Odio hablar de mí mismo - Razones y qué hacer al respecto

Odio hablar de mí mismo - Razones y qué hacer al respecto
Matthew Goodman

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"Odio los actos del tipo 'vamos a conocernos'. 'Vamos a dar una vuelta por la sala y a presentarnos'. Es mi idea del infierno".

Hablar de uno mismo puede suponer un enorme reto social, sobre todo en un grupo o entre personas que no se conocen bien. Por ejemplo, hablar de uno mismo puede suscitar una serie de ansiedades:

"¿He hablado demasiado de mí?"

"¿Y si no se me ocurre nada que decir?".

"¿No pensará todo el mundo que soy aburrido?"

"Voy a sonar como si estuviera presumiendo"

"¿Y si los demás son mucho más excitantes?".

Casi todos tenemos estos pensamientos en algún momento de nuestras vidas. La buena noticia es que hablar de uno mismo es una habilidad que se puede entrenar. Aprender a abrirse puede ayudarte a construir el tipo de red social sólida y solidaria que quizá estabas buscando.

En este artículo, voy a ver por qué hablar de uno mismo es una habilidad social importante y te mostraré algunas de las estrategias que me ayudaron a aprender a hablar de mí mismo de una forma relajada y entretenida.

1. Entender por qué es importante hablar de uno mismo

A muchos de nosotros nos disgusta hablar de nosotros mismos cuando no sabemos muy bien qué pretendemos. Suponemos que es poco probable que a los demás les interesen los detalles de nuestra vida y por eso intentamos evitar el tema por completo.

Hablar de uno mismo es un ingrediente clave para caerle bien a la gente. Compartir información personal hace que los demás sientan que confías en ellos y les anima a abrirse a ti. Los estudios demuestran que compartir información personal sobre uno mismo hace que les caigas mejor a los demás. También les anima a abrirse más sobre sí mismos, lo que hace que te resulte más agradable estar con ellos.[]

Puede que te ayude pensar en hablar de ti mismo como si fuera un intercambio. Compartir información sobre ti demuestra que confías en la otra persona y que te gusta. La otra persona ve eso y ofrece algo de confianza y agrado a cambio. Esto te permite empezar a construir una amistad[].

Intente que sus conversaciones sean equilibradas: deje hablar a la otra persona, comparta un poco sobre usted, vuelva a aprender sobre ella, etc.

2. Desafía tu voz autocrítica

Si alguna vez te sientes abrumado o intimidado por el hecho de que alguien pueda estar realmente interesado en conocer tu vida, puede que te beneficie mejorar tu confianza. Muchas personas se dan cuenta de que su voz interior les dice que los demás no están realmente interesados. Por ejemplo, puede decir

"Sé que me han preguntado a qué me dedico, pero en realidad no les importa, así que no debería hablar demasiado".

Esto le dificulta hablar de sí mismo y alimenta sus sentimientos de inseguridad.

Aprender a gustarse lo suficiente como para hablar de uno mismo de forma positiva puede llevar tiempo y esfuerzo. Tenemos consejos sobre cómo sentirse más seguro en entornos sociales y hemos clasificado los mejores libros sobre confianza en uno mismo.

Creo que el consejo más importante cuando se intenta mejorar la confianza en uno mismo es darse cuenta de que va a llevar mucho tiempo y estar orgulloso de todos y cada uno de los pasos que se den.

Para que hablar de ti mismo te resulte más fácil mientras trabajas en la confianza en ti mismo, intenta practicar en pequeñas etapas. De nuevo, celebra tus logros, puede que te resulte más fácil.

3. Enumere los temas sobre los que se siente cómodo hablando

A muchas personas les cuesta hablar de sí mismas porque suelen ser muy reservadas. Es fácil sentir que cualquier cosa personal sobre uno mismo también es privada.

Aprende a distinguir entre las cosas que crees que son privadas y las que tienes por costumbre guardarte para ti.

