Cómo dejar de quejarse (por qué lo hace yamp; qué hacer en su lugar)

Cómo dejar de quejarse (por qué lo hace yamp; qué hacer en su lugar)
Matthew Goodman

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Todo el mundo se queja de vez en cuando, pero las quejas crónicas que se han convertido en un hábito pueden ser difíciles de abandonar. Ser negativo y quejarse todo el tiempo no sirve para nada, puede deteriorar tu estado de ánimo y, con el tiempo, puede resultar molesto para las personas que te rodean. Quizá ya te hayas dado cuenta de esto. Quizá ya hayas intentado quejarte menos, pero no has conseguido dejarlo del todo.

En este artículo, te daremos pasos prácticos y sencillos para ayudarte a dejar de quejarte y criticarlo todo. También compartiremos algunas razones por las que la gente se queja y responderemos a algunas preguntas habituales sobre las quejas.

Cómo dejar de quejarse

Puede que sea imposible no quejarse nunca, pero si consigues aprender a dejar de quejarte o incluso aprender a quejarte menos, experimentarás muchos cambios positivos en tu vida. Te sentirás más feliz y tus relaciones mejorarán. Aunque será todo un reto cambiar tu mentalidad pesimista y crítica por una más positiva, es posible. Simplemente se requiere la adecuadamotivación y la voluntad de practicar un pensamiento diferente.

Aquí tienes 7 maneras de dejar de quejarte:

1. Aumente su concienciación

Si aprendes a captar el momento en que estás a punto de quejarte, esta toma de conciencia puede servir de poderoso catalizador para el cambio.

Para crear el hábito de ser más consciente de uno mismo, prueba a utilizar un recordatorio físico, como llevar una goma elástica alrededor de la muñeca. Cuando estés a punto de quejarte, cambia la goma a la otra muñeca y hazte estas preguntas de autorreflexión:

  • ¿Qué pretendo conseguir expresando esta queja a esa persona? ¿Puede ofrecerme apoyo o ayudarme a encontrar una solución?
  • ¿Me estoy quejando de algo que puedo arreglar yo mismo?
  • ¿Ya me he quejado de esto?

Ser capaz de hacer una pausa y reflexionar de este modo evitará que te quejes con el piloto automático.

2. Centrarse en la resolución del problema

Las investigaciones han demostrado que quejarse con el objetivo de conseguir algún resultado, como resolver un problema, puede ser positivo[]. La próxima vez que sienta el impulso de quejarse, pregúntese si quejarse le ayudará a resolver su problema. Si la respuesta es afirmativa, pregúntese cómo.

Supongamos que no te gusta la forma en que se celebran las reuniones en el trabajo. ¿Quejarte de ello ayudaría a solucionar el problema? Si estuvieras cotilleando el tema con un compañero día tras día, quizá no. Pero, ¿y si te diriges al jefe con tu queja y le explicas la lógica que hay detrás? Tus posibilidades de arreglar las cosas serían mucho mayores si te comunicaras con la parte adecuada de la forma adecuada.

3. Aceptar lo que no se puede cambiar

A veces la gente se queja porque no está satisfecha con la realidad[] y se siente impotente para cambiarla. No todos los problemas tienen una solución clara y, en este caso, desahogarse con los demás sobre cómo te sientes puede ser catártico.

Es cuando repites continuamente los mismos problemas cuando hasta la persona más comprensiva y empática puede sentirse molesta. Hacer esto tampoco es bueno para ti. Quejarte a tu novio o novia de lo mucho que odias tu trabajo y de cómo quieres dejarlo cada día no hará más que reforzar tus sentimientos negativos[].

En lugar de eso, practique la aceptación. Dígase a sí mismo que esto es sólo una temporada en su vida, que las cosas no siempre serán así. Practicar la aceptación le ayudará a mantener a raya los pensamientos obsesivos y negativos y, por tanto, las quejas.[]

4. Haz de la gratitud tu nueva actitud

Las personas que se quejan mucho parecen ser bastante críticas y tener una visión más pesimista. Parece que, en algún momento, quejarse y lamentarse se ha convertido en un hábito para ellas.

Cuando se trata de dejar un mal hábito, no suele ser muy eficaz limitarse a decirse a uno mismo que va a dejarlo. Un enfoque mejor es incorporar un buen hábito, con el objetivo de que al final no haya más espacio para el malo.[]

Intenta sustituir las quejas por la gratitud. Practica la adopción de una mentalidad agradecida llevando un diario de gratitud. Cada mañana y cada noche, escribe 3 cosas por las que estés agradecido. Con el tiempo, te resultará más fácil pensar de forma más positiva, y serás más feliz por ello.

5. Engaña a tu cerebro

Es fácil saber cómo se siente una persona observando su expresión facial. Cuando la gente sonríe, suponemos que está contenta. Cuando frunce el ceño, suponemos que está triste o enfadada. En circunstancias típicas, lo primero es el sentimiento y después la expresión facial. Sin embargo, las investigaciones demuestran que esto también puede funcionar a la inversa[].

La "teoría de la retroalimentación facial"[] dice que las expresiones faciales que ponemos pueden hacernos sentir la emoción asociada. Así que, la próxima vez que te sientas insatisfecho y quieras quejarte, pon a prueba esta teoría. Evita arrugar la cara en señal de consternación. En su lugar, prueba a esbozar una sonrisa. Dale unos minutos para ver si te sientes mejor.

