Cómo no quedarse nunca sin nada que decir (si te quedas en blanco)

Cómo no quedarse nunca sin nada que decir (si te quedas en blanco)
Matthew Goodman

A menudo me quedaba sin temas de conversación, bien porque me quedaba atascado en una charla trivial que se extinguía, bien porque me ponía tenso y la mente se me quedaba en blanco.

A veces, una conversación está destinada a terminar, y no hay necesidad de forzarla. Pero si a menudo te quedas sin cosas que decir, esta guía es para ti.

Ver también: Neutralidad corporal: qué es, cómo practicar & ejemplos

1. Practica lo que piensas

Solía preocuparme de que lo que dijera sonara tonto o demasiado obvio. Cuando analicé a las personas socialmente inteligentes, aprendí que dicen cosas mundanas y obvias todo el tiempo[].

Por ejemplo:

  • "Hace mucho frío hoy, ¿verdad?"
  • "Me encantan los bocadillos que venden aquí".
  • "Huh, el tráfico no suele ser tan ligero a esta hora del día".

Cuando inicias una conversación con alguien nuevo, puede que sientas que las conversaciones triviales son incómodas y carecen de sentido. La verdad es que las conversaciones triviales nos ayudan a "entrar en calor" con los demás y señalan que somos amistosos, desenvueltos y abiertos a la interacción. La gente te juzgará por lo que digas tan poco como tú andas por ahí juzgando a los demás por lo que dicen. En lugar de intentar decir cosas inteligentes, di lo que se te ocurra.tu mente.

2. Pregunta algo personal

"A menudo me quedo sin cosas que decir con los amigos, me atasco en conversaciones triviales y la conversación se apaga".

- Cas

Haga preguntas ligeramente personales a la gente para que los temas aburridos resulten interesantes.

Por ejemplo:

Si hablas de trabajo:

  • "¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?"
  • "¿Por qué eligió [su campo de trabajo]?".
  • "Si pudieras hacer cualquier trabajo, ¿a qué te dedicarías?".

Si te refieres al coste del alquiler en su ciudad:

  • "¿Dónde le gustaría vivir si pudiera elegir cualquier lugar de la Tierra?".
  • "¿Has vivido en muchos otros sitios?"
  • "¿Creciste por aquí?"
  • "¿Te mudarías alguna vez fuera de la ciudad para ahorrar en el alquiler, o crees que el coste merece la pena?".

De este modo, se pasa de la charla trivial al modo personal. En el modo personal, aprendemos sobre:

  • Planes
  • Le gusta
  • Pasiones
  • Sueños
  • Esperanzas
  • Miedos

Cuando se hace una transición de este tipo en la conversación, la otra persona se involucra más y es más fácil entablar conversación[] En este punto, se llega a conocer al otro en lugar de limitarse a una conversación trivial.

Consulta mi guía sobre cómo mantener una conversación interesante.

3. Centrarse en la conversación

A veces, lo único en lo que pensamos es si parecemos raros, si nos estamos sonrojando o que el corazón se nos va a salir del pecho. La clave está en calmar la mente concentrándonos intensamente en lo que dice la otra persona:

En un estudio realizado en la Universidad Macquarie sobre el enfoque atencional en la ansiedad social, descubrieron que cuando los participantes centraban su atención en lo que la otra persona estaba diciendo, en lugar de en sus reacciones internas como el ritmo cardíaco, el rubor, la preocupación por cómo estaban siendo percibidos, estaban menos nerviosos y tenían menos reacciones físicas como resultado[].

Cuando te concentras en lo que dice tu interlocutor, no tienes tiempo de alimentar tu ansiedad interna porque tu mente está atrapada en la conversación. Cuando te preocupas menos por ti mismo, es más fácil que se te ocurran cosas que decir.

4. Deja de esforzarte tanto

Decidí dejar de esforzarme tanto. Acepté que las conversaciones no tenían por qué salir bien y que no tenía por qué gustarle a la gente. Irónicamente, eso me ayudó a relajarme y a ser más agradable y simpático.

