¿Sus conversaciones son forzadas? ¿Qué hacer?

¿Sus conversaciones son forzadas? ¿Qué hacer?
Matthew Goodman

"Intento entablar conversación con la gente en el trabajo, pero siempre me resulta forzado. Es tan incómodo que me da pavor cruzarme con gente en el pasillo o entablar una conversación trivial antes de una reunión. ¿Cómo puedo conseguir que mis conversaciones resulten más naturales?".

Cuando casi todas las conversaciones resultan forzadas, hablar con la gente puede ser tan incómodo que parece imposible conocer gente, hacer amigos y tener una vida social sana. Por suerte, hay muchas estrategias sencillas que pueden ayudar a que las conversaciones fluyan con más suavidad y naturalidad, permitiéndole disfrutar de ellas en lugar de temerlas.

1. Haz preguntas para hacer hablar a la otra persona

Las preguntas abiertas invitan más al diálogo que las cerradas, que pueden responderse con una sola palabra, lo que las hace versátiles para las primeras citas e incluso para las conversaciones informales con compañeros de trabajo o amigos. Cuanto más participe la otra persona en la conversación, mayor será el impacto.conversación, menos "forzada" se sentirá.

Por ejemplo, en lugar de preguntar: "¿Has pasado un buen fin de semana?", prueba a hacer una pregunta abierta del tipo: "¿Qué has hecho durante el fin de semana?" Las preguntas abiertas fomentan respuestas más largas y detalladas. Como además demuestran interés por la otra persona, las preguntas abiertas también generan sentimientos de cercanía y confianza[].

2. Dominar el arte de la escucha activa

Los mejores conversadores no son sólo grandes oradores, sino también grandes oyentes. La escucha activa es una forma de demostrar tu interés y comprensión de lo que alguien está diciendo mediante el uso de habilidades y frases específicas. La escucha activa es una técnica secreta que los terapeutas utilizan para construir una relación sólida con sus clientes y es una forma muy eficaz de conseguir que la gente confíe en ti, te quiera y se abra a ti.arriba.[]

La escucha activa incluye cuatro habilidades:[]

1. Preguntas abiertas: Preguntas que no pueden responderse con una palabra.

Ejemplo: "¿Qué te pareció la reunión?".

Ver también: Odio hablar de mí mismo - Razones y qué hacer al respecto

2. Afirmaciones: Declaraciones que validan los sentimientos, pensamientos o experiencias de alguien.

Ver también: Qué hacer si un amigo tiene creencias u opiniones diferentes

Ejemplo: "Parece que te lo has pasado genial".

3. Reflexiones: Repetir parte de lo que ha dicho la otra persona para confirmarlo.

Ejemplo: "Sólo para confirmar: desea cambiar la política para incluir 10 días de baja por enfermedad, 2 semanas de días de vacaciones y 3 días festivos flotantes."

4. Resúmenes: Hacer un resumen de lo que ha dicho la otra persona.

Ejemplo: "Aunque tienes más flexibilidad porque trabajas desde casa, sientes que tienes menos tiempo para ti".

3. Piensa en voz alta

Cuando las conversaciones parecen forzadas, puede deberse a que estás editando y censurando mucho lo que dices en lugar de hablar libremente. Los estudios demuestran que este hábito mental puede empeorar la ansiedad social, haciendo que te sientas más cohibido e inseguro.[] En lugar de intentar encontrar algo de lo que hablar, intenta decir lo que ya tienes en mente.

Si estás pensando en qué hacer este fin de semana, recordando un espectáculo divertido que has visto o preguntándote qué tiempo hará esta tarde, dilo en voz alta. Al pensar en voz alta, invitas a los demás a conocerte mejor e incluso puede que se sientan más cómodos abriéndose a ti. Pensar en voz alta a veces puede dar lugar a conversaciones interesantes e inesperadas.

4. Hable despacio, haga una pausa y permita el silencio

Las pausas y los silencios son señales sociales que indican a la otra persona que es su turno para hablar. Sin ellos, las conversaciones pueden volverse unilaterales.[] Si te sientes más cómodo con el silencio, tus conversaciones resultarán menos forzadas. Cuando reduces el ritmo y haces una pausa, das a la otra persona la oportunidad de hablar y contribuyes a que la conversación sea más equilibrada.

Cuando te sientas nervioso, es posible que sientas el impulso de llenar cualquier pausa incómoda, pero intenta resistirte a actuar en consecuencia. En lugar de eso, espera unos instantes y ve hacia dónde se dirige la conversación. Esto ralentiza la conversación a un ritmo más cómodo, te da tiempo para pensar y permite que la otra persona hable.

5. Buscar temas que despierten interés y entusiasmo

Normalmente no es necesario "obligar" a la gente a hablar de cosas que les gustan, así que intenta encontrar cosas interesantes de las que hablar. Puede ser algo de lo que sepan mucho, una relación que sea importante para ellos o una actividad que disfruten. Por ejemplo, preguntar a alguien por sus hijos, sus últimas vacaciones o qué libros o programas les gustan es una buena forma de encontrar un tema del que quieran hablar[].

Cuando das con un tema que interesa a alguien, su lenguaje corporal suele cambiar: sonríe, parece emocionado, se inclina hacia delante o parece deseoso de hablar. Es más difícil medir el interés cuando las conversaciones se producen en línea o por SMS, pero las respuestas más largas, los signos de exclamación y los emojis pueden indicar interés y entusiasmo.