6. Dejar de etiquetarlo todo

Cuando la gente se queja, es porque ha juzgado a una persona o una situación y la ha calificado de "mala", "inaceptable" o algo similar. El juicio personal, según la antigua filosofía estoica, es la raíz de toda la infelicidad y el sufrimiento mental del ser humano[].

Ver también: Cómo dejar de estar callado (cuando estás atascado en tu cabeza)

Los filósofos estoicos sugieren que si las personas dejan de emitir juicios, no tendrán espacio para estar insatisfechas. Sin insatisfacción, no habría quejas[].

Así que, la próxima vez que sientas la tentación de emitir un juicio sobre una situación, intenta describirla de la forma más neutra posible. Pongamos que estás en un atasco de camino al trabajo. Evita decirte a ti mismo lo penoso que es y cómo va a hacer que llegues tarde. Simplemente toma nota de los hechos: vas al trabajo y te has quedado parado temporalmente.

7. Hable con un terapeuta

¿Suele quejarse mucho? ¿Está afectando seriamente a su estado de ánimo y a su calidad de vida en general? Si es así, puede que merezca la pena buscar ayuda profesional.

Un terapeuta trabajará con usted para ayudarle a cambiar patrones de pensamiento poco útiles que le hacen quejarse todo el tiempo. También le ayudará a desarrollar mejores formas de afrontar sus problemas y de comunicárselos a los demás para que no le abrumen.

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¿Por qué se queja la gente?

La gente se queja por todo tipo de motivos, pero normalmente las quejas expresan insatisfacción con algo o alguien. Al desahogar sus frustraciones, la gente busca ser escuchada, apoyada y validada por los demás.

He aquí 6 razones por las que la gente se queja:

1. Quejarse puede ayudar a regular las emociones (a veces)

Las investigaciones han demostrado que desahogarse -expresar emociones fuertes y negativas- puede ayudar a las personas a afrontar el estrés. Sin embargo, que desahogarse sea útil o no depende de la persona que recibe la queja y de cómo responda a ella[] Para que desahogarse sea eficaz, el quejoso necesita sentirse apoyado.

Otra forma en que el desahogo puede no ayudar a regular las emociones es cuando hace que las personas se sientan peor después. A veces, hablar de las emociones negativas puede aumentarlas, lo que puede hacer que el estado de ánimo de una persona decaiga aún más[]. Cuando el desahogo se produce con demasiada regularidad, puede poner a una persona en un estado de estrés crónico, lo que puede tener implicaciones para la salud[].

Si tienes tendencia a desahogarte con demasiada frecuencia, quizá te guste este artículo sobre formas saludables de expresar tus emociones.

2. Quejarse puede ayudar a resolver problemas

A veces la gente se queja porque está agobiada y no sabe cómo afrontar algún que otro problema.

Si la gente está dispuesta a escuchar los puntos de vista de los demás, expresar sus quejas puede ayudarles a encontrar soluciones que de otro modo no verían[].

3. Quejarse puede indicar depresión

La queja crónica puede ser un signo de depresión[] Cuando una persona está deprimida, tiende a tener una visión más pesimista de la vida[] Es más probable que se queje debido a su tendencia a centrarse en lo negativo.

La queja crónica también puede conducir a la depresión[]. Esto se debe a que la queja constante entrena al cerebro a pensar negativamente. Cuantos más pensamientos negativos tenga una persona, más se arraigará este estilo de pensamiento[].

4. A quejarse se aprende

Si creciste en un entorno familiar en el que la gente se quejaba mucho, o si te juntas con quejicas crónicos, lo más probable es que hayas adquirido un mal hábito.

Las investigaciones demuestran que quejarse puede ser algo contagioso. Si oyes a otros quejarse a menudo, puede hacer que prestes atención a tu propio descontento, lo que acabará impulsándote a quejarte tú también[].

5. Quejarse puede satisfacer una necesidad emocional

A veces las personas se quejan como forma de satisfacer necesidades emocionales como la atención, la simpatía y el apoyo de los demás[].

Cuando la gente se queja y los demás responden favorablemente, se siente bien. Es una especie de vínculo social que activa el sistema de recompensa del cerebro[].

Preguntas frecuentes

¿Quejarse constantemente es una enfermedad mental?

No hay pruebas que sugieran que quejarse sea un signo de enfermedad mental. Sin embargo, dado que quejarse puede reforzar los pensamientos negativos y empeorar el estado de ánimo, hacerlo constantemente podría provocar problemas de salud mental, como depresión[].

Ver también: Los 4 niveles de amistad (según la ciencia)

¿Quejarse acorta la vida?

La queja crónica puede aumentar los niveles de cortisol, una hormona del estrés, en el organismo[]. El cortisol elevado en el organismo puede afectar a la salud física. Así que, de este modo, quejarse constantemente tiene el potencial de acortar la esperanza de vida.

¿Cómo afecta la queja a las relaciones?

Quejarse puede abrir una brecha entre dos personas. Esto es especialmente cierto cuando una persona se queja de lo mismo una y otra vez y no acepta ningún consejo para resolver su problema. Quejarse también puede propagar la negatividad, ya que las personas tienden a verse afectadas por los estados de ánimo de los demás[].

Quizá quieras saber más sobre este tema en este artículo sobre el contagio emocional.

¿Cómo se convive con un quejica?

Muéstrale tu apoyo haciéndole saber que comprendes cómo se siente. Si eso no funciona, intenta que vea su problema desde una perspectiva más objetiva. Si eso falla, dile que quieres apoyarle pero que no estás dispuesto a escucharle si sigue negándose a recibir ayuda.




Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.