Cómo evitar forzar una amistad

Cómo evitar forzar una amistad
Matthew Goodman

"Tengo un amigo con el que no me siento muy unido. Es una amistad sin sentido porque no tenemos mucho de qué hablar. No tenemos una conexión real. Pero conozco a esta persona desde hace mucho tiempo y me siento reacio a apartarla de mi vida. ¿Cómo saber cuándo hay que abandonar una amistad?".

Si tienes un amigo al que ves sólo porque sientes que es tu deber o porque te sientes culpable si no mantienes el contacto con él, estás en una amistad forzada.

Por ejemplo:

  • Te sientes obligado a llamar o quedar regularmente con un ex compañero porque solíais ser buenos amigos en el trabajo, a pesar de que dejó la empresa hace dos años.
  • Te sientes obligado a salir a cenar con tu viejo amigo del instituto siempre que estáis en la misma ciudad, aunque hoy en día no tengáis mucho en común.

O puede que estés al otro lado de una amistad forzada. Tal vez estés intentando caerle bien a otra persona, pero en el fondo sospechas que no se está esforzando mucho. Puede que te preguntes: "¿Sólo me ven por lástima? ¿Es sólo una amistad por obligación?".

En esta guía aprenderás a desarrollar amistades más equilibradas y mutuamente satisfactorias.

1. Déjeles iniciar conversaciones y hacer planes

Si siempre dedicas mucho más tiempo y esfuerzo que tu amigo, puede que estés forzando la amistad. Puede que te hayas dado cuenta de que siempre llevas la iniciativa a la hora de iniciar conversaciones y hacer planes.

Si tu amigo es tímido o tiene ansiedad social, puede que sea reacio a acercarse porque no sabe qué decir o no quiere molestar. O puede que te aprecie y, sin embargo, tenga poco o ningún tiempo para socializar. Por ejemplo, puede que esté en medio de un exigente curso universitario o adaptándose a la vida como padre primerizo.

Pero, por regla general, alguien que quiera ser tu amigo querrá hablar contigo y pasar tiempo contigo.

Ver también: 260 frases sobre la amistad (grandes mensajes para enviar a tus amigos)

Si eres la única persona que impulsa la amistad, da un paso atrás. Mándales mensajes de vez en cuando para hacerles saber que piensas en ellos, pero no asumas la responsabilidad exclusiva de organizarlo todo. Dile a tu amigo que si quiere quedar, estarás encantado de verle. Si vuestra amistad es sana y equilibrada, hará un esfuerzo.

2. Tómate tu tiempo para conocer a alguien

Si estás demasiado desesperado por convertir a alguien de conocido en amigo íntimo, puedes dar la impresión de ser demasiado entusiasta. La otra persona también podría sentir que estás forzando la amistad.

Es normal emocionarse cuando se conoce a un posible nuevo amigo, pero los estudios demuestran que se tardan unas 50 horas en crear un vínculo estrecho[] Intente ser paciente y deje que la amistad se desarrolle de forma natural.

Ver también: 69 mejores frases sobre la timidez (y el enamoramiento)

Nuestra guía para pasar del "hola" al salir contiene consejos sobre cómo entablar una amistad.

3. Aprende a ser feliz en tu propia compañía

Si te quedas en una amistad forzada porque te sientes solo, aprende a disfrutar de tu propia compañía. Cuando puedes estar contento solo, es menos probable que acabes en relaciones forzadas o poco saludables.

Podrías:

  • Practicar un nuevo hobby
  • Aprender una nueva habilidad o estudiar para obtener un título
  • Pruebe la meditación, las prácticas de atención plena o dedique tiempo al desarrollo espiritual.
  • Hacer un viaje o irse de vacaciones solo

Si te cuesta aceptarte a ti mismo, nuestro artículo sobre cómo reforzar la autoestima en la edad adulta puede ayudarte.

4. Dejar que la gente resuelva sus propios problemas

A veces, nos sentimos obligados a seguir siendo amigos de alguien porque parece que siempre necesita ayuda. Por ejemplo, si conoces a alguien que siempre tiene problemas de pareja o no para de perder el trabajo, puede ser tentador hacer de terapeuta.

Pero con el tiempo, puede que se resientan y sólo hablen con ellos porque creen que les necesitan. O puede que sigan en contacto contigo sólo porque les haces la vida más fácil. Cuando les dejes claro que no vas a sacarles de apuros cada vez que necesiten ayuda, puede que descubras que la amistad se ha acabado.

Si la otra persona te importa mucho, puedes orientarla hacia profesionales y servicios que la ayuden. Por ejemplo, si se queja a menudo de su caótica vida amorosa, sugiérele que acuda a un consejero o que consulten juntos libros de autoayuda sobre relaciones. Pero no puedes obligar a nadie a cambiar, y si sus problemas empiezan a agotarte, puede que haya llegado el momento de reducir el tiempo que pasáis juntos.pasar juntos.

