Cómo ser más social en el trabajo

Cómo ser más social en el trabajo
Matthew Goodman

"Me gusta mi trabajo y quiero hacer amigos entre mis compañeros, pero relacionarme con ellos me pone nerviosa. A veces tengo la sensación de no encajar. Quiero saber cómo ser más sociable en el trabajo ¿Por dónde empiezo?".

Navegar por la cultura de la oficina puede ser todo un reto, especialmente si, como yo, eres introvertido.

Consulte nuestro artículo principal sobre cómo ser más sociable. En este artículo, voy a compartir consejos prácticos que le ayudarán a disfrutar de la socialización en el trabajo.

1. Trabaja tu lenguaje corporal

El lenguaje corporal, o comunicación no verbal, nos permite conectar con los demás sin hablar. Incluye las expresiones faciales, la postura, los gestos con las manos y la mirada.

Los estudios demuestran que nuestro lenguaje corporal no sólo influye en cómo nos ven los demás, sino también en cómo nos sentimos. Por ejemplo, sonreír nos levanta el ánimo,[] y los gestos de confianza nos hacen sentir más poderosos.[] En concreto, las "poses de poder" -de pie, con el pecho erguido, las manos a los lados o en la cadera- pueden aumentar la autoestima.

Si eres tímido, la comunicación no verbal es una forma sencilla de indicar que eres simpático sin decir una palabra. Por ejemplo, sonreír a tus compañeros de trabajo cuando te los cruzas en el pasillo o hacerles un gesto con la cabeza al principio de una reunión te hará parecer más accesible.

Muéstrate seguro de ti mismo. Levanta la mirada, endereza la espalda y mantén los hombros relajados. Prueba esta rutina diaria para corregir tu postura.

Intenta valorarte como empleado. Utiliza una autoconversación realista pero positiva para recordarte a ti mismo que tus habilidades te hacen valioso, independientemente de tu estatus social. Al mejorar tu autoestima, puedes parecer más seguro de ti mismo.

2. Lleva un poco de ti a la oficina

Decorar tu escritorio puede ayudar a que te conozcan. Elige cosas que susciten conversaciones y den a tus compañeros una idea de tu personalidad. Por ejemplo, puedes traer algunas fotos de viajes emocionantes, una impresionante colección de bolígrafos o una planta exótica.

Puede que descubras que tus compañeros comparten algunos de tus intereses. Si tenéis algo en común, vuestras conversaciones resultarán más fáciles y naturales. Los puntos en común son también una gran base para la amistad.

Si le gusta cocinar u hornear, traiga algunos manjares que haya hecho en casa. Es probable que sus colegas aprecien que haya pensado en ellos, y la comida suele ser un buen tema de conversación.

3. Encontrar un aliado

Encontrar a una persona con la que te sientas a gusto puede darte confianza para relacionarte con tus otros compañeros.

Tu aliado será probablemente un compañero de trabajo con el que te cruzas a menudo a lo largo del día y cuya mesa está cerca de la tuya. Las personas con funciones similares suelen tener la oportunidad de comer juntos, subir en el ascensor o caminar hasta el aparcamiento al final de la jornada. Todas estas son oportunidades para entablar conversación y desarrollar una amistad.

La proximidad física aumenta la simpatía[] Cuanto más ves a una persona, más la conoces y más te gusta.

Una amistad en el lugar de trabajo puede ser reconfortante y hacer que la socialización en la oficina sea más divertida. Puede quitarte presión en situaciones de grupo porque puedes socializar como un equipo en lugar de como individuos y aprovechar los puntos fuertes de cada uno. Por ejemplo, pueden tener la habilidad de hacer reír a la gente, lo que complementa tu talento para escuchar atentamente.

Un amigo extrovertido o alguien que lleve tiempo en la empresa puede ayudarte a desenvolverte en la política de la oficina, aconsejarte sobre cómo tratar con distintas personalidades y explicarte los matices de la cultura de la empresa.

4. Ofrécete a ayudar a los demás

Acostúmbrate a buscar oportunidades para ayudar a tus compañeros de trabajo. No hace falta que hagas grandes gestos: basta con que le prestes a alguien tu bolígrafo cuando no encuentra el suyo o que le ayudes a encontrar una taza limpia en la cocina.

