mismos.[] La introversión no es lo mismo que ser tímido o tener ansiedad social. Es simplemente un rasgo de la personalidad.

Por ejemplo, si quieres hacer nuevos amigos, actuar de forma más extrovertida puede facilitar que los demás se sientan atraídos por ti.

1. Estar abierto al cambio

Podemos llegar a estar tan apegados a una etiqueta o a una identidad que nos sintamos reacios a cambiar nuestra forma de ser. Si te describes con orgullo como "un auténtico introvertido", la idea de comportarte de un modo más extrovertido puede resultarte incómoda. Incluso puede parecerte que estás traicionando tu verdadero yo.

Sin embargo, puedes cambiar tus comportamientos sin perder de vista quién eres. Probablemente no te comportarías exactamente igual con tus colegas que con un hermano o un amigo íntimo, pero sigues siendo la misma persona en ambas situaciones. Los seres humanos somos complejos. Somos capaces de cambiar nuestros rasgos de personalidad y podemos adaptarnos a nuevos entornos sociales[].

2. Practicar la socialización en pequeños grupos

Algunos introvertidos prefieren socializar de tú a tú, y no hay nada malo en ello, pero si quieres sentirte cómodo en fiestas o en grupos grandes, tendrás que salir de tu zona de confort.

Ver también: Cómo hablar con alguien con depresión (& Qué no decir)

Empieza por quedar con dos o tres personas a la vez. Haced una actividad que os dé a todos algo en lo que centraros o de lo que hablar, como visitar una galería de arte o ir de excursión. Luego puedes ampliar el grupo para incluir a más gente, quizá preguntando a las parejas de tus amigos o a sus otros amigos. Con la práctica, te sentirás más experto en socializar en reuniones más grandes.

3. No descartes las conversaciones triviales

A muchos introvertidos no les gustan las conversaciones triviales, les parecen superficiales o una pérdida de tiempo y prefieren hablar de temas más importantes.

Pero las conversaciones triviales son el primer paso para entablar y desarrollar relaciones, ya que permiten a las personas establecer vínculos y fomentan un sentimiento mutuo de confianza, además de ayudarnos a descubrir si tenemos algo en común con otra persona.

Las personas extrovertidas lo entienden, aprovechan su curiosidad subyacente y hacen un uso cuidadoso de las conversaciones triviales para aprender más sobre los demás.

Si no estás seguro de qué decir, inspírate en tu entorno o situaciones. Por ejemplo, si estás en una boda, podrías decir: "¿No son preciosos los arreglos florales? ¿Cuál es tu favorito?" O si estás en la sala de descanso del trabajo después de una reunión, podrías preguntar: "La presentación de esta mañana me ha parecido interesante, ¿qué te ha parecido a ti?".

4. Recuerda F.O.R.D.

La técnica F.O.R.D. puede ayudarte si la conversación empieza a agotarse.

Pregunta sobre:

  • F: Familia
  • O: Profesión
  • R: Ocio
  • D: Sueños

Los cumplidos sinceros y las preguntas sencillas, como "¿Sabes cómo funciona esta cafetera?", también son eficaces.

Consulta esta guía para obtener más consejos sobre cómo entablar conversaciones triviales.

5. Busca personas que compartan tus intereses

Los extrovertidos suelen prosperar en lugares ruidosos y concurridos, como bares y fiestas ruidosas, pero a los introvertidos les resulta más fácil ser extrovertidos cuando están rodeados de personas que comparten sus aficiones, valores e intereses. Cuando conozcas a alguien en un encuentro centrado en uno de tus intereses, ya tendrás garantizado el inicio de una conversación.

Busca grupos en meetup.com o infórmate sobre las clases que se imparten en tu colegio comunitario. El voluntariado es otra buena forma de conectar con personas de ideas afines.

6. Encontrar un lugar para descansar

Cuando llegue a un lugar nuevo, familiarícese con el entorno y encuentre un lugar tranquilo al que pueda retirarse cuando se sienta abrumado. Saber que puede disponer de unos minutos alejado del grupo principal puede ayudarle a mantenerse relajado.

7. Permítase salir antes

Aunque te lo estés pasando muy bien, es posible que empieces a sentirte cansado o emocionalmente agotado antes que los demás. No pasa nada: atiende a tus necesidades. Intenta quedarte al menos media hora y retírate si tus niveles de energía están bajando.

Libros que le ayudarán a ser más extrovertido

Aquí tienes tres de los mejores libros sobre cómo ser extrovertido. Te enseñarán a tener más confianza con los demás y a desarrollar tus habilidades sociales.

1. Guía de habilidades sociales: Controla la timidez, mejora tus conversaciones y haz amigos sin renunciar a quién eres

Este libro le enseñará a no ser tímido en entornos sociales, a hacer amigos y a mejorar su vida social en general.

2. How to Say It at Work: Putting Yourself Across with Power Words, Phrases, Body Language, and Communication Secrets (Cómo decirlo en el trabajo: cómo expresarse con palabras poderosas, frases, lenguaje corporal y secretos de comunicación).

Si le cuesta ser más extrovertido en el trabajo o cuando asiste a eventos empresariales, consiga este libro. Le enseñará a utilizar la conversación y la comunicación no verbal para crear una buena impresión y entablar relaciones en entornos profesionales.

3. La ventaja del introvertido: cómo las personas calladas pueden prosperar en un mundo extrovertido

Si eres introvertido, esta guía te enseñará a comportarte de forma más sociable y extrovertida sin sentirte agotado.

En esta guía encontrarás más libros sobre habilidades sociales.




Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.