Cómo ser menos crítico (y por qué juzgamos a los demás)

Cómo ser menos crítico (y por qué juzgamos a los demás)
Matthew Goodman

¿Alguna vez alguien te ha llamado prejuicioso? Ser demasiado crítico y prejuicioso puede alejar a la gente. Cuando juzgamos a los demás, estamos levantando un muro entre ellos y nosotros, y al hacerlo, estamos bloqueando la conexión auténtica. Si nuestros amigos piensan que somos prejuiciosos, se abstendrán de contarnos cosas.

Puesto que aprendimos a juzgar, es algo que podemos desaprender practicando nuevas formas de ser. Este artículo te ayudará a entender por qué te encuentras juzgando a los demás y cómo dejar de hacerlo.

Por qué juzgamos

Entender cómo funciona el juicio y por qué juzgas puede aumentar tu autoconciencia. Al comprender lo normal que es juzgar, puedes reducir la cantidad de culpa que sientes por juzgar y, como resultado, ser menos crítico.

1. A nuestro cerebro le resulta fácil juzgar a los demás

Nuestro cerebro está constantemente asimilando lo que nos rodea y tratando de entenderlo. Parte de ese proceso consiste en etiquetar automáticamente las cosas como positivas, negativas o neutras. Ser humano significa que tu cerebro hace esto todo el tiempo sin que te des cuenta.

Juzgamos para medir nuestro lugar en el mundo: ¿nos va mejor o peor que a los demás? ¿encajamos? Los humanos somos mamíferos orientados a la cooperación y a formar parte de grupos. Algunas áreas de nuestro cerebro están dedicadas a averiguar cómo formar parte de grupos y llevarnos bien con los demás[].

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El problema es cuando nos encontramos juzgando con demasiada frecuencia y de forma sesgada en una determinada dirección. Si siempre juzgamos a los demás como mejores que nosotros, nos sentiremos infelices. Si constantemente juzgamos negativamente a los demás, nuestras relaciones se resentirán.

2. Juzgar es una forma de autoprotección

A veces juzgamos a la gente por el deseo de creer que nosotros no acabaríamos en la misma situación. Cuando oímos hablar de alguien que acabó en un lugar muy difícil, nos asustamos.

Por ejemplo, supongamos que nuestra compañera de trabajo descubre que la persona con la que salían está casada. Al juzgar las acciones de nuestra compañera de trabajo ("Yo habría exigido ver su apartamento desde el principio, era demasiado confiada"), podemos convencernos de que una situación similar no podría ocurrirnos a nosotros. Este tipo de juicios están relacionados con lo que los psicólogos llaman "la teoría del mundo justo". Queremos creer que el mundoes en general justo y equitativo, por lo que nos encontramos culpando a las víctimas de tristes circunstancias por la necesidad de protegernos a nosotros mismos.

3. Juzgar puede ayudarnos a sentirnos mejor con nosotros mismos

Los juicios también pueden ser una forma de sentirnos mejor con nosotros mismos cuando nos sentimos mal. Aunque no es lo ideal, muchas personas confían en las percepciones externas para tener autoestima.

Cuando nos sentimos mal con nosotros mismos, podemos mirar a los demás y pensar algo así como: "al menos yo lo hago mejor que ellos".

Por ejemplo, alguien que se siente inseguro por estar soltero puede pensar: "Al menos no me aferro a una relación infeliz porque tengo miedo a estar solo, como algunas personas que conozco", y así puede sentirse mejor con su situación sin abordar la raíz de su inseguridad.

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4. Puede que nos hayan enseñado a juzgar

Muchos de nosotros crecimos en el seno de una familia crítica y criticona, por lo que aprendimos a juzgar desde muy pronto. Es posible que nuestros padres se apresuraran a señalar nuestros defectos o que crearan vínculos con nosotros a través de cotilleos sobre los demás. Sin darnos cuenta, aprendimos a centrarnos en lo negativo y a señalarlo.

Afortunadamente, podemos desaprender muchos de estos comportamientos y practicar la relación positiva con los demás, creando relaciones más sanas y satisfactorias.

Cómo ser menos crítico

Aunque todo el mundo juzga en cierta medida, podemos aprender a aceptar mejor a los demás y concederles el beneficio de la duda. He aquí algunos de los mejores consejos para dejar de juzgar a la gente.

1. Aceptar que no es posible deshacerse de todos los juicios

Porque juzgar es algo normal que todos hacemos automáticamente, no es algo que podamos desactivar.

Aunque puedes reducir los juicios negativos que haces sobre otras personas y sobre el mundo que te rodea, probablemente no puedas cerrar por completo tu tendencia a juzgar. Es más razonable examinar los juicios y llegar a un punto en el que no tengan un control tan poderoso sobre tu vida.

2. Meditar o practicar la atención plena

Hay varias formas de meditación. Puedes optar por sentarte y concentrarte en tu respiración o en los sonidos que te rodean. Cuando te vienen pensamientos a la cabeza, aprendes a dejarlos ir y a volver a tu objeto de atención en lugar de seguir el pensamiento.

También puedes practicar la atención plena a lo largo del día prestando atención a lo que estás haciendo y a las cosas que te rodean. Por ejemplo, durante una comida no mires nada ni hables por teléfono. En lugar de eso, presta atención al aspecto, el olor y el sabor de la comida. Cuando te venga un pensamiento a la cabeza, fíjate en él sin seguirlo.