6. Ir más allá de la conversación trivial

La mayoría de las conversaciones triviales se mantienen dentro de una zona de seguridad, con intercambios del tipo: "¿Cómo estás?" y "Bien, ¿y tú?" o "Qué bien se está fuera", seguido de un "¡Sí, está bien!". Las conversaciones triviales no son malas, pero pueden atraparte a tener la misma interacción breve con la gente una y otra vez. Como mucha gente utiliza estos intercambios para saludar a alguien y ser educada, las conversaciones triviales no son la forma de iniciar una conversación más profunda.

Siempre puedes empezar con una pequeña charla y luego utilizar otra pregunta abierta, observación o comentario para profundizar un poco más. Por ejemplo, si estás en una primera cita, empieza preguntándole de dónde es o a qué se dedica, pero luego continúa con preguntas más específicas sobre lo que le gusta de su trabajo o lo que echa de menos de su ciudad natal. Si haces las preguntas adecuadas, podrássuelen pasar de la charla trivial a una conversación más personal y profunda[].

7. Evitar temas controvertidos o delicados

Cuando accidentalmente se aborda un tema controvertido, delicado o demasiado personal, las cosas pueden empezar a parecer tensas y forzadas. La religión, la política e incluso los comentarios casuales sobre la actualidad pueden interrumpir rápidamente una conversación. Incluso preguntas inocentes como "¿Tienes hijos?" pueden ofender a alguien que esté luchando contra la infertilidad, haya sufrido un aborto espontáneo o simplemente haya decidido no tener hijos.niños.

Hacer preguntas amplias o generales es una buena táctica porque permite a la otra persona elegir libremente qué y cuánto compartir. Por ejemplo, preguntar: "¿Cómo te va en el nuevo trabajo?" o "¿Hiciste algo divertido el fin de semana?" da a la gente la oportunidad de compartir cosas en sus propios términos evitando que se sientan incómodos.

8. Déjelo para otro momento

Si te sientes obligado a hablar con personas que no te caen bien o cuando no estás de humor, tus conversaciones se verán forzadas. Todo el mundo tiene momentos en los que no le apetece hablar o en los que prefiere estar solo. A menos que haya una necesidad imperiosa de mantener una conversación ahora, no pasa nada por darse permiso para dejarlo para otro momento si no estás de humor para hablar.

La mayoría de las veces, los amigos, la familia e incluso los compañeros de trabajo entenderán si no te apetece quedar. Incluso está bien inventar una excusa si te preocupa ofender a alguien. Sólo asegúrate de no convertir esto en un hábito, porque las cancelaciones frecuentes pueden dañar las relaciones e incluso convertirse en una táctica de evitación poco saludable para las personas con ansiedad social[].

9. Ser curioso y abierto

Cuando te sientes nervioso y cohibido, a menudo estás metido en tu cabeza juzgándote, preocupándote y rumiando. Estos hábitos mentales alimentan las inseguridades y la ansiedad a la vez que te mantienen distraído[] Puedes invertir la cohibición centrando toda tu atención en la otra persona en lugar de en ti mismo o en tus pensamientos.

Según las investigaciones, las personas que adoptan una mentalidad curiosa dicen sentirse menos ansiosas, menos inseguras y más capaces de disfrutar de sus conversaciones con los demás.[] Cuando te encuentres demasiado absorto en tus pensamientos, sal de tu cabeza sintiendo curiosidad por la otra persona. Sumérgete en la conversación utilizando la escucha activa para centrarte plenamente en lo que están diciendo.

10. Saber cuándo terminar la conversación

Las conversaciones largas no siempre son mejores, sobre todo cuando empiezan a parecer forzadas. Si percibes que la otra persona quiere marcharse, está desinteresada o no parece tener ganas de hablar, quizá sea mejor poner fin a la conversación en lugar de alargarla.

Hay muchas formas de terminar una conversación sin ser maleducado. Puedes darles las gracias por dedicar tiempo a hablar, decirles que tienes que ir a un sitio o que ya hablarás con ellos en otro momento. Cuando te sientas más cómodo terminando una conversación, a veces podrás crear una "salida" antes de que las cosas empiecen a resultar incómodas o forzadas.

Reflexiones finales

Al hacer más preguntas, escuchar mejor y esperar a que la gente responda, les das la oportunidad de ayudar a dirigir la conversación y te quitas un poco la presión de encima. Al encontrar temas que despierten interés, eviten la controversia y fomenten un diálogo más profundo, las conversaciones se vuelven más fáciles y agradables. Si luchas contra la ansiedad social, ralentizar el ritmo, convertirte en...La curiosidad y la atención a las señales sociales también pueden ayudarle a sentirse más cómodo y seguro en situaciones sociales.

Referencias

  1. Rogers, C. R., & Farson, R. E. (1957). Escucha activa (p. 84). Chicago, IL.
  2. Plasencia, M. L., Alden, L. E., & Taylor, C. T. (2011). efectos diferenciales de los subtipos de comportamiento de seguridad en el trastorno de ansiedad social. Investigación y terapia del comportamiento , 49 (10), 665-675.
  3. Wiemann, J.M., & Knapp, M.L. (1999). Turn-taking in conversations. En L.K. Guerrero, J.A. DeVito, & M.L. Hecht (Eds.), El lector de la comunicación no verbal. Lecturas clásicas y contemporáneas, II ed. (pp. 406-414). Prospect Heights, IL: Waveland Press, Inc.
  4. Guerra, P. L., & Nelson, S. W. (2009). Use conversation starters to remove barriers and develop relationships. El profesional del aprendizaje , 30 (1), 65.
  5. Kashdan, T. B., & Roberts, J. E. (2006). Affective outcomes in superficial and intimate interactions: Roles of social anxiety and curiosity. Revista de Investigación en Personalidad , 40 (2), 140-167.



Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.