22 consejos para relajarte con la gente (si a menudo te sientes rígido)

22 consejos para relajarte con la gente (si a menudo te sientes rígido)
Matthew Goodman

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"A menudo me siento tenso y nervioso con la gente. Como estoy tan tenso, me cuesta disfrutar de las relaciones sociales. ¿Cómo puedo relajarme?".

- Jan

Es habitual sentirse tenso con la gente, sobre todo con quienes aún no conoces. Puede deberse a estrés subyacente, ansiedad o timidez, a un rasgo de la personalidad o simplemente a no saber cómo actuar en entornos sociales. Aquí tienes nuestros consejos para relajarte.

1. Practicar el abandono de la necesidad de control

No puedes controlar a los demás: lo que hacen, piensan o dicen. Tampoco puedes controlar los acontecimientos: sólo tu parte de la ecuación. Espera lo inesperado aceptando que las cosas pueden no salir como habías planeado, y no pasa nada.

Eche un vistazo a la película "La vida es bella", una película italiana de 1997 ganadora de un Oscar.

Su mensaje es: cada uno de nosotros decide cómo reacciona ante la vida. Es hermoso liberarse de la responsabilidad de todo. No se espera que controlemos todos los resultados y no es sano que nos aferremos tanto a la vida.

Si las cosas no van como tú quieres, puedes sentirte tenso o estresado. Practica la aceptación de esos sentimientos y de que tú no estás al mando. Si lo haces, te resultará más fácil avanzar y relajarte.

2. Dejar de lado las expectativas poco realistas

El mundo y todas las personas que lo componen son imperfectos. La gente nos decepciona, los planes se tuercen, las mierdas ocurren y la vida sigue. Deja que los demás sean ellos mismos, con sus defectos y todo. Si no les exiges demasiado, puede que te sorprendan gratamente. Lo mismo vale para ti. No necesitas ser perfecto.

Cuando practicas la empatía y la compasión hacia los demás, es probable que ellos te ofrezcan la misma consideración.

3. Aceptar los errores por lo que nos enseñan

Cometer errores forma parte de la vida. Aprendes de ellos, te adaptas y lo haces mejor la próxima vez. Así es como crecemos. Decídete a perdonarte a ti mismo. Si no lo haces, puede ser difícil perdonar a los demás. Si podemos desprendernos de nuestra necesidad de perfección, podremos soltarnos mentalmente y estar menos nerviosos con los demás.

4. Rodar con lo que pasa

Si dejas que los hábitos molestos de la gente te pongan tenso, son ellos los que controlan tus emociones, no tú.

Pregúntate si lo que te molesta ahora te molestará mañana. Si no es así, ¿a quién le importa? Supongamos que un amigo siempre llega tarde. ¿Puedes hacer que sea más rápido o más puntual? A ver si puedes replantearte la espera. En lugar de centrarte en que tu amigo llega tarde, ¿puedes disfrutarlo como un descanso bien merecido?

Absorbe lo que ocurre, ajusta tu plan o haz las paces con ello. Si arrastras contigo las molestias de los demás, te agotarás a ti mismo y a todos los que te rodean.

5. Visualizar resultados realistas

A veces nos quedamos atrapados en el mejor de los casos o en el peor de los casos. Son resultados extremos y pensar así puede estresarnos. En general, la vida es mucho más moderada: hay algo bueno y algo malo.

Por ejemplo, vas a una fiesta. Puede que te preocupe hacer el ridículo y que la gente se ría de ti. Pregúntate cuál podría ser un resultado más realista. Tal vez sea tener algunas interacciones socialmente incómodas, pero en general pasarlo bien.

Eso puede ayudarte a ver que tu cerebro tiende a pintar los peores escenarios, no los más realistas.

6. Ríete de ti mismo

Intenta tomarte un poco menos en serio. Puede que tengas defectos que no quieres que nadie note. Acepta que todo el mundo tiene defectos y que forma parte del ser humano. Si alguien los nota, no es el fin del mundo.

Si puedes reírte de ti mismo, los demás se relajarán a tu alrededor porque estás relajado Esto te ayudará especialmente si eres tímido o tienes ansiedad social. Como hemos dicho antes, el mundo es un lugar imperfecto, incluido tú, y eso está bien.