Los pequeños favores fomentan la buena voluntad entre usted y la otra persona. La próxima vez que se vea en la tesitura de entablar una conversación trivial, iniciar una conversación puede que no le resulte tan intimidatorio.

5. Mantener la mente abierta

Puede que pienses que no tienes nada en común con tus compañeros de trabajo. Tal vez sean mucho mayores o más jóvenes. Tal vez estén interesados en cosas que a ti no te interesan. Estas diferencias pueden disuadirte de intentar relacionarte con ellos.

Sin embargo, puedes adaptarte a tus circunstancias. Puedes optar por aprender sobre nuevos temas y aficiones. Esto no significa que tengas que copiar a nadie. Hay una diferencia entre adaptación y asimilación. No es necesario que cambies tu personalidad básica. Sólo tienes que ser lo suficientemente fluido como para sentirte cómodo en diversas situaciones sociales.

Por ejemplo, si tus compañeros de trabajo no paran de hablar de una nueva serie de televisión, mira un par de episodios. Si varios de ellos hablan maravillas de un libro en particular, hazte con un ejemplar y pruébalo. Podrás contribuir a sus conversaciones y establecer una buena relación, lo que hará que socializar en el trabajo sea mucho más fácil.

6. Desarrolla tu empatía

Relacionarse con la gente va más allá de averiguar lo que se tiene en común. Requiere empatía, que es la capacidad de entender una situación desde la perspectiva de otra persona.

Cuando te cueste entender el comportamiento o las opiniones de alguien, intenta imaginarte en su lugar. Por ejemplo, si tu colega se queja de su vida familiar, intenta imaginarte como un padre agobiado con cuatro hijos. Piensa en cómo te sentirías, pensarías y reaccionarías si estuvieras en la misma situación.

La empatía facilita la relación con la gente, incluso si tu vida es muy diferente a la suya. Puede ser una habilidad especialmente útil para los introvertidos que tienen dificultades en situaciones sociales porque no saben qué decir.

Al entrar en el mundo de alguien, estás en mejores condiciones para interesarte de verdad por sus experiencias y responder con sensibilidad y compasión[].

Ver también: Cómo acercarse a la gente y hacer amigos

7. Estar presente en las conversaciones

A veces nos quedamos tan atrapados en nuestros pensamientos que nos resulta imposible conectar con los demás. En lugar de comprometernos con ellos, dejamos que nuestros juicios, preocupaciones y suposiciones se interpongan en nuestro camino. Dejamos que nuestra mente divague mientras ellos hablan, y puede que esperemos impacientes a que terminen de hablar sólo para poder dar nuestra opinión.

La solución es ir más allá de la escucha educada y pasiva y practicar la escucha activa, es decir, sintonizar la conversación tanto con los ojos como con los oídos.

La escucha activa consiste en observar a las personas mientras hablan y fijarse en su lenguaje corporal al tiempo que se escuchan sus palabras. Este estilo de escucha ayuda a comprender a las personas a un nivel más profundo[].

La próxima vez que te encuentres en una conversación con un compañero de trabajo, intenta prestarle toda tu atención. Centrarte en otra persona puede hacer que te sientas menos cohibido y que socializar sea más agradable. Pregúntate: "¿Qué puedo aprender de esta interacción?" en lugar de "¿Qué voy a decir a continuación?" o "¿Qué piensan de mí?".

Consulta nuestra guía sobre cómo mantener una conversación.

8. Recuérdate a ti mismo las veces que has superado con éxito situaciones sociales

Por ejemplo, muchas personas introvertidas se han encontrado en situaciones en las que se sentían más extrovertidas o francas de lo habitual.

Cuando nos sentimos abrumados en situaciones sociales, es difícil recordar todas las interacciones positivas que hemos tenido en el pasado. Pero si puedes traer a la memoria una situación social en la que te sentiste cómodo, puede que te sientas mejor en el presente. Conjura el recuerdo positivo con todos los detalles que puedas.

¿Qué podías ver y oír? ¿Quién estaba allí? ¿De qué temas hablabais? ¿Cómo te sentías? Aprovecha esas emociones. Date cuenta de que puedes tener confianza en ti mismo en situaciones sociales, incluso cuando te sientes nervioso. Sentirte socialmente incómodo con tus compañeros de trabajo no significa que siempre seas una persona tímida o apocada o que nunca vayas a cambiar.