En lugar de estar al borde del precipicio intentando que se te ocurran cosas que decir, permítete los silencios. Acepta tomarte unos segundos más para formular una respuesta. En lugar de intentar caerle bien a la gente, asegúrate de que les gusta estar a tu alrededor.

Cuando hablas, dices cosas que crees que son divertidas o interesantes para que las oiga la otra persona, no cosas que se supone que tienen que hacerte quedar de una determinada manera (alardear de humildad, hablar de cosas chulas que has hecho, etc.).

La gente quiere ser querida y escuchada y se interesa por las personas que les muestran ese tipo de atención genuina. Como dijo Maya Angelou, "Al final del día, la gente no recordará lo que dijiste o hiciste; recordará cómo les hiciste sentir".

Más información en nuestra guía sobre cómo ser más simpático.

5. Observa sus pies para medir su interés

A veces una conversación se apaga porque la otra persona intenta terminarla, y a veces quiere hablar pero no sabe qué decir. ¿Cómo saber la diferencia?

Su lenguaje corporal te dirá si están dispuestos a pasar el tiempo hablando o si tienen otros planes. Fíjate hacia dónde apuntan sus pies: ¿hacia ti o alejándose de ti? Si es hacia ti, están invitando a seguir conversando. Si es alejándose de ti, es posible que quieran alejarse de la conversación. Si además pasan mucho tiempo mirando en dirección a sus pies, es unaseñal aún más fuerte de que quieren irse.

Si te señalan con el dedo, puedes concluir la conversación con una o dos frases.

Por ejemplo:

  • "Es más tarde de lo que pensaba, ¡así que mejor me voy! Me ha encantado verte, espero que podamos ponernos al día pronto".
  • "Me ha gustado mucho charlar contigo, pero me espera una tarde ocupada. Hasta luego".
  • "Ha sido un placer hablar contigo. Creo que es hora de volver al trabajo".

Si te señalan con el pie y te miran, puedes estar seguro de que querrán seguir hablando.

6. Utiliza las cosas que te rodean para inspirarte en nuevos temas

Inspírate en tu entorno y haz un comentario o una pregunta al respecto para no quedarte sin cosas que decir.

Por ejemplo:

  • "Me encantan estas plantas. ¿Se te da bien cultivar cosas?"
  • "Me gusta esta nueva oficina. ¿Ahora tus desplazamientos son más largos o más cortos?".
  • "Es un cuadro interesante, ¿verdad? Me gusta el arte abstracto. ¿Y a ti?".
  • "¡Qué calor hace hoy! ¿Te gusta el calor?"
  • "Me encanta la música de este sitio. Pero no recuerdo el nombre de este grupo, ¿lo conoces?".

Algunos evitan frases sencillas como éstas porque piensan que son demasiado mundanas. ¡No lo hagas! Funcionan muy bien como inspiración para temas nuevos e interesantes.

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7. Haz referencia a algo de lo que hayas hablado antes

Cuando el tema del que estás hablando se agote, no dudes en volver a cualquier tema del que hayas hablado antes.

Supongamos que alguien menciona que se dedica al negocio de las importaciones y la conversación sigue su curso. Unos minutos después, cuando se diluya, puedes volver a preguntar algo sobre el negocio de las importaciones. Por ejemplo, puedes decir: "Has mencionado que te dedicas a las importaciones. ¿Qué importas más concretamente?".

Las conversaciones no tienen por qué ser una línea recta. Cuando un tema se agote, no dudes en pasar a otro nuevo o a uno anterior.

8. Hacer afirmaciones sencillas y positivas

Los considero amortiguadores de la conversación. Mantienen la conversación, pero no son demasiado profundos.

Por ejemplo:

  • "Qué casa más chula".
  • "Hoy hace sol".
  • "Esas flores son bonitas".
  • "Ha sido una reunión útil".
  • "Qué perro más mono".

Esta es una forma bastante orgánica de pasar a nuevos temas. Te ayuda a ver si tienes alguna conexión con otra cosa, como interesarte por la arquitectura o qué tiempo prefieres y, en función de eso, dónde preferirías vivir.

No necesitas fabricar afirmaciones. Tu mente ya hace afirmaciones sobre las cosas, así es como funciona la mente. Siéntete libre de dejar salir esos pensamientos.