7. Recuerda que la historia tiene dos caras

Tal vez llamaste a tu amigo dos veces y todavía no te ha devuelto la llamada, o le dejaste caer un montón de indirectas a alguien que te gusta sobre que estás libre este fin de semana, pero pasó de todas ellas. Puede ser fácil asumir que a tu amigo no le importas o que eres inabordable. Intenta ver la historia desde su punto de vista. Tal vez está sobrecargado de trabajo, cansado, o algo ha sucedido en su vida...causando que actúen así.

Si puedes entender lo que le pasa a alguien, te resultará más fácil aceptar la situación. Acostúmbrate a preguntarte a ti mismo "¿Cuál podría ser la otra cara de la historia?"

8. Hacer tonterías a propósito

No lo planifiques, simplemente hazlo. Sé espontáneo. Adopta la postura de que, mientras sea seguro e inofensivo para ti mismo y para los demás, ¿por qué no? Así que tómate un almuerzo un poco más largo, come fuera o vete de compras. Ve a una sala de RV con amigos para ver cómo es. Si no hace falta pensarlo y simplemente es divertido, mejor que mejor.

Deja atrás tus preocupaciones y ansiedades. Te enseñará el beneficio de no planificar y estresarte por las cosas pequeñas. Porque, " Todo son pequeñeces ."

Ver también: Cómo cambiar de tema en una conversación (con ejemplos)

9. Practica no ofenderte

Una de las cosas más divertidas que se pueden hacer entre amigos es bromear y, además, crea un vínculo afectivo enorme porque demuestra que se conocen lo suficiente como para pulsar un botón emocional, aunque ninguno de los dos intente herir al otro.

Las bromas demuestran un nivel de confianza y comodidad que resulta divertido y liberador. Supongamos que alguien se burla de ti por algo tonto o intrascendente y te sientes un poco ofendido. Pregúntate: ¿querían ofenderte o era todo por diversión? Si, efectivamente, no era su intención herirte, ser capaz de reírte de ti mismo demostrará mucha confianza y humildad.

10. Doblegar las normas

Si hiciéramos todo lo que se espera de nosotros cada minuto de cada día, estaríamos todos completamente estresados.

Aprende que saltarse las normas (cuando no perjudica a nadie ni a nada) está bien. Si tú puedes, los demás también pueden. Por ejemplo, al volante. Casi nadie sigue las normas de circulación a la perfección. Eso es mucha rabia al volante si dejas que todo te afecte.

Si alguien hace algo que no es como "debería" hacerse, recuérdate a ti mismo que todo el mundo, incluido tú, se salta las normas a veces y que eso es humano.

11. Saber cuándo tomarse un descanso

No hay debilidad en saber que necesitas tomarte un descanso. Quédate en casa un miércoles, duerme hasta tarde o ve al museo en vez de a la oficina.

Si tienes una personalidad de tipo A y te preocupa que bajar el ritmo acabe con tus plazos o tu productividad, debes saber que descansar te dará más claridad mental y más energía, no menos.

12. Dormir regularmente

La falta de sueño nos vuelve tacaños y menos indulgentes con nuestros errores y los de los demás. También puede hacer que nos sintamos agotados o enfermos.

Intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días. Limita el consumo de cafeína a las mañanas, para que no interrumpa tu descanso antes de acostarte. Si tienes la cabeza despejada y te sientes bien, podrás asumir más cosas y será menos probable que te estreses o que dejes que las pequeñas cosas te molesten.

Si sólo tienes un poco de tiempo al día, pero estás agotado, las siestas energéticas de 15-20 minutos son increíbles recargadores.

13. Pasear por la naturaleza

La naturaleza es capaz de despejarnos la mente y calmar nuestras ansiedades. Un paseo de 20 minutos por la naturaleza reduce significativamente los niveles de estrés y puede marcar la diferencia entre un buen día y un día agotador[]. Si te das un respiro y un cambio de perspectiva (literalmente) no te molestarán tanto las pequeñas molestias de la vida. Cuídate y podrás funcionar mejor.

14. Rodéate de gente fácil de tratar

Cuando tengas ocasión, relaciónate con gente relajada y a gusto consigo misma y con los demás. Busca personas con un sentido del humor relajado o que sean espontáneas y divertidas. Deja que tomen la iniciativa y marquen la pauta, y sígueles la corriente.

Tendemos a parecernos más a las personas con las que pasamos tiempo. Si quieres soltarte más, puede ser una buena idea pasar tiempo con gente que ya está a gusto.

15. Acepta plenamente las decisiones que ya has tomado

A veces decidimos hacer cosas que nos cuestionamos una y otra vez.

