Cómo convencer a un amigo para que vaya a terapia

Cómo convencer a un amigo para que vaya a terapia
Matthew Goodman

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Si tienes un amigo que parece tener problemas emocionales o muestra signos de enfermedad mental, es posible que quieras que pruebe con la terapia. Por desgracia, muchas personas, aunque tengan un problema grave como la depresión, el trastorno de estrés postraumático o una adicción, son reacias a buscar ayuda profesional.

Sin embargo, aunque no se puede obligar a nadie a probar el asesoramiento psicológico, sí se le puede animar a que al menos lo considere. Este artículo contiene consejos que pueden ayudarle a persuadir a alguien que le importa para que busque ayuda.

Cómo convencer a un amigo para que vaya a terapia

1. Infórmese sobre la terapia

Antes de recomendar terapia a su amigo, asegúrese de que entiende lo básico: cómo funciona la terapia, las ventajas tanto de la terapia en línea como de la tradicional en persona, quién puede beneficiarse de ella, cuánto cuesta y cómo acceder a ella.

Si te informas, podrás afirmar con seguridad que la terapia puede ayudar a las personas que se encuentran en la misma situación que tu amigo y estarás en mejores condiciones de responder a las preguntas que éste pueda tener sobre el proceso.

Consulte estos recursos:

  • Guía de psicoterapia de la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales
  • Guía de BetterHelp sobre los diferentes tipos de consejeros
  • Guía de Psychology Today para preparar la primera sesión de terapia
  • Guía de Psycom para encontrar una terapia asequible

Es importante saber que la terapia no siempre es la solución adecuada. Por ejemplo, si alguien está sufriendo una crisis mental y apenas puede funcionar, o si tiene tendencias suicidas, puede necesitar atención médica urgente de un profesional de la salud mental, como un psiquiatra.

Si tu amigo está luchando contra el alcoholismo u otra forma de adicción, es posible que necesite tratamiento hospitalario o rehabilitación.

Mental Health America tiene una página muy útil sobre qué hacer si alguien que te importa necesita apoyo en salud mental. Te ayudará a decidir qué tipo de apoyo necesita la persona en este momento.

2. Elegir el momento y el lugar adecuados para hablar

Para la mayoría de la gente, la salud mental es un tema delicado. Probablemente tu amigo se sentirá más cómodo hablando en un lugar privado donde no os oigan. Por ejemplo, podrías sacar el tema de la terapia cuando estéis dando un paseo o hablando por teléfono cuando ambos estéis solos en casa.

3. Demuéstrale a tu amigo que quieres apoyarle

Empieza la conversación recordándole a tu amigo lo mucho que significa para ti. Puede que se sienta a la defensiva o cohibido cuando le sugieras terapia. Puede ser útil recalcar lo mucho que le valoras; deja claro que sólo quieres ayudarle, no incomodarle ni entrometerte en sus problemas personales.

He aquí algunos ejemplos de cosas que podrías decir para demostrar a tu amigo que te preocupas por él:

  • "Eres mi mejor amiga y quiero que estés sana y feliz".
  • "Significas mucho para mí y quiero apoyarte cuando la vida se ponga dura".
  • "Nuestra amistad es muy importante para mí. Me importas".

4. Exponga sus preocupaciones

Puede que tu amigo esté más dispuesto a aceptar que necesita terapia si le explicas exactamente por qué te preocupa su comportamiento. Piensa en dos o tres ejemplos concretos. Intenta evitar las frases del tipo "tú" porque pueden resultar conflictivas. Por ejemplo, "siempre estás deprimido" o "ya no te relajas nunca" pueden no ser útiles. En su lugar, céntrate en lo que has observado.

Por ejemplo, si tu amigo ha estado de bajón últimamente y crees que está en crisis, puedes decirle: "Me he dado cuenta de que últimamente me envías muchos mensajes sobre lo deprimido y desesperanzado que te sientes. Yo también te he echado de menos en el entrenamiento de fútbol. Parece que estás en un mal momento".

O si tu amigo parece a menudo preocupado y estresado, podrías decirle: "Sé que has estado cogiendo muchos días libres por enfermedad estos últimos meses. Cuando hablamos, me parece que suenas nervioso y ansioso al teléfono. Parece como si todo te agobiara mucho en estos momentos".