9. Haga preguntas abiertas

Las preguntas abiertas dan a la otra persona la oportunidad de pensar su respuesta y decir algo más detallado que un sí o un no.

Por ejemplo:

  • En lugar de preguntar "¿Fueron buenas las vacaciones?" (Cerrado), puede preguntar, "¿Qué tal las vacaciones?" (Abierto)
  • En lugar de preguntar "¿Ganó tu equipo el partido de anoche?" (Cerrado), puede preguntar, "¿Qué tal el partido de anoche?" (Abierto)
  • En lugar de preguntar, "¿Disfrutaste de la fiesta?" (Cerrado) puedes preguntar, "¿Quién estaba en la fiesta?" o "¿Qué clase de fiesta era?" (Abierto)

Hacer preguntas de este tipo suele dar lugar a respuestas más elaboradas y, gracias a ello, llegaréis a conoceros más rápido y a un nivel más profundo.

10. Buscar intereses mutuos

Cuando descubrimos que tenemos algo en común con alguien, se enciende automáticamente la chispa de la amistad (y una pizca de alivio). Acostúmbrate a mencionar las cosas que te interesan.

Si alguien te pregunta qué has hecho el fin de semana, puedes decir, "Me reuní con mi club de lectura ayer," o "Fui al gimnasio y luego llevé a mi hijo a su partido de hockey", o "Vi este estremecedor documental sobre la guerra de Vietnam".

Mencionar las cosas que te interesan te ayudará a "explorar" intereses mutuos. Si te encuentras con alguien a quien también le interesan los libros, el hockey o la historia, probablemente querrá saber más sobre ello.

11. Sepa que la gente también quiere saber de usted

Es un mito que la gente sólo quiera hablar de sí misma. También quieren hacerse una idea de la persona con la que están hablando: tú. No tengas miedo de compartir cosas sobre ti siempre que también muestres interés por la otra persona.

Equilibra con la otra persona cuánto compartes. Si alguien te explica en profundidad su trabajo, explícale en profundidad el tuyo. Si sólo menciona brevemente lo que hace, menciona brevemente lo que haces tú.

Esto nos ayuda a estrechar lazos porque nos estamos revelando cosas el uno al otro al mismo ritmo. Lo estás manteniendo interesante para tu pareja porque tú también te estás abriendo.

12. Haga preguntas de seguimiento

Supongamos que te acabas de enterar de que tu interlocutor es originario de Connecticut. Para avanzar en la conversación, puedes hacerle preguntas del tipo "qué", "por qué", "cuándo" y "cómo" para sacar más a relucir esa experiencia.

Por ejemplo:

  • "¿Cómo fue crecer en Connecticut?"
  • "¿Por qué te mudaste aquí?"
  • "¿Cómo te sentiste al irte de casa?"
  • "¿Cuándo pensaste por primera vez en dejar Connecticut?"
  • "¿Qué es lo que más le gusta de su nuevo hogar?"
  • "¿Cuánto tardaste en encontrar una nueva casa aquí?"

Déjese guiar por su curiosidad natural y comparta información relacionada con usted entre sus preguntas para no parecer un interrogador. Si le dan respuestas completas y meditadas, siga adelante.

13. Ver a una persona como un mapa con espacios en blanco que hay que rellenar

Todo el mundo viene de algún sitio y tiene historias interesantes relacionadas con sus intereses, sus sueños, sus aspiraciones y su pasado. Piense en conocer a alguien como una suave búsqueda para comprender mejor de dónde viene, qué le gusta y sus sueños futuros.

Ver también: Cómo no ser arrogante (pero seguir teniendo confianza)

Estás haciendo preguntas con el propósito de rellenar los espacios en blanco de dónde son, a qué se dedican y cuáles son sus planes de futuro.

Por ejemplo:

Para saber más sobre su vida de niño, puedes preguntar:

  • "¿Dónde creciste?"
  • "¿Tienes hermanos?"
  • "¿Tu familia vivía cerca cuando eras niño o vivía lejos?".
  • "¿Tuvo alguna mascota de niño?"