Ver también: Cómo hacer amigos de adolescente (en la escuela o después de clase)

Por ejemplo, quizá eras reacio a ir a una fiesta pero al final decidiste ir.

Es posible que a lo largo de la noche te replantees esa elección y pienses en cómo podrías haber disfrutado de una película en casa en su lugar. Sin embargo, eso resta alegría al momento y provoca un estrés innecesario.

Acepta tu decisión y sácale el máximo partido, en lugar de cuestionar tu elección.

Relajar físicamente el cuerpo para relajar la mente

1. Comprometerse a hacer ejercicio

El ejercicio libera la energía acumulada y aleja la mente de la ansiedad y las preocupaciones. Te dará más energía al final del día y te despejará la cabeza de la niebla mental. Disminuye las hormonas del estrés y te hace sentir más tranquilo y confiado.[][] Intenta hacer algo dos veces a la semana durante 3 semanas. Así crearás una rutina y empezarás a ver los beneficios tanto físicos como mentales.

Intenta hacer ejercicio con un amigo o haz algo que te guste de verdad, como escalar o bailar. Notarás enseguida la diferencia en tu actitud y en tus niveles de estrés. Otra ventaja es que tendrás un aspecto estupendo.

2. Recibir un masaje

Cuando estamos estresados cargamos tensión en la espalda, el cuello, los hombros o nos duele la cabeza. Recibir un masaje es como admitir que no puedes arreglarlo todo y permitir que otro lo arregle por ti.

La gente se forma para ello y aprende anatomía para saber cómo aliviarnos. Aproveche todos esos conocimientos y habilidades al menos una vez al mes, si puede permitírselo. Si le resulta demasiado caro, las escuelas de formación de masajistas ofrecen masajes para estudiantes a un precio reducido.

3. Haz yoga

Para algunos, el yoga puede parecer sólo una moda, pero en esencia consiste en estirarse y pedir a la mente que escuche al cuerpo.

Cuando intentas mover las extremidades y el tronco alrededor de una esterilla, es difícil obsesionarse con el último proyecto, cliente o factura. Puede hacerte sentir relajado y realizado[]. Gran parte de nuestra vida se centra en el exterior. Hacer algo como yoga, sólo para ti, puede hacerte sentir genial.

4. Danza

El baile puede tener muchos beneficios para la salud física y mental. Bailar puede mejorar la salud de nuestro corazón, el equilibrio y la coordinación, así como la fuerza muscular. También se ha demostrado que disminuye la ansiedad y mejora nuestro bienestar[][].

También hay beneficios sociales, ya que el baile suele hacerse en grupo y se forman amistades. Para las parejas o amigos que bailan juntos, hay una capa extra de unión que los conecta.

Bailar te distrae del estrés diario y te sumerge en la música y el movimiento. Te ayuda a disfrutar más de la vida y te conecta con la gente con la que bailas.[]

5. Meditar

En esencia, la meditación es el arte de estar en silencio y escuchar nuestra respiración y luego nuestros pensamientos, durante un periodo de tiempo. El objetivo es ser plenamente conscientes de nuestra mente y nuestro cuerpo y ser compasivos con nosotros mismos mientras nos escuchamos.

Hay 5 razones clave por las que la meditación nos ayuda[][][], it:

  1. Disminuye el estrés
  2. Calma el parloteo cerebral
  3. Mejora la concentración
  4. Le ayuda a comprender dónde tiene dolor
  5. Conecta mejor con uno mismo y con los demás

Echa un vistazo al sitio web mindful.org para obtener una guía de iniciación a esta técnica.

6. Beba té sin cafeína

El acto de preparar té puede ser relajante. El descanso es una buena oportunidad para encontrar la calma en medio de un día ajetreado. Y lo que es aún más importante, el té contiene sustancias como la L-teanina, que se ha demostrado que reduce el estrés y la tensión[].

Vigile su consumo de cafeína. Por la tarde y por la noche, elija café descafeinado o infusiones para que sus patrones de sueño no se vean afectados.

7. Hable con un terapeuta o un médico

A veces hay factores subyacentes que explican por qué no podemos relajarnos. Podría tratarse de un trauma pasado o de un signo de trastorno por estrés. Si crees que éste puede ser el caso, puede ser una buena idea hablar con un terapeuta o un médico. Ellos pueden ayudarte a encontrar nuevas formas de pensar sobre las situaciones sociales. Un médico también puede recetarte medicación que puede disminuir la ansiedad social.

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Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.