Si luchas contra la torpeza, consulta esta guía sobre cómo afrontar la ansiedad social en el trabajo.

Ver también: Guía del introvertido para socializar en un nuevo trabajo

9. Participa en la planificación de los actos de trabajo

Si ayudas a planificar los eventos de trabajo, probablemente los disfrutarás más porque podrás sugerir lugares y actividades que te atraigan. Planificar un evento con tus compañeros también puede uniros y daros algo de qué hablar. Formar parte de un comité de planificación también te da la oportunidad de animar a todo el mundo a planificar eventos más inclusivos que den cabida a las personas a las que les resulta difícilsocializar.

Dependiendo del tamaño de su empresa, es posible que haya una persona o grupo encargado de la organización de eventos. Si estos puestos son voluntarios, considere la posibilidad de proponer su nombre. Si son elegidos, averigüe cuándo se produce la próxima vacante.

10. Diga "Sí" al mayor número posible de invitaciones

Si tus compañeros te piden que socialices con ellos fuera del horario laboral, acepta su invitación a menos que haya una buena razón para rechazarla. Rechazar demasiadas invitaciones te hará parecer distante, lo que te dificultará entablar buenas relaciones en el trabajo y puede que la gente deje de pedirte que les acompañes si sigues diciendo "no".

No pasa nada si no quieres quedarte toda la tarde. Ir una hora es tiempo suficiente para mantener algunas conversaciones significativas que te ayudarán a conocer a todo el mundo un poco mejor. Intenta ver cada evento como una valiosa oportunidad para practicar la interacción con tus compañeros de trabajo.

11. Invita a un compañero de trabajo a comer contigo o a tomar un café

Por ejemplo, si es la hora de comer, diga: "Voy a la bocatería, ¿alguien quiere acompañarme?" o "Creo que es hora de tomar un café, ¿os apetece venir?" Mantenga un tono ligero y desenfadado. Si se siente cohibido, recuerde que es perfectamente normal que los compañeros hablen y socialicen durante sus descansos.

No te lo tomes como algo personal si rechazan tu oferta. Puede que estén ocupados con el trabajo o tengan otros planes. Invítalos a salir de nuevo unos días después. Si vuelven a decir "no", pídeselo a otra persona o espera un par de semanas antes de volver a intentarlo.

Si congenias con alguien o con un grupo de personas y os gusta pasar tiempo juntos, pregúntales si les apetece tomar algo un día después del trabajo.

12. Comparte las cosas que te inspiran

Indicar a tus colegas los recursos disponibles te hace parecer útil, y también puede dar pie a algunas conversaciones interesantes. Por ejemplo, puedes reenviar un enlace a artículos sobre noticias de tu sector o recomendar un blog de un experto en tu campo.

No se exceda. Sus colegas pueden molestarse si les envía demasiada información o muchos enlaces. Como regla general, comparta un par de cosas cada mes.

Para inspirarte, consulta nuestra lista de preguntas para romper el hielo en el trabajo.

13. Lea la habitación

En los eventos de trabajo, dedica unos minutos a observar la sala. Cuando elijas un grupo de personas con las que hablar, presta mucha atención a las señales sociales, como el tono, el volumen y el lenguaje corporal. Puede que no seas capaz de oír lo que dicen, pero puedes calibrar cómo se sienten[].

Si puedes encontrar compañeros de trabajo cuyo estado de ánimo o personalidad coincidan con los tuyos, probablemente te resulte más fácil pasarlo bien. Por ejemplo, si estás de humor alegre, aléjate de las personas que parezcan pensativas o hablen en voz baja. En su lugar, busca un grupo que se ría o sonría.

Sin embargo, también hay que tener en cuenta el motivo por el que se acude al acto: si se trata de establecer contactos serios, los grupos ruidosos pueden no ser la mejor opción.

Este enfoque le ahorrará tiempo. No tendrá que "trabajar en la sala" para encontrar a las personas adecuadas. Es una gran estrategia para los introvertidos, porque no tendrá que dedicar tiempo y energía a reunirse y hablar con varios grupos.




Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.