Para saber más sobre su educación o escuela, puedes preguntar:

  • "¿Dónde fuiste a la escuela?"
  • "¿Qué has estudiado?"
  • "¿Cuál era tu clase favorita?"

Para saber más sobre sus pasiones y aficiones, puedes preguntar:

  • "¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?".
  • "¿Tiene alguna afición en particular?"
  • "¿Qué sueles hacer los fines de semana?".

Para saber más sobre sus sueños y esperanzas, puedes preguntar:

  • "¿Cuál es tu mayor ambición en la vida?"
  • "¿Qué es lo que siempre has querido hacer pero aún no has tenido la oportunidad?".

Con el tiempo, rellenar estos espacios en blanco te proporciona un número ilimitado de temas de los que hablar, y mientras haces preguntas (y compartes cosas sobre ti entre medias), vas conociéndote.

14. Sentirse cómodo con el silencio

El silencio sucede. No es algo malo. Es una parte natural de una conversación, y está bien dejar que suceda. No hay necesidad de llenarlo lo más rápido posible. De hecho, el silencio tiene un propósito. Te da tiempo para respirar y pensar y para hacer que la conversación sea más significativa. Dejar que haya silencio y no estar ansioso por ello te ayuda a vincularte con la otra persona. Si aprendes aSiéntete cómodo con el silencio, puede ser refrescante no tener que hablar todo el tiempo.

Llenar de palabras cada pausa en una conversación puede parecer ansioso. Recuerda que una conversación es entre dos personas, que participan por igual. Si necesitas unos segundos para tomarte un respiro, no pasa nada. Puede que ellos también lo necesiten.

15. Practicar la relajación al hablar

"¿Por qué no se me ocurren cosas que decir con alguien que me gusta? En concreto, quiero aprender a no quedarme nunca sin cosas que decir con una chica que conozco. Cerca de ella, me pongo muy nervioso y me quedo sin cosas de qué hablar."

- Patrick

Es normal que te pongas nervioso cuando quedas con alguien por primera vez, sobre todo si es una chica o un chico que te gusta.

Practica quedarte un poco más de lo habitual en una conversación, incluso si te sientes nervioso y preferirías marcharte. Nuestro instinto es alejarnos de lo que nos pone nerviosos, ¡pero tú quieres quedarte más tiempo en esas situaciones! Poco a poco estás enseñando a tu cerebro que no pasa nada malo si lo haces, y poco a poco estás mejorando en el manejo de estas situaciones.

Aquí tienes nuestra guía para no ponerte nervioso con la gente.

16. Saber que el silencio no es tu responsabilidad

El silencio no es un fracaso. Una señal de una gran amistad es que ambos pueden estar callados juntos y no sentirse incómodos por ello. Puede parecer que eres tú el responsable de que se te ocurran cosas que decir, pero lo más probable es que la otra persona piense que es SU responsabilidad. No está esperando a que hables, ¡también está intentando que se le ocurran cosas que decir!

Si demuestras que estás tranquilo en el silencio y que te parece bien no decir nada, tu amigo también lo estará.

Lea nuestra guía sobre cómo sentirse cómodo con el silencio.

17. Profundizar en los temas cuando se envían mensajes de texto

Cuando envíes mensajes de texto a alguien, ten en cuenta las dos reglas siguientes, que harán que tus conversaciones sean más interesantes y que te resulte más fácil encontrar cosas que decir:

Regla 1: Predicar con el ejemplo

Si quieres una respuesta interesante de alguien, comparte primero algo interesante.

Por ejemplo:

  • "Hoy casi pierdo el autobús porque he visto a dos ardillas peleándose. ¿Qué tal la mañana?".
  • "Mi jefe acaba de anunciar que la fiesta de la oficina de este año tendrá temática circense. Espero no tener que disfrazarme de payaso. ¿Cómo te va el día?".
  • "Esta tarde llegué a casa y me encontré con que mi perro había derribado mi planta de yuca y se había revolcado en la tierra. Parecía muy satisfecho de sí mismo. ¿Cómo estás?".