Haz una lista de temas sobre ti mismo de los que te sientas seguro para hablar. A menudo, limitarse a los hechos en lugar de a los sentimientos puede resultar más seguro, pero no permite que la gente te conozca tan bien.

4. Hablar poco a poco de cosas más personales

Entre los temas buenos y seguros de los que hablar podrían estar las mascotas, los lugares, la música o la comida. Son temas de los que puedes hablar en diferentes niveles de intimidad. Por ejemplo, puedes empezar hablando de dónde vives pero pasar a dónde sueñas con vivir cuando te sientas más cómodo. Puedes hacer lo mismo con dónde fuiste de vacaciones o con las mascotas que has tenido o que te gustaría tener.

Te lo explicamos con detalle en nuestra guía sobre cómo mantener una conversación interesante.

Ver también: "No le gusto a nadie" - Razones y qué hacer al respecto

¿Y si no quiero compartir información personal?

Si realmente te cuesta encontrar algo en tu vida que no te parezca privado, quizá quieras pensar por qué tienes un deseo tan fuerte de privacidad. A veces, tus experiencias pasadas o tu constitución psicológica pueden hacer que te resulte difícil sentirte cómodo compartiendo información sobre ti mismo. Por ejemplo, a las personas con un estilo de apego evitativo a menudo les disgusta hablar de sí mismas[].Trabajar con un terapeuta cualificado puede ayudarle a resolver algunos de estos problemas y a sentirse más seguro en las conversaciones personales.

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5. Darse cuenta de que hablar de uno mismo no es presumir

Si te preocupa dar la impresión de que presumes, considera la posibilidad de hablar de cosas que otros han dicho de ti, en lugar de tener que inventar tus propias palabras.

A muchos nos preocupa parecer fanfarrones. Puede que de niños nos dijeran que no debíamos "presumir" o puede que conozcamos a alguien cuya autoalabanza constante le haga sentirse incómodo. No queremos ser esa persona.

Ver también: Cómo ser más agradable (para personas a las que les gusta discrepar)

Puede ser útil reconocer la gran diferencia que existe entre hablar de uno mismo con normalidad y ser un fanfarrón. Piensa en conversaciones con personas de las que te gusta hablar y fíjate en cómo hablan de sí mismas.

Las personas que dan la impresión de ser egocéntricas o fanfarronas suelen mostrar varias características clave:

  • Utilizan un lenguaje extremo. Todo lo que hacen es "lo mejor" o "lo más"
  • Todo lo que dicen de sí mismos es positivo. No hablan de cosas que no sean para quedar bien. Por ejemplo, pueden contarte que han ido de vacaciones a un hotel caro, pero no sabrás si su color favorito es el rojo o el verde.
  • No escuchan ni reconocen las experiencias de los demás. Interrumpen la historia de otra persona con la suya propia.

Siempre que se preocupe por esto, recuerde que casi nadie que se preocupe por presumir lo hace realmente.

6. Comparte cómo te hacen sentir las cosas que haces

Puede que te sientas incómodo hablando de ti mismo porque te preocupa que los demás puedan juzgarte o pensar que es una tontería.

Intenta compartir cómo te hacen sentir las cosas que haces. Reconoce que puede que a otros no les gusten esas actividades, pero probablemente tengan formas distintas de encontrar su sentido del disfrute y la satisfacción.

Decirle a la gente cosas que no nos gustan de nosotros mismos se siente más arriesgado e incómodo que decirles cosas de las que estamos orgullosos.[] Aprender a no sentirse juzgado empieza por desarrollar la confianza interior de que estás empezando a mover tu vida en la dirección correcta. Recuérdate a ti mismo por qué tus actividades son adecuadas para ti. Por ejemplo, en lugar de pensar

"No puedo decir a la gente que juego al ordenador por la noche. Pensarán que no tengo amigos"

Intenta recordar por qué te gustan los juegos de ordenador

"Puedo decirle a la gente lo mucho que me gustan los juegos de ordenador y explicarles cómo hay que encontrar la herramienta adecuada para resolver el puzzle y cómo es un enfoque moderno de la narración".