5. Establecer límites firmes

"Necesito aprender a arreglar una amistad forzada cuando me gusta la otra persona pero no quiero pasar mucho tiempo con ella. Me siento muy incómodo cuando alguien quiere quedar y yo prefiero hacer otra cosa".

Si tiendes a seguir los planes aunque preferirías estar haciendo otra cosa, puedes acabar pasando tiempo con la gente por obligación. O si permites que alguien confíe en ti, puede tener la impresión de que sois amigos, aunque preferirías mantener las distancias.

Esto puede evitarse si practicas el establecimiento de límites y dejas claras tus preferencias.

Por ejemplo:

  • "Gracias por pensar en mí, pero estos días estoy muy ocupado y no tengo mucho tiempo para socializar".
  • "Me halaga que sientas que puedes confiar en mí, pero no creo que sea la persona más indicada para preguntar".

Consulta nuestro artículo sobre cómo dejar de ser un felpudo para obtener más consejos sobre cómo marcar límites y decir "no".

6. Acepta que no gustarás a todo el mundo

A veces parece que dos personas deberían ser amigas sobre el papel, pero cuando salen, simplemente no conectan. En estas situaciones, no importa cuánto tiempo pases saliendo con la otra persona: es poco probable que alguna vez sean compatibles como amigos.

Si has intentado salir con alguien dos o tres veces y no sientes ninguna conexión, pasa página. No te quedes a intentar ganarte su amistad.

También puedes comprobar si hay señales de que no le caes bien a la gente.

7. Mantén unas expectativas realistas

Algunas amistades funcionan bien en un entorno concreto, pero no en otros. Por ejemplo, puedes pasarlo bien con alguien cuando pasáis tiempo juntos practicando una afición compartida, pero en otros entornos la amistad se siente forzada. Está bien tener "amigos escaladores", "amigos del club de lectura" y "amigos del trabajo".

Disfruta de cada amistad por lo que puede ofrecerte. Si alguien sólo quiere salir en un entorno, no le presiones para que pase más tiempo contigo.

8. Conozca las señales de una amistad malsana

"No sé cuándo abandonar una amistad. ¿Cuáles son las señales a las que hay que prestar atención?".

He aquí algunos indicadores de que ha llegado el momento de alejarse de una amistad:

  • A menudo te sientes negativo o cansado después de salir con tu amigo
  • Das apoyo y ayuda a tu amigo y no recibes nada a cambio
  • Sus conversaciones a menudo resultan incómodas
  • Siempre tienes que ser el que hace los planes
  • Tú o tu amigo habéis cambiado (por ejemplo, de ideas políticas o de estilo de vida) y vuestras diferencias están causando roces.
  • Siempre tienes que ser tú quien inicie el contacto
  • No se interesan por los acontecimientos que son importantes para ti

Esta lista de señales de que estás en una amistad tóxica también podría ayudarte.

Si el comportamiento de tu amigo te molesta, tienes varias opciones.

Puedes intentar hablar con tu amigo. Explícale cómo te sientes y pídele que cambie. Por ejemplo, si siempre eres tú quien inicia los planes, puedes pedirle que tome la iniciativa al menos de vez en cuando a la hora de quedar. Esto puede funcionar si ambos estáis implicados en la amistad. Sin embargo, no está garantizado que funcione; tu amigo puede ponerse a la defensiva.

Alternativamente, intenta alejarte de la amistad y ampliar tu círculo social. Sigue en contacto con tu amigo, pero céntrate en conocer a gente nueva. Si tu antiguo amigo decide volver a tu vida, eso es una ventaja.

Por último, si alguien se ha vuelto abusivo, está bien cortar por completo con él. Por ejemplo, si se ha mostrado abiertamente agresivo, puede ser mejor bloquearlo y negarse a entablar conversación. Dejar a los amigos puede ser duro, pero a veces es necesario por el bien de tu salud mental.

9. Sepa que las amistades forzadas le cuestan tiempo

Las amistades sin sentido tienen un coste. En lugar de salir con gente que no te gusta, podrías estar invirtiendo ese tiempo en hacer nuevos amigos que enriquezcan tu vida. La mayoría de nosotros no tenemos mucho tiempo libre para socializar, sobre todo a medida que nos hacemos mayores, así que intenta dar prioridad a las amistades que te hagan feliz.

También puede ser útil recordarse a sí mismo que, al pasar menos tiempo con amigos con los que sólo habla desde un lugar de culpabilidad u obligación, les está liberando para encontrar amigos que realmente quieran y les guste su compañía. Sume las horas que ha dedicado recientemente a una amistad forzada: puede ser una útil comprobación de la realidad.




Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.