5. Sugerir una terapia como opción

Después de expresar tu preocupación y explicar por qué te preocupa tu amigo, introduce la idea de la terapia. Hazlo con delicadeza, pero sé directo. Utiliza un lenguaje basado en hechos y ve al grano; no utilices eufemismos ni des la impresión de que la terapia es algo inusual o vergonzoso.

Por ejemplo, aquí tienes algunas formas de plantear educadamente el tema de la terapia sin forzar la idea:

  • "Me preguntaba si has considerado ver a un terapeuta".
  • "¿Has pensado en probar la terapia de conversación?"
  • "¿Crees que hablar con un profesional de la salud mental podría ser una buena idea?".

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Ver también: Cómo mantener una conversación sin hacer demasiadas preguntas

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6. Concéntrate en lo que tu amigo podría ganar con la terapia

Es posible que su amigo no esté seguro de por qué y cómo podría beneficiarle la terapia. Puede ayudarle explicarle exactamente por qué hablar con un terapeuta podría mejorar su vida.

Por ejemplo, si tu amigo tiene una ansiedad grave que le impide acudir a eventos sociales, podrías decirle: "Un terapeuta podría enseñarte a mantener la calma con otras personas. Podría ayudarte mucho a tener una vida social estupenda".

No intentes diagnosticar a tu amigo. Por ejemplo, si ha estado teniendo cambios de humor, no le digas: "Estoy bastante seguro de que tienes un trastorno bipolar. La terapia podría ayudarte a controlarlo" A menos que seas un profesional de la salud mental, no estás cualificado para diagnosticar qué trastornos tiene tu amigo, si es que tiene alguno.

En vez de eso, céntrate en los problemas concretos que se interponen en su vida cotidiana. En este caso, podrías decir: "Me has dicho varias veces que no entiendes tus cambios de humor y que te dificultan la vida. Probablemente un terapeuta podría ayudarte a tratarlos".

7. Prepárate para la reacción de tu amigo

Tu amigo puede negar sus problemas o insistir en que es capaz de resolverlos por sí mismo. Aunque esté de acuerdo en que le vendría bien recibir ayuda para su salud mental, puede poner varias objeciones.

Las siguientes preocupaciones son obstáculos habituales para buscar ayuda:

  • Coste Tu amigo podría preocuparse por encontrar el dinero para pagar la terapia.
  • Logística: Acudir a la consulta del terapeuta cada semana puede ser un reto para algunas personas, por ejemplo, si no conducen y viven en una zona rural. A otras puede preocuparles tener que permanecer en terapia durante años.
  • Vergüenza/vergüenza: El estigma que rodea a los problemas de salud mental puede disuadir a la gente de probar la terapia. Dependiendo de la procedencia de tu amigo, puede ser útil recordar que algunas culturas aceptan menos la terapia que otras. Algunas enfermedades, como la adicción al sexo, pueden conllevar un estigma adicional.
  • Temores en torno a la confidencialidad: Puede que a tu amigo le preocupe que su terapeuta no mantenga en privado lo que hablan en las sesiones de terapia.
  • Miedo a que la terapia dure indefinidamente: Puede que a tu amigo le preocupe tener que seguir en terapia durante meses o incluso años.
  • Preocupación por que la terapia no sea eficaz: Tu amigo podría pensar: "De todos modos, no funcionará".

No desestimes las objeciones de tu amigo. Escucha atentamente y demuestra que respetas sus sentimientos antes de responder.

Por ejemplo, supongamos que a tu amigo le preocupa que la terapia dure mucho tiempo. Podría decir: "No quiero pasarme años en el diván de un terapeuta. Podría ser una pérdida de tiempo y dinero". Podrías empatizar diciendo: "Sí, eso podría no ser muy divertido y, por supuesto, quieres mejorar rápidamente. A mí tampoco me gustaría ir a terapia durante años".

En este caso, podrías decirles: "Pero hay distintos tipos de terapia y no todos los terapeutas trabajan de la misma manera. Lo normal es que se necesiten entre 15 y 30 sesiones,[] no años". Utiliza lo que has aprendido sobre la terapia para rebatir con delicadeza sus ideas erróneas.

8. Evite dar ultimátums

Es normal sentirse frustrado cuando alguien se niega obstinadamente a aceptar ayuda. A veces, puede sentirse tentado a dar un ultimátum. Sin embargo, ésta no suele ser la forma correcta de conseguir que alguien pruebe la terapia.