También puedes recordarte a ti mismo que hablar con gente que parece tener su vida perfectamente resuelta puede resultar intimidante para la mayoría de la gente. Mostrando tu lado ligeramente friki/raro/diferente, te haces más accesible.

7. Practicar la narración

A muchas personas les preocupa ser aburridas cuando hablan de sí mismas. A menudo, la diferencia entre una conversación aburrida y una estupenda es cómo se cuenta la historia.

Entre mis amigos, soy conocido por contar grandes historias sobre mi vida. No siempre fue así. Solía tropezarme, confundirme y ver cómo los ojos de la gente se entornaban. Eso cambió una vez que aprendí algunas reglas clave para contar una buena historia:

  • No te preocupes por los detalles. Si olvidas un detalle, como el nombre de alguien, no te asustes, simplemente di "Y luego este tipo. Oh, he olvidado su nombre ahora mismo. No importa. Podemos llamarlo George" .
  • Cuanto más corto, mejor.
  • Cuente historias que tengan relación con el lugar donde se encuentra o de lo que está hablando. Eso hace que se sientan relevantes.
  • No todas las historias son adecuadas para todos los públicos.

Pero probablemente el consejo más importante sea practicar. Cuando me pasa algo gracioso o extravagante en la vida, busco la historia. Pienso en lo que la gente encontraría interesante y empiezo a escribir el "guión" en mi cabeza. Me cuento la historia a mí mismo unas cuantas veces para asegurarme de que capto bien los aspectos importantes. Luego se la cuento a mis amigos más cercanos. Cuantas más veces la cuente, mejor.o más divertido se pone.

Aquí tienes nuestra guía sobre cómo contar una historia en una conversación.

8. Escriba las respuestas a las preguntas más frecuentes

Considere la posibilidad de escribir las respuestas a algunas de las preguntas más habituales que le hagan. Hay algunas preguntas que le harán una y otra vez, como "¿de dónde es usted?" o "¿a qué se dedica?". Dedicar un poco de tiempo a pensar y escribir puede ayudarle a saber qué quiere decir cuando le pregunten.

No intentes memorizar las respuestas, sólo asegúrate de que has entendido lo esencial.

Si es posible, incluya un poco de humor en sus respuestas. Por ejemplo, cuando me preguntan a qué me dedico, respondo

"Me siento en mi habitación libre y le digo a la gente lo que pienso. Por lo visto, a eso se le llama hoy en día 'ser escritor'".

Elabore en función de su interlocutor

Procure no limitarse a dar una respuesta preparada, ya que corre el riesgo de parecer rígido y desinteresado. En lugar de eso, piense que lo que ha preparado es el esqueleto de su respuesta, que puede ampliar en función de su interlocutor.

Por ejemplo, después de la descripción anterior de mi condición de escritor, puedo añadir algo más en función del grupo al que me dirijo. Si se trata de una conferencia o una reunión relacionada con el asesoramiento psicológico, podría decir lo siguiente

"Sé que bromeo con ello, pero en realidad me encanta la cantidad de gente a la que puedo ayudar escribiendo artículos".

Por otro lado, si estoy hablando con alguien que acabo de conocer paseando a mi perro, podría decir

"Sinceramente, es genial. Significa que no tengo que dejar a este cachorrito solo todo el día. Quién sabe qué travesuras haría entonces".

9. Practicar la aceptación de recibir atención

"Si hablo de mí misma, me preocupa parecer una completa attention whore"

Hay quien odia hablar de sí mismo porque teme parecer un "foco de atención" o alguien molesto. Aunque eso no le preocupe, sentirse el centro de atención puede resultar muy incómodo.

Si te resulta difícil ser el centro de atención en una conversación, puede ayudarte practicar con personas que ya conoces bien y con grupos más reducidos. Dar tu opinión o tus experiencias a un grupo de tres personas con las que ya tienes amistad puede resultar menos estresante que si hablas ante un grupo de 10 desconocidos.