No tienes que pensar mucho, porque puedes inspirarte en cosas que te hayan pasado durante el día. También puede inspirar una respuesta más reflexiva que "¿Qué tal tu mañana/tarde/día?".

Regla 2: profundizar siempre

Profundiza siempre en un tema si quieres que la conversación sea más interesante. También es más fácil que se te ocurran cosas de las que hablar si profundizas en un tema.

Para continuar con el primer ejemplo del paso anterior, puedes profundizar compartiendo cómo te sientes tú por las mañanas (estresado, feliz, terrible) y preguntarles cómo se sienten ellos por sus mañanas. A partir de ahora, puedes hablar de sentimientos y pensamientos personales sobre la vida.

Por ejemplo:

A ti: Hoy casi pierdo el autobús porque he visto a dos ardillas peleándose. ¿Qué tal la mañana?

A ellos: Jaja, las ardillas están locas. Mi mañana estuvo bien. Aunque estoy algo cansada. No sé por qué. Me acosté temprano. Es un misterio.

A ti: Sé lo que se siente. Soy la persona más dormilona que conozco por las mañanas. ¿Soy yo o 8 horas de sueño no son suficientes? Es como si a medida que envejezco, necesitara dormir más y más.

A ellos: No sólo te pasa a ti. Cuando era más joven solía quedarme despierto toda la noche, salir de fiesta y luego ir a trabajar... A veces echo de menos mi época universitaria porque... [sigue hablando de la universidad y las fiestas].

La conversación se vuelve más interesante y os conocéis a un nivel más profundo.

18. Recuerda que las conversaciones deben terminar

No todo el mundo que conoces es alguien con quien conectas a varios niveles. A veces, sólo tienes tiempo para charlar un rato. El tiempo, las circunstancias, cómo te sientes tú ese día, cómo se sienten ellos ese día, muchas cosas deciden cuánto espacio emocional tenemos para conversar. Ninguna conversación está pensada para durar eternamente.

Una conversación no es un fracaso porque sea corta. Una cosa es cierta: cuantas más conversaciones tengas, mejor conversador serás.

Un ejemplo real de cómo no quedarse nunca sin cosas que decir

Esto es lo que aprenderás en el vídeo:

00:15 - La solución para que nunca se te acaben las cosas que decir

00:36 - Conversaciones lineales y no lineales

01:00 - ¿No parecerá que cambias de tema al azar?

01:24 - Ejemplo real de Conversational Threading

02:30 - Cómo practicar mejor el Conversational Threading

02:46 - Lo mejor de aprender esto

Referencias

  1. Zou, J. B., Hudson, J. L., & Rapee, R. M. (2007). El efecto de la focalización atencional en la ansiedad social. Investigación y terapia del comportamiento , 45 (10), 2326-2333.
  2. Bearman, P., Parigi P. (2004) Cloning Headless Frogs and Other Important Matters: Conversation Topics and Network Structure. Fuerzas sociales , 83 (2), 535-557.
  3. Morris-Adams, M. (2014) From Spanish paintings to murder: Topic transitions in casual conversations between native and non-native speakers of English. Revista de Pragmática , 62 , 151-165.



Matthew Goodman
Matthew Goodman
Jeremy Cruz es un entusiasta de la comunicación y un experto en idiomas dedicado a ayudar a las personas a desarrollar sus habilidades de conversación y aumentar su confianza para comunicarse de manera efectiva con cualquier persona. Con formación en lingüística y una pasión por las diferentes culturas, Jeremy combina su conocimiento y experiencia para proporcionar consejos prácticos, estrategias y recursos a través de su blog ampliamente reconocido. Con un tono amigable y familiar, los artículos de Jeremy tienen como objetivo capacitar a los lectores para que superen las ansiedades sociales, establezcan conexiones y dejen impresiones duraderas a través de conversaciones impactantes. Ya sea navegando en entornos profesionales, reuniones sociales o interacciones cotidianas, Jeremy cree que todos tienen el potencial para desbloquear su destreza comunicativa. A través de su atractivo estilo de escritura y consejos prácticos, Jeremy guía a sus lectores para que se conviertan en comunicadores seguros y articulados, fomentando relaciones significativas tanto en su vida personal como profesional.