Por ejemplo, supongamos que eres amigo de una persona deprimida y que a menudo te cuenta sus sentimientos con todo lujo de detalles. A menudo te encuentras escuchándole durante horas y sientes que vuestra amistad se ha vuelto unilateral. Tal vez quieras decirle algo como: "A menos que busques ayuda, no puedo ser tu amigo. Nuestra amistad me está agotando".

Desgraciadamente, utilizar tu relación como palanca puede ser contraproducente. Tu amigo puede sentir que le abandonas y no confiar en ti en el futuro.

Si los problemas de tus amigos te preocupan o te alteran hasta el punto de afectar a tu salud mental, puede ayudarte establecer límites para limitar la cantidad de tiempo y energía que les dedicas. Nuestro artículo sobre cómo establecer límites con los amigos contiene consejos sobre cómo establecer y mantener los límites sin dar ultimátums.

9. Ofrecer apoyo práctico

Si puedes ayudar a tu amigo a encontrar un buen terapeuta y una forma de pagarlo, es más probable que se comprometa a intentarlo.

He aquí algunas formas de ofrecer apoyo práctico a un amigo que esté pensando en iniciar una terapia:

  • "Me encantaría ayudarte a buscar terapeutas locales, si quieres".
  • "¿Quiere que busque algunos enlaces a servicios de terapia en línea?".
  • "Si te preocupa ir a la consulta del terapeuta, puedo llevarte y esperar a que termines. ¿Te resultaría más fácil?".
  • "¿Quiere que le ayude a averiguar si su seguro cubre el coste de la terapia?".

Si puedes permitírtelo, puedes tener la tentación de financiar algunas sesiones para tu amigo. Pero ten cuidado al ofrecerte a pagar su terapia. No sabes cuánto tiempo necesitará tu amigo el tratamiento, así que podrías acabar pagando una gran cantidad de dinero. Tu amigo también puede sentirse presionado para "mejorar" rápidamente si sabe que vas a pagar.

10. Compartir experiencias personales de terapia

Si has ido a terapia y te has beneficiado de ella, puedes compartir tus experiencias. Por ejemplo, puedes decir: "Yo también he ido a terapia y me resultó útil. Cuando me sentí deprimida tras la muerte de mi madre, mi terapeuta me ayudó a entender mis sentimientos y a aceptar lo que había pasado. No fue una solución mágica, pero me ayudó a sobrellevarlo".

Si no tienes ninguna experiencia personal, puedes hablar de cómo un familiar u otro amigo se benefició de la terapia. Mantén en secreto los nombres y datos identificativos si crees que la otra persona preferiría permanecer en el anonimato.

También puede ser útil compartir recursos sobre la terapia y cómo puede ayudar. Por ejemplo, puedes enseñarle a tu ser querido los artículos que utilizaste para informarte sobre cómo funciona la terapia.

Los relatos personales, como los de este artículo de Buzzfeed sobre experiencias de terapia, también pueden ser útiles.

11. Saber cuándo abandonar el tema

No puedes obligar a nadie a ir a terapia. Si sacas el tema repetidamente, puedes dar la impresión de ser controlador o prepotente. Tu amigo podría empezar a estar resentido contigo. Si te pide que no vuelvas a hablar de terapia, o parece enfadado o molesto cuando le animas a buscar ayuda, respeta sus deseos.

Puede ser útil recordar que, aunque tu amigo no esté preparado para la terapia en este momento, puede que recuerde vuestra conversación en algún momento del futuro y se sienta inspirado para buscar ayuda. También puedes decirle: "Vale, no volveré a sacar el tema de la terapia, pero siempre estoy dispuesto a hablar de ello en el futuro si quieres".

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo apoyar a un amigo en terapia?

Puedes ofrecerle ayuda práctica, por ejemplo, llevándole a la consulta del terapeuta. También puedes ofrecerle apoyo emocional. Hazle saber lo orgulloso que estás de que busque ayuda y anímale a practicar las habilidades que está aprendiendo durante las sesiones.

¿Puede concertar una cita terapéutica para un amigo?

Debe ser tu amigo quien decida acudir a terapia. Pero puedes ayudarle a encontrar un terapeuta y a ponerse en contacto con él. Por ejemplo, puedes ayudarle a escribir un correo electrónico de consulta. Hay códigos y leyes estrictos que prohíben que los terapeutas hablen contigo de las citas terapéuticas de tu amigo.

Ver también: La guía completa para socializar en el trabajo o en la universidad



Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.