Este proceso nos enseña que los pensamientos y los sentimientos van y vienen. Los pensamientos y los juicios no son malos o erróneos; simplemente son. Tener un pensamiento desagradable no significa que seas una persona desagradable, simplemente significa que te ha venido un pensamiento feo a la cabeza.

Practicar la atención plena con regularidad te ayudará a darte cuenta de cuándo estás siendo crítico y a tomarte estos pensamientos menos en serio.

3. Investiga sobre qué estás juzgando

¿Hay cosas concretas sobre las que juzgas más? ¿Dónde aprendiste estos mensajes? Puedes investigar un poco para saber más sobre las personas a las que juzgas a menudo.

Por ejemplo, si juzgas a la gente por su peso, puedes leer algunos libros de personas que sufren trastornos alimentarios e investigar sobre la ciencia que hay detrás de la adicción a la comida. Conocer las historias de otras personas te ayudará a sentir más compasión por ellas. Infórmate sobre los distintos trastornos y discapacidades que pueden afectar al habla, el comportamiento y el aspecto de una persona.

Reconocer qué desencadena tus juicios te ayudará a ser menos crítico en ese momento. Puede que te des cuenta de que tus desencadenantes tienen que ver más contigo que con los demás. Puede que te des cuenta de que eres más crítico cuando estás cansado o hambriento. Entonces puedes tomar las medidas adecuadas, por ejemplo, utilizando un impulso de juzgar a los demás como señal para frenar y atender a tus necesidades.

4. Practicar la autocompasión

Dado que muchos de nosotros juzgamos a los demás para construirnos a nosotros mismos, trabajar en la creación de un sentido de seguridad en uno mismo puede reducir la frecuencia con la que esto sucede.

Por ejemplo, si te sientes inseguro con tu aspecto, puede que te fijes más en cómo se ven y se presentan los demás. Si tu autoestima depende de tu inteligencia, puede que seas más duro cuando la gente se equivoca.

Si te esfuerzas por darte amor incondicional y autocompasión, independientemente de tu aspecto, será menos probable que juzgues a otra persona por ir desaliñada o por tomar decisiones de moda poco acertadas.

5. Intenta ser más curioso

Cuando juzgamos a la gente, asumimos que ya sabemos por qué hacen las cosas que hacen. Por ejemplo, cuando alguien nos riñe, pensamos: "Se creen mejores que yo".

Pero tal vez esté pasando algo más. Digamos que esta persona puede estar luchando por tratar de cuidar a un padre enfermo mientras cría a sus hijos pequeños, trabaja y estudia, y todo le sale a pedir de boca. La verdad es que nunca sabemos realmente por lo que está pasando otra persona.

Cuando te encuentres juzgando a los demás, intenta hacer preguntas en su lugar. Intenta sentir verdadera curiosidad al preguntarte: "Me pregunto por qué actúan de esa manera". Si necesitas ayuda, prueba nuestro artículo: cómo interesarse por los demás (si no eres curioso por naturaleza).

6. Interactúa con personas diferentes a ti

Hay un refrán que dice: "Si puedes entender a alguien, puedes amarlo" Conocer a personas de distintos orígenes, culturas, edades, etnias, creencias, etc., te ayudará a ser más comprensivo con su procedencia y, a su vez, a juzgar menos.

7. Practica notar lo positivo

Intenta fijarte en los esfuerzos y las cualidades positivas de la gente. Puedes practicar escribiendo las cosas buenas que te han pasado cada día. Empieza escribiendo tres cosas al día y ve aumentando poco a poco a medida que empieces a fijarte en más cosas positivas que te han pasado, que has hecho tú o que han hecho los demás. Hacerlo con regularidad puede ayudarte a cambiar a una mentalidad más positiva y menos crítica.

8. Reformular el juicio

Cuando te sorprendas a ti mismo juzgando negativamente a alguien, intenta encontrarle otra cara a las cosas. Por ejemplo, si juzgas a alguien por ser ruidoso y ocupar espacio, fíjate si puedes permitirte valorar su confianza en sí mismo.

9. Cíñase a los hechos

Cuando juzgamos a alguien, tenemos nuestra propia historia. Separa lo que sabes que es verdad de la historia que te estás contando a ti mismo sobre los hechos. Por ejemplo, sabes que alguien llega tarde, pero no conoces toda la historia de por qué es así.

10. Recuérdate a ti mismo que no tienes todas las respuestas

Nunca podemos saber realmente lo que otra persona debería hacer porque no conocemos toda su historia. Aunque conozcamos muy bien a esa persona, no podemos saber lo que le ocurre internamente ni lo que le depara el futuro. Recordar que no siempre somos los que más sabemos puede ayudarnos a ser humildes y a juzgar menos.

Preguntas frecuentes

¿Por qué parezco crítico?

Los comentarios que usted considera neutros pueden parecer juiciosos. Por ejemplo, "ha engordado mucho" puede ser cierto, pero probablemente se perciba como duro e inapropiado. Si alguien dice que usted es juicioso, puede que esté compartiendo pensamientos que sería mejor mantener en privado.

¿Es posible dejar de juzgar a la gente?

Aunque probablemente no sea posible dejar de juzgar a la gente por completo, puedes aprender a reducir el número de juicios negativos que haces sobre los demás y a dejar de tomarte tus juicios tan en serio.




Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.