También puede ser útil replantearse la forma de pensar en las conversaciones. Cuando hablas de ti mismo es fácil pensar que estás restando atención a los demás. La próxima vez que te sorprendas preocupándote por eso, intenta decirte a ti mismo:

"Hablar de mí mismo enriquece la conversación. Contar mis historias permite a mis amigos compartir algo conmigo".

10. Dedica tiempo a hacer cosas de las que puedas hablar

A muchas personas les cuesta hablar de sí mismas porque no se sienten a gusto con el modo en que emplean su tiempo. Uno de los mejores consejos que he recibido es intentar tener al menos una "aventura" al mes.

Una aventura no tiene por qué ser hacer puenting. Puede ser cualquier cosa que te parezca emocionante o interesante. Por ejemplo, hace poco caminé por una zona por la que nunca había paseado y encontré unas esculturas preciosas a sólo 800 metros de mi casa que nunca había visto antes.

Ahora, cuando la gente me pregunta dónde vivo, tengo algo de lo que hablar, en lugar de limitarme a decir el nombre de mi ciudad. Puedo decir "Vivo en Wallingford. Es una ciudad pequeña, así que probablemente nunca hayas oído hablar de ella, pero a mí me encanta. Está muy cerca del campo e incluso he encontrado un jardín de esculturas muy chulo escondido. Y tú, ¿qué es lo mejor de donde vives?".

Si es posible, haz fotos con tu teléfono durante tu "aventura". Tener fotos que mostrar, especialmente las divertidas, puede ayudar a aliviar la presión de tu conversación. Sé selectivo con las fotos que muestras. Hace poco fui a cazar halcones por primera vez. Si intentara mostrarte todas las fotos que tomé ese día, te aburrirías mucho. En lugar de eso, sólo muestro la foto de un halcón harris posado sobre un árbol.mi cabeza.

11. Trabajar la ansiedad social

La dificultad para hablar de uno mismo es un síntoma común de la ansiedad social[] Tomar medidas para mejorar su salud mental subyacente puede ayudarle a sentirse más cómodo, así como a mejorar su calidad de vida de forma más general.

Al igual que ocurre con muchas otras enfermedades mentales, el ejercicio, la nutrición y el autocuidado pueden marcar la diferencia. También es posible que desee buscar ayuda profesional de su médico, ya que tanto la medicación como la terapia han demostrado ser eficaces en el tratamiento de la ansiedad social[].

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Aunque la ansiedad social hace que resulte difícil hablar de uno mismo, hay pruebas de que la gente está dispuesta a darte una segunda oportunidad. Aunque al principio te cueste compartir información, la gente estará encantada de cambiar de opinión sobre ti y quererte más una vez que hayas adquirido la confianza necesaria para compartir información personal[].

Cuando tengas dificultades, intenta recordártelo:

"Sé que parece que la gente va a pensar mal de mí si hablo de mí, pero es mi ansiedad la que me hace sentir así. Intentaré compartirlo y a ver qué tal".

12. Recuérdate a ti mismo lo poco que la gente piensa en los demás

A muchos les preocupa hablar de sí mismos porque temen ser juzgados. Cuando hablas de ti, sobre todo en grupo, puedes sentir que todo el mundo se fija en ti y recuerda cada pequeño error que cometes.

En realidad, la gente se fija mucho menos en nosotros de lo que creemos, lo que se conoce como el efecto "foco de atención".[] Cuando te preocupe que te juzguen, recuérdate a ti mismo que lo más probable es que los demás ni siquiera se fijen en las cosas incómodas o embarazosas, y mucho menos las recuerden.

Si sigues preocupado, intenta mantener un rostro relajado y amable. La gente recuerda más tu comportamiento general que los detalles concretos. Si actúas como si algo no fuera gran cosa, es probable que ellos también piensen que no lo